Beñat ZALDUA BARCELONA
PROCESOS SOBERANISTAS EN ESCOCIA Y CATALUNYA

Los partidos soberanistas muestran sus matices y una frágil unidad

Previamente anunciado como el día del desacuerdo, la segunda jornada del debate de política general del Parlament sirvió ayer para escenificar las diferencias entre las cuatro formaciones favorables a la consulta. Pese a que en Madrid más de uno aprovechó para enterrar prácticamente la unidad soberanista y, en consecuencia, todo el proceso, la partida sigue abierta, dado que las cuatro formaciones proconsulta aprobarán hoy una resolución en la que se comprometen a impulsar la cita del 9 N «con todas las garantías democráticas posibles». Queda por ver, sin embargo, si son capaces de acordar una respuesta conjunta cuando el Constitucional prohíba la consulta.

El principal duelo se dio a primera hora de la mañana, cuando Junqueras subió al estrado para contestar a Mas, que en la víspera sugirió veladamente un anticipo electoral en caso de veto estatal a la consulta. El líder republicano mezcló cal y arena en una misma oferta y manifestó su voluntad de entrar en el Govern con vista al 9N. «Queremos estar para blindar la consulta», señaló Junqueras, respondiendo así a las constantes llamadas de Mas para entrar en el Ejecutivo, pero condicionando dicha entrada al mantenimiento de la consulta.

El líder republicano se mostró inflexible en este ámbito, consideró que «no celebrar la consulta no arregla nada» y aseguró que «las garantías democráticas para hacerla somos nosotros mismos: el Govern, el Parlament y la ciudadanía que se manifestó el 11 de setiembre». Junqueras dejó para el final la advertencia más importante: «La unidad ya existe y todos los que firmamos el acuerdo sabíamos perfectamente que el Gobierno español no nos aplaudiría. Si alguien pretende hacer creer que no lo sabía es que no se merece la confianza de los ciudadanos».

La advertencia final sorprendió y molestó a Mas, que reclamó a Junqueras «una sola cosa que no se haya cumplido». «Hemos seguido paso a paso toda la hoja de ruta», señaló el president, quien consideró que «no es un buen método introducir dudas». También se preguntó «qué quiere decir blindar la consulta», aunque agradeció la oferta de Junqueras de entrar en el Ejecutivo y señaló que hablarán de ello en los próximos días. Sin mencionar en ningún momento el polémico adelanto electoral, Mas sí que mostró sus dudas sobre la celebración de una consulta sin cobertura legal y declaró que lo importante es conseguir que la pregunta acordada en diciembre del año pasado tenga «una respuesta incuestionable, aceptada en Catalunya, en Madrid, en Bruselas y en todos los lados».

Matices en ICV-EUiA y la CUP

Los dos partidos situados a la izquierda del arco soberanista, ICV-EUiA y la CUP centraron sus intervenciones en criticar el pobre balance del Gobierno de Mas en cuestiones económicas y sociales, y abogaron también por mantener la consulta, aunque con matices y diferencias palpables.

El diputado de la CUP David Fernández realizó uno de los discursos más potentes y aplaudidos de la jornada, en el que abogó por la desobediencia «porque nos permitió acabar con la mili, hacer la consulta de Arenys y parar desahucios». Fernández echó mano de un dicho palestino que dice que «las mejores soluciones se encuentran en los callejones sin salida» y acabó con Primo Levi: «Si no ahora, ¿cuándo? Y si no lo hacemos nosotros, ¿quién?».

El líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, aseguró que «Catalunya no tiene futuro sin consulta», pero el llamado a mantenerla fue más tenue: «No negamos la desobediencia, pero tenemos que hablar de cuál es el instrumento de la desobediencia».

La bancada netamente unionista formada por PP y Ciutadans no desaprovechó la oportunidad de hurgar en las desavenencias soberanistas, aun a riesgo de caer en el ridículo, como lo hizo la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, al pronunciar una de las frases de la jornada: «Si sacan las urnas el 9N, estarán fuera de la democracia». Más hábil, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, sugirió que ayer se demostró que a Mas «le están haciendo la cama», en clara referencia a la actitud de Junqueras.

En terreno de nadie, como acostumbra, se situó el PSC, ayer liderado por primera vez en el Parlament por su nuevo primer secretario, Miquel Iceta, al que cabe agradecer haber elevado el nivel discursivo de su antecesor. El socialista se situó tanto en contra de la consulta como del inmovilismo español y, una vez más, insistió en la reforma constitucional como salida. La novedad radicó en el tono amable empleado por Iceta, que dejó abierta la puerta en todo momento a colaborar con Mas, ofreciéndole una pista de aterrizaje en caso de que decida apearse del proceso.

El jefe de la diplomacia española amenaza con suspender la autonomía

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, se ganó ayer su cuota de titulares al sugerir que el Gobierno español podría llegar a suspender la autonomía catalana para evitar la celebración de la consulta. «Solo se puede utilizar la ley, pero toda la ley para evitar una consulta que es contraria a la legalidad», señaló en primer término. Tras ser preguntado si eso incluía la suspensión de la autonomía, añadió: «Incluido lo que haya que incluir». Lejos de dejarlo ahí, una vez observado el eco de sus palabras en los medios, Margallo añadió en los pasillos del Congreso que «es sorprendente que eso sea noticia en un país maduro».

No fue el único ministro en hablar ayer, ya que el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, anunció que pospone cualquier trámite de la reforma de la ley del aborto para dedicar todos los esfuerzos a abortar «el desafío soberanista».

El ministro de Justicia calificó esta semana de «decisiva» y predijo: «Tendremos que interponer uno o más recursos ante el Tribunal Constitucional». B. ZALDUA

Los estudiantes acuerdan ir a la huelga en caso de prohibición del 9N

En una comparecencia sin precedentes, los principales sindicatos estudiantiles del Principat presentaron ayer en Barcelona la plataforma Estudiants9N, un marco de coordinación estudiantil con el que tratarán de coordinar acciones conjuntas a favor de la consulta sobre el futuro político de Catalunya del próximo 9 de noviembre. De hecho, ayer mismo anunciaron la primera medida acordada en caso de que, tal y como se prevé, el Constitucional prohíba la consulta: convocar una huelga en las universidades y los centros de secundaria catalanes.

Los sindicatos que conforman este nuevo espacio de actuación agrupan todo el espectro ideológico del catalanismo, desde el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) de la Esquerra Independentista, a la Federació Nacional d'Estudiants de Catalunya (FNEC), de la que han salido cuadros tanto de CiU como de ERC. También firman sindicatos situados en la órbita de ERC, el PSC más catalanista o ICV-EUiA, como son la Associació de Joves Estudiants de Catalunya (AJEC), Sumem y l'Associació d'Estudiants Progressistes (AEP).

La plataforma presentó ayer un manifiesto a modo de declaración de principios que lleva por título ``¡Paremos las clases, activemos la democracia!''. En él, consideran que la realización de la consulta es un «derecho inegociable» que supone «un primer paso hacia un proceso de apertura de debate en el que se pueda decidir cuál es el tipo de educación que se quiere para un futuro país». Así, se comprometen además en la defensa de «una educación pública y de calidad, gratuita, de acceso universal y con becas que garanticen que cualquier persona pueda disfrutar de este derecho».

La inédita alianza entre sindicatos nace, según explica el SEPC en una nota, «después de un tiempo de establecer contactos con el objetivo de asegurar una unidad de acción» que tiene como fin «el ejercicio de la presión popular para desobedecer la más que previsible sentencia del Tribunal Constitucional prohibiendo la consulta».

Además de la huelga anunciada el día del veto, han asegurado que impulsarán «todo tipo de acciones y protestas» que se pretenden «masivas y contundentes». Todo con el objetivo de reivindicar «el espíritu de la desobediencia civil a favor de esta consulta en las universidades del Principat». De igual manera, dejaron claro que no se trata de un espacio cerrado, sino que «se pretenden hacer contactos a nivel local con los diferentes colectivos existentes, creando espacios abiertos de participación que hagan partícipes de este proceso a todos los estudiantes».

Los sindicatos estudiantiles se convierten, de esta manera, en unos de los primeros actores en dar el paso y sellar su compromiso y su unidad de acción en defensa de la consulta del 9N. Una iniciativa que se repetirá en otros ámbitos. Sin ir más lejos, hoy la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural presentarán la campaña de las próximas semanas en defensa de la consulta y del Sí a la independencia, mientras que en otro punto de Barcelona, diversos cargos de ERC, CUP e ICV-EUiA, así como varias personalidades de la sociedad civil presentarán el manifiesto ``Esquerres pel Sí-Sí'', que incide en la necesidad de entender el proceso catalán como una oportunidad para «construir un futuro de justicia social y libertad». B. ZALDUA