Aitor AGIRREZABAL EDIMBURGO
Procesos soberanistas

Cameron no da pista alguna de la «devolution» que sigue prometiendo

El primer ministro británico, David Cameron, voló ayer de nuevo a Aberdeen para realizar su última incursión antes del referéndum y reiterar que seguir en la Unión es la mejor de las opciones para Escocia. Haciendo honor al sobrenombre de «Proyecto Miedo» que ha tomado su campaña, Cameron señaló que «no habrá vuelta atrás» tras la decisión que el pueblo escocés tomará el jueves.

Desde que Gordon Brown, hace ya diez días, anunciará un plan de devolución de poderes al Parlamento de Holyrood, la pelota está en el tejado del unionismo, que sin embargo, parece no querer jugar y ha dejado solo al ex primer ministro laborista. Durante las últimas jornadas se ha esperado una ampliación de la oferta de devolución de competencias que le fueron sustraídas al Parlamento escocés con el Acta de Unión de 1707. Algo que no ha llegado.

Tras visitar Edimburgo el pasado miércoles, el líder tory optó por la capital petrolera, Aberdeen, para cerrar su campaña. Y habló de nuevo solo ante élites económicas de la ciudad y militantes del Partido Conservador. La visita volvió a tener un perfil muy bajo, que puede responder a la visión crítica que sectores unionistas tienen sobre estos viajes y la repercusión negativa que temen sobre votantes laboristas indecisos.

Cameron se centró en advertir de los riesgos que a su juicio puede provocar la independencia y acompañarlo de la opción de devolution si gana el No. Es decir, una tercera vía que él mismo borró del Acuerdo de Edimburgo en 2012. «Aquí se dirime entre la visión estrecha de los nacionalistas, rompiendo todos los lazos con el Reino Unido, o la visión patriótica de una nación escocesa como fuerte aliada del resto del Reino Unido pero con cooperación en el empleo, las pensiones, la financiación de la sanidad, la moneda o las tasas de interés».

Precisamente desde este flanco llegó la réplica de la campaña independentista. El empresario y miembro de Business for Scotland John McGlynn le recordó que, de hecho, es la devolución la que les ha mostrado que «las decisiones, cuanto más cerca de Escocia se tomen, mejor».

«Deseáis cambio, queda claro»

El inquilino del número 10 de Downing Street no ofreció nuevos datos sobre la oferta de devolución de competencias que Brown utilizó como última arma unionista, de modo que pidió a los votantes que confíen en un proyecto que ni siquiera ha sido presentado. «Es realmente lo mejor de ambos mundos y es la mejor manera de conseguir un cambio real y asegurar un mejor futuro para sus hijos y nietos», subrayó.

El auge del independentismo en todos los sondeos ha cambiado el discurso unionista y así lo reconoció el premier británico: «Ha quedado claro que deseáis un cambio y por ello tendréis una devolución sin precedentes». Mientras que la campaña soberanista defiende que quiere el 100% de los poderes, Londres se aferra a esta última tentativa. «Votando No, podréis tener el cambio que deseáis y además será de forma más rápida, segura y mejor».

Acentuando el tono amenazante, remarcó que un Sí a la independencia este jueves no tendría vuelta atrás: «Esta es una decisión única y para siempre. Si Escocia vota Sí, vamos a ir por caminos separados para siempre». En un discurso dirigido más a lo emotivo que a lo racional, comparó el voto afirmativo con la ruptura de una familia. «Quienes el jueves vais a votar, recordad que este no es solo vuestro país, es un país de todos nosotros», añadió.

Por su parte, la líder laborista escocesa Johann Lammont y el exministro John Reid visitaron el Clyde, donde se hallan las armas nucleares que Escocia sacará del país antes de 2020 si vence el Sí. Posaron junto a una veintena de trabajadores que rechazaban el desmantelamiento de los submarinos.

Restan tan solo dos días y muchos ya han votado por correo. No parece ya que el unionismo vaya a quemar el último cartucho concretando la devolution.

Enpresen gaineko presioak salatu ditu Salmondek

Kanpaina unionistako alderdi desberdinek enpresariei begira egindako mugimenduen aurrean, Alex Salmond lehen ministro eskoziarrak hitza hartu, eta independentziak 3.000 enpresari baino gehiagoren babesa jaso duela goraipatu zuen atzo. Independentziak kapitalaren ihesa ekarriko zuelako ustea baztertu nahi izan zuen bide batez.

Era berean, iragan asteburuan, baiezko emaitza suertatuko balitz Royal Bank of Scotlandek Eskozia utziko lukeela iragartzearen harira, ikerketa batzordea osatzeko eskatu zuen berriz ere. Hala nola BBCren manipulazioaren aurkako protestekin bat egin zuen. «Kezka publiko argia dago, albistegien neutraltasunaren inguruan», arrazoitu zuen eskoziarrak.

Enpresarien hitzen ildotik, «Cameron eta Ogasuna enpresak publikoki ezetzaren alde kokatzera» behartzen ari direla argudiatu zuen Salmondek. «Mundu guztiak du bere ikuspuntua emateko aukera, baina hauek beldurra zabaltzeko presionatzen ari dira», salatu zuen.

Bestalde, Hurrican Energy petrolio konpainiak iragarritako aurkikuntza goraipatu nahi izan zuen lehen ministroak. Izan ere, konpainiak Shetland irlako mendebaldean daukan putzuko petrolio kopurua uste zutenaren bikoitza dela eman du ezagutzera. «Horrekin, datozen belaunaldien etorkizuna bermatuko dugu», esanez amaitu zuen Alex Salmondek. A.A.