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El avión malasio fue abatido por el impacto de numerosos proyectiles

El Boeing de Malaysia Airlines abatido en el este de Ucrania el pasado mes de julio fue derribado por el impacto de numerosos proyectiles, según el informe preliminar de los expertos neerlandeses, publicado ayer. Los rebeldes prorrusos, acusados por Kiev y sus aliados occidentales, negaron poseer el tipo de armamento que puede abatir un Boeing, mientras Moscú criticó la tardanza de la investigación.

El Boeing de Malaysia Airlines que se estrelló en julio con 298 personas a bordo en el este de Ucrania fue abatido por «un gran número de proyectiles», según un informe preliminar hecho público ayer por los investigadores neerlandeses (193 de las víctimas tenían esta nacionalidad).

El informe no da ninguna indicación sobre la naturaleza de los proyectiles ni sobre su origen, pero el primer ministro malasio, Najib Razak, aseguró que la descripción del suceso alimenta «una fuerte sospecha» de que se trata de un disparo de misil, como habían denunciado los países aliados de Kiev.

Las autoridades ucranianas aseguraron que habían detectado unos días antes de la tragedia la entrada en su territorio, proveniente de Rusia, de un dispositivo de disparo de misiles. Este informe, aunque no formula acusaciones, puede aumentar la presión sobre Moscú, publicado la víspera de que la Unión Europea anuncie hoy nuevas sanciones contra Rusia.

Por su parte, uno de los líderes de la insurgencia prorrusa, el primer ministro de la República de Donetsk, desmintió cualquier implicación de sus fuerzas. «Solo puedo decir una cosa: Nosotros no tenemos equipos técnicos capaces de abatir un Boeing».

El Boeing 777-200 se «desintegró en vuelo, probablemente a causa de los daños estructurales causados por un gran número de proyectiles de alta energía que entraron desde el exterior en el avión», señaló la Oficina Neerlandesa par la Seguridad (OOV), encargada de la investigación. «No hay ninguna indicación según la cual el accidente fuera causado por un fallo técnico o por acciones de la tripulación» del Boeing del vuelo Amsterdam-Kuala Lumpur, «que era cualificada y experimentada», asegura la OOV, que explica que hasta ese momento el vuelo transcurría según lo previsto.

Kiev y las potencias occidentales que le apoyan acusan a los rebeldes de haber abatido el avión con un misil tierra-aire ruso Bouk. Moscú, en cambio, afirma que fue derribado por las fueras aéreas ucranianas con el objetivo de hacer caer la culpa sobre los separatistas.

El misil Bouk funciona haciendo explosión directamente frente al objetivo y lanzando rápidamente un gran número de explosiones de obús. Un misil aire-aire disparado desde un avión de combate alcanza directamente al objetivo y no provocaría lo descrito por los investigadores.

No obstante, la oficina señaló que «será necesario realizar más investigaciones para determinar la causa con mayor precisión» y señaló que el informe final se conocerá en el verano de 2015». «Tenemos que ser cuidados con conclusiones demasiado rápidas. Paso a paso, los expertos trabajan para obtener conclusiones irrefutables», afirmó el primer ministro neerlandés, Mark Rutte.

Por su parte, la agencia federal de aviación rusa, Rosaviatsia, subrayó que se trata de conclusiones preliminares y criticó a Países Bajos por perder mucho tiempo a la hora de investigar. «Lamentablemente, hay una serie de datos que ya serán difíciles de analizar. Hablamos de la investigación de los restos de los cadáveres», dijo Oleg Storchevoi, subjefe de Rosaviatsia. Storchevoi, representante ruso en la comisión internacional que investiga la catástrofe, añadió que «tampoco se puede hablar ya de la total integridad de los restos del avión en condiciones de permanentes acceso libre y continuo».

Aunque la UE ha preparado ya las nuevas sanciones económicas contra Rusia, ha dejado la puerta abierta a suspenderlas en función del desarrollo del proceso de diálogo en el conflicto. El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, aseguró que el Kremlin protegerá a las empresas rusas sancionadas.

Rusia urge a negociar el estatus de Donetsk y Lugansk

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, Lavrov advirtió de que Moscú presionará al Gobierno ucraniano para que cumpla su promesa de promover una reforma constitucional que implique a todas las fuerzas políticas y regiones de Ucrania. El protocolo de tregua firmado el viernes estipula un estatus especial para las regiones de Donetsk y Lugansk, que debe ser negociado, pero se presta a diferentes interpretaciones. «La república popular de Donetsk es toda la región de Donetsk y la república popular de Lugansk es toda la región de Lugansk», subrayó el líder de los separatistas de Donetsk, Alexandr Zajarchenko. Respondía así a Yuri Lutsenko, asesor de la Presidencia ucraniana, quien matizó que el estatus especial será solo para las zonas controladas por las milicias. «La reforma constitucional se ha suspendido temporalmente y no tengo ni idea de si las autoridades de Kiev van a volver a ella, pero las empujaremos para que lo hagan», señaló Lavrov.

Expresó además su preocupación por la orden del presidente ucraniano, Petro Porosehnko, de enviar más armamento pesado al este del país, a pesar del acuerdo de alto el fuego. «En los partidarios de la independencia, y en nosotros, como país observador del acuerdo alcanzado el viernes en Minsk, hay preocupación por el anuncio de concentrar artillería pesada en la región de Debaltseve», señaló el ministro ruso, que se refirió así a la orden de Poroshenko de «asegurar la defensa de Mariupol» con tanques, lanzaderas de cohetes y cobertura aérea. «Esta es nuestra tierra y no se la vamos a entregar a nadie», dijo durante su visita a esa ciudad. GARA