La presión policial en localidades vascas como Leitza depara noticias surrealistas en apariencia pero graves en su fondo, como la que difundió ayer la agencia Efe. La Guardia Civil ha imputado a un joven de 21 años, vecino de Leitza, como presunto autor de un delito de «apología del terrorismo» por aparecer en un cortometraje haciendo una pintada en una pared.

Los agentes argumentan que «se le ve realizando pintadas a favor de ETA». En el corto, que se puede ver en la página de Naiz, queda en evidencia esta circunstancia, pero también resulta obvio que la pintada es parte del cortometraje y que este se desarrolla en clave de humor, parodiando la situación política.

De hecho, en otro momento aparece otro actor que imita al portavoz de Sortu Pernando Barrena, que indica al joven que no son tiempos para realizar ese tipo de acciones, y también agentes de la Guardia Civil que lo intentan detener.

La cinta remeda las películas de humor del cine mudo, tanto en la forma (está rodada en blanco y negro) como en el contenido (incluye persecuciones y caídas al estilo Charles Chaplin). Todo ello hace que resulte muy evidente el objetivo cómico del cortometraje. El mismo concluye con los papeles invertidos; son los vecinos los que persiguen y echan del pueblo a los supuestos guardias civiles que hostigaban al joven.

La Guardia Civil explica que el cortometraje fue presentado a un concurso organizado por el gaztetxe de Leitza. Añade en un comunicado que abrió la investigación al tener constancia «en fechas recientes» de que se estaba difundiendo una cinta en la que «un grupo de jóvenes parodiaban la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» en Leitza.

Añade que se puede ver cómo una persona «realiza una pintada en una pared» de una calle de esta localidad navarra y que posteriormente se ha comprobado que «en el mismo lugar de la grabación se podía leer `Gora ETA` y `Askatasuna'».

Por contra, en el vídeo, que resultó ganador del concurso, únicamente se ve una pintada en favor de la amnistía, y en un segundo momento una pintada inacabada en la que se solo se lee `Gora E'.

Llueve sobre mojado

La presión de la Guardia Civil sobre la ciudadanía de Leitza no es nueva, pero ha ido en aumento en los últimos meses a través de la imposición de numerosas y cuantiosas multas. Así, en marzo se realizó una movilizacion para denunciar que se habían recibido ya 26 sanciones por participación en manifestaciones, en las que se habían acumulado 12.150 euros.

Para ello, según se denunció, el instituto armado se saltaba la propia legalidad, ya que estaba multando por concentraciones que ni siquiera llegaban al mínimo de 20 personas establecido para tener que comunicarla.