Héctor Poderoso García
A Coruña
GUTUNAK

El triste fin de los trolebuses en Euskadi

Una de las últimas barbaridades que los ayuntamientos franquistas hicieron en Bilbao y Donostia en materia de transporte urbano fue la supresión de los trolebuses eléctricos.

El trolebús es un medio de tracción eléctrica que se diferencia del autobús en que en el techo lleva dos pértigas enganchadas a un tendido eléctrico doble y lleva ruedas de goma, igual que el autobús. Son ecológicos, silenciosos, cómodos y rentables.

En 1970, una estúpida ley aprobada por las Cortes franquistas recompensaba con miles de millones de las antiguas pesetas a las empresas que explotaban línea de trolebuses si las reconvertían en autobuses. Así, en 1974, cuando se había declarado el estado de alerta en Bilbao por el alto nivel de contaminación atmosférica, se suprimen tres líneas de troles; en 1976, otras dos; otra en 1977; otras, las dos últimas, el 28 de octubre de 1978, poniendo fin a este respetuoso medio de transporte con el medio ambiente en la capital vizcaina. Bilbao fue la primera ciudad de la península ibérica en tener este transporte. Tuvo modelos Vetra, Hispano-suizo, Pegaso e incluso 22 trolebuses de dos pisos, comprados a Londres, con su característico color rojo. En Donostia hubo una numerosa red de trolebuses, incluso dos líneas urbanas.

Lo que se debía haber hecho en estas ciudades era sustituir los troles clásicos por otros más modernos y crear nuevas líneas extendiendo los tendidos eléctricos a la zona de los nuevos barrios. En Europa hay 228 ciudades con este medio de transporte. Moscú tiene una flota de 1.300 troles.

Aparte de Moscú, en Rusia todas las ciudades de más de 200.000 habitantes suelen tener este medio de transporte. En Grecia, su capital, Atenas, tiene una flota de 350 trolebuses y 22 líneas. En Austria, Salzburgo tiene 80 trolebuses articulados muy modernos; allí, al trolebús lo llaman «el amigo del medio ambiente», por ser ecológico, cómodo y confortable. En Italia hay 15 ciudades con troles; Bolonia instaló tres líneas en los años 90, y la pequeña ciudad de Lecce, cuatro en 2007; Parma y Nápoles cuentan con varias líneas. En Coimbra, Portugal, hay varias líneas de trolebuses, una de ellas operativa desde 1962 y que une el río Mondego con la famosa Universidad.