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Conflicto en el este de Ucrania

Kiev denuncia una «invasión» de Rusia y pide ayuda militar a Occidente

La tensión volvió a elevarse ayer después de que Petro Poroshenko denunciara que tropas regulares rusas con armamento pesado habían entrado en territorio ucraniano para reforzar a los separatistas que combaten en el este contra las tropas gubernamentales. Kiev dijo que la situación es «controlable», pero pidió ayuda militar. Aunque Moscú negó la presencia de sus militares en Ucrania, la OTAN habló de un millar de soldados y Berlín, Londres y Washington amenazaron con más sanciones.

Las autoridades de Kiev pidieron ayer ayuda militar «de envergadura» ante la entrada de tropas rusas en el este del país, lo que, además de elevar la tensión entre ambos vecinos, hace temer una enfrentamiento abierta entre Ucrania y Rusia.

Según medios locales, se trataría de una treintena de tanques y unos 500 soldados, pero la OTAN, que presentó una serie de imágenes de sus satélites que mostrarían a esas supuestas tropas rusas, aseguró que «más de mil soldados rusos combaten actualmente en Ucrania. Apoyan a los separatistas, luchan con ellos». Los embajadores de la Alianza se reúnen hoy para analizar la situación.

Ucrania acusó ayer por primera vez de «invasión directa» a Rusia, después de meses de denunciar Kiev y de sus aliados occidentales de que Moscú proporcionaba ayuda militar a los prorrusos que se enfrentan al Ejército ucraniano en el este del país. El Ministerio ruso de Defensa volvió a negarlo rotundamente y tachó de «farol» la información, al tiempo que desde la Duma se pedía «no caer en estas provocaciones informativas, porque estamos acostumbrados a escuchar mentiras de la boca de los funcionarios de Kiev para alimentar el conflicto».

«No hay más que una unidad» de una decena de «soldados rusos que cruzaron la frontera de forma no intencional hace dos días», dijo el embajador ruso ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Andrei Kelin, en referencia a los paracaidistas que Kiev afirmó haber detenido el martes.

Kelin respondía así durante una tensa reunión extraordinaria al representante ucraniano ante la OSCE, Ihor Prokopchuk, que dijo tener «constancia de una invasión directa de las fuerzas militares rusas en las regiones del este de Ucrania».

El embajador ucraniano ante la Unión Europea (UE), Konstiantyn Eliseyev, pidió a Bruselas «ayuda militar de envergadura» ante la «indisimulada invasión militar».

«Pedimos una sesión extraordinaria del Consejo Europeo el 30 de agosto sobre Ucrania (...) Basta de connivencia y de apaciguamiento del agresor», señaló.

«`Hombres verdes' sin distintivos, similares a los que vimos en Crimea, están inundando Ucrania. La solidaridad debe ser absoluta e incuestionable, debe materializarse (...) en un amplio apoyo técnico y militar a Ucrania con el fin de parar al agresor», declaró Eliseyev, según la página Facebook de la Embajada ucraniana ante la UE.

Kiev también espera la ayuda de EEUU, en particular a través de la concesión del estatus de aliado especial al margen de la OTAN. El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ya había pedido el miércoles a la OTAN «ayuda práctica y (...) decisiones cruciales en la cumbre» prevista el 4 de setiembre.

«Deterioro rápido»

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anuló una visita ayer a Turquía y reunió de urgencia al Consejo nacional de Seguridad y de Defensa ante el «deterioro rápido de la situación» por la «entrada de tropas rusas».

«En ayuda de los terroristas (...) entraron columnas con armamento pesado, una gran partida de armas y tropas de unidades regulares de la Federación Rusa», dijo Poroshenko. Consideró la situación «extremadamente complicada, pero suficientemente controlable».

Las autoridades ucranianas habían afirmado poco antes que tropas rusas habían tomado el control la víspera de la estratégica ciudad fronteriza de Novoazovsk, a 40 kilómetros del puerto de Mariupol, principal ciudad de Donetsk bajo control de Kiev.

Poroshenko también se refirió a la captura de las localidad de Amvrosivka y Starobecheve, al sudeste de Donetsk.

Paradójicamente, los combates entre ambos bandos se han recrudecido desde el cara a cara que Poroshenko y Putin mantuvieron el martes en Minsk.

Según el mando militar ucraniano, los soldados rusos habrían participado en la exitosa contraofensiva contra las tropas gubernamentales lanzada por los rebeldes en la región de Donetsk y cuyo objetivo sería abrir un tercer frente a orillas del mar Negro.

«En la última semana, las unidades de milicianos locales y cosacos (...), incapaces de resistir a las fuerzas de Kiev, han sido reemplazadas por tropas regulares del Ejército ruso», agregó.

El primer ministro de la República Popular de Donetsk, Alexander Zajarchenko, reconoció ayer que unos 4.000 voluntarios rusos combaten en las filas rebeldes, una cifra que activistas rusos elevan a 15.000.

«Nunca hemos negado que entre nosotros hay muchos rusos. Sin su ayuda hubiera sido muy difícil combatir. Además, y lo diré abiertamente, se nos han unido muchos soldados rusos que prefieren no pasar sus vacaciones en la playa, sino en las filas con sus hermanos luchando por la libertad del Donbass», dijo Zajarchenko.

Los aliados de Kiev reaccionaron rápidamente y convocaron ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU -sesión que continuaba al cierre de esta edición-, mientras que los gobiernos de Gran Bretaña, Alemania y EEUU abrieron la puerta a la adopción de nuevas sanciones contra Rusia.

En cualquier caso, y a pesar de las presiones de los diputados, Kiev no sopesa decretar la ley marcial, ya que eso le impediría importar equipos militares.

Funerales silenciados

En Rusia, la prensa de la oposición informó sobre los funerales silenciados de dos paracaidistas de élite, sugiriendo que habían muerto en combate en Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que estas informaciones «están siendo verificadas actualmente», según declaraciones citadas el miércoles por la agencia oficial Itar-Tass.

Según una asociación de madres de soldados rusos, 400 hombres habrían resultado muertos o heridos en Ucrania.

Sobre el terreno, bombardeos con mortero causaron la muerte de 26 civiles en las últimas 24 horas en el bastión separatista prorruso de Donetsk, anunciaron este jueves las autoridades locales. El conflicto armado, que se prolonga desde mediados de abril, se ha cobrado ya la vida de más de 2.200 personas, la mitad de ellas el último mes, según datos de la ONU.

La crisis ucraniana marcará la elección de cargos de la UE

La crisis política en Ucrania y su enfrentamiento con Rusia marcará mañana la cumbre en la que los líderes europeos negociarán la asignación de los dos altos cargos comunitarios, aunque otros factores como los equilibrios políticos, geográficos y de género serán importantes. Los jefes de Estado o de Gobierno intentarán acordar, tras el intento fallido en julio, los nombres del Alto Representante para Asuntos Exteriores y Seguridad y del nuevo presidente del Consejo Europeo.

«La crisis ruso-ucraniana es probablemente la cuestión principal de política exterior a tener en cuenta», señaló a Efe el director de Europe Decides, David O'Leary, quien recordó que este elemento impidió el acuerdo, cuando la candidatura de la ministra italiana Federica Mogherini «fue bloqueada por los países de Europa central y del Este, que la veían demasiado blanda con Moscú».

La elección del jefe de la diplomacia europea resulta especialmente sensible dado el aumento de la tensión entre Moscú y la UE por la crisis ucraniana.

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