El italiano de Cannondale Alessandro De Marchi encontró en la meta de Alcaudete de la Vuelta ese triunfo que tanto buscó en la pasada edición del Tour de Francia, una insistencia que al menos le sirvió para llevarse el premio de corredor más combativo de la ronda gala. El ciclista, que ha encontrado acomodo en BMX de cara al año que viene, culminó la primera fuga de la ronda española en una jornada que aparentemente no debía tener demasiada transcendencia, pero que hizo que corredores como Chris Froome, Mikel Nieve o Ryder Hesjedal se llevaran buenos sofocos, al margen del calor que están sufriendo estos días en tierras andaluzas.

Con un recorrido pestoso, la de ayer se presumía como una etapa a caballo entre los buscadores de fortuna y los hombres rápidos capaces de no quedarse descolgados en los puertos de tercera y segunda categoría, el último a casi cincuenta kilómetros de meta. Es por ello que costó horrores que se formara la fuga del día, tras una sucesión de ataques que no terminaban de cuajar y un pelotón que viajaba a toda pastilla.

Los nervios y la velocidad pudieron ser los motivos que provocaron la caída de Chris Froome, que se fue al suelo antes de la ascensión al Alto de Íllora (3a), un percance que se une a los sufridos en la misma Vuelta, el día de la crono por equipos, tres en el Tour, que le llevaron a abandonar, y la de la Dauphiné. Hubo momentos de cierta incertidumbre, cuando la desventaja sobre el pelotón superó el minuto y el Tinkoff de Contador pasó a los puestos cabeceros del gran grupo.

Se fraguó la fuga

Afortunadamente, el percance no fue a mayores y, una vez cambiada la bicicleta, el trabajo del Sky sirvió para incorporar a su líder al grupo de favoritos. No fue el único susto para el equipo británico, ya que Mikel Nieve, el mejor vasco en la general, también se vio obligado a un sobreesfuerzo kilómetros después, tras rezagarse por un pinchazo con la carrera lanzada.

Esos kilómetros que iban del 36 al 40 fueron los más importantes de la jornada, ya que al margen de la caída de Froome fue cuando se formó la escapada buena. En un principio formada por 14 corredores, pero Illora hizo una selección y en su descenso el grupo se redujo a cuatro; Hesjedal, Tschopp, De Marchi y Dupont.

La calidad de los fugados hacía intuir que esta no era una escapada de esas para ganar minutos de publicidad, por mucho que Trek y Lampre terminaran trabajando por echarla abajo.

Ryder Hesjedal estuvo generosísimo en el esfuerzo, pero no obtuvo el premio que quizá mereció, ya que se le fue la bici en una curva y ahí se dejó sus opciones de victoria. Tras instantes de duda, De Marchi arrancó y obtuvo ese triunfo que tanto buscó en el Tour.

Después de la denuncia del Ayuntamiento de Uharte Arakil, que se eximió de cualquier responsabilidad en la etapa de la Vuelta que acabará en el Santuario de San Miguel de Aralar debido al mal estado de la carretera de acceso, operarios del Gobierno de Nafarroa procedieron ayer a parchear de urgencia una carretera en la que ha habido varios accidentes de cicloturistas en fechas recientes.