El dato sobre el número de declarantes que ha abandonado Gipuzkoa fue revelado ayer por el jefe de Servicio de Compromisos Institucionales del departamento de Hacienda y Finanzas, Sebastián Zurutuza, en el curso de verano de la UPV-EHU que ha analizado esta semana las nuevas propuestas para la tributación de la riqueza en Europa.

Zurutuza, que ofreció un análisis detallado sobre la primera campaña del Impuesto sobre la Riqueza y las Grandes Fortunas, señaló que, en el apartado de las personas que han dejado de tributar, 108 han fallecido, 250 siguen residiendo en Gipuzkoa pero no han presentado la declaración porque no han alcanzado el límite establecido y 49 sí que han cambiado su domicilio fiscal, mientras que hay 19 casos en los que se «desconoce el motivo».

Fuentes de la Diputación guipuzcoana precisaron que la mayor parte de estos 49 declarantes se han instalado en Madrid, donde no existe este gravamen, en lugar de en los territorios limítrofes, donde sí existe, aunque es más reducido.

Elevado patrimonio

Pero junto a estos abandonos, Zurutuza desveló que se han producido 61 nuevas declaraciones de personas que han venido a residir a este territorio, una cifra similar a la de los que han cambiado su domicilio fiscal, aunque reconoció que estos últimos ingresaron en 2012 por patrimonio 1,5 millones de euros, con lo que tenían «un patrimonio relativamente alto en comparación a la media» en Gipuzkoa.

Según los datos aportados ayer, la primera campaña del impuesto recaudó un total de 57 millones de euros, un 47% más que en 2012 en este territorio, donde el 2% de los contribuyentes concentra casi el 20% de la riqueza declarada, lo que demuestra que la distribución de la renta y la riqueza en Euskal Herria en general, y en Gipuzkoa, en particular, «no es tan desigual como en otros territorios». En Europa, el 1% de las personas aglutina el 25%.

Pese a todo, la riqueza media de las personas que presentaron su declaración se sitúa en 2,2 millones de euros en Gipuzkoa, donde el 10,7% de los declarantes concentra el 67,8% del total ingresado.

La Diputación de Gipuzkoa considera que «se ha ampliado significativamente» tanto la riqueza gravada como el número de contribuyentes sujetos al impuesto».

En total se presentaron 7.833 declaraciones, 1.230 más que en 2012, de las cuales 7.718 resultaron a ingresar en las arcas forales, una cantidad media que ha pasado de 5.885 a 7.284 euros.