Iñaki IRIONDO

Tras volver de vacío de la Moncloa, Urkullu sigue esperando a Rajoy

Urkullu y Rajoy se reunieron en secreto el lunes en la Moncloa, y tras casi tres horas de conversación el lehendakari volvió de vacío. Pero Lakua «se resiste» a ponerse en la hipótesis de que el PP conteste negativamente a, por ejemplo, las transferencias pactadas con Zapatero.

Tras meses exigiendo una cita con el presidente del Gobierno español, Iñigo Urkullu y Mariano Rajoy se reunieron por fin el lunes y sin anunciarlo con anterioridad. Según el portavoz del Ejecutivo de Lakua, Josu Erkoreka, «las circunstancias hicieron que se tuviera que celebrar con celeridad». Preguntado por esas «circunstancias», explicó que «el fin de semana se produjo una llamada y la posibilidad de agenda de que la reunión se celebrara el mismo lunes. Ninguna de las partes planteó si el encuentro debía realizarse con cámaras o no». Ayer fue Lakua la que dio noticia de la reunión. Madrid no ha dicho nada.

El caso es que la apresurada visita del lehendakari a La Moncloa no resultó más productiva que las tres anteriores. Erkoreka lo dejó claro desde el primer momento: «Lo primero que podemos decir es que, a día de hoy, no se han producido avances significativos en ninguna de las materias planteadas por el Gobierno vasco desde el comienzo de la legislatura».

Y es que a pesar de que Rajoy conocía de antemano el catálogo de cuestiones que quería abordar el lehendakari -se las envió por escrito el 18 de julio y ya se las había comentado con anterioridad- el presidente español no dio satisfacción a ninguna de ellas. Aunque, según aseguró Josu Erkoreka, se «comprometió a dar una respuesta en el menor plazo posible».

El primer apartado de las peticiones de Iñigo Urkullu son de contenido económico y deberían acordarse antes del 31 de diciembre, fecha en el que el Gobierno de Rajoy aprobará su último presupuesto de la legislatura. En este capítulo destacan la negociación del Cupo, pendiente desde 2008, la financiación del TAV y la apertura 24 horas del aeropuerto de Foronda.

En el campo del autogobierno, Lakua reclama la concreción de las transferencias acordadas con Zapatero de Autopistas en concesión, líneas de ferrocarril y el Fogasa. Urkullu recordó que el Estatuto cumplirá 35 años y sigue sin completarse.

El último apartado es la búsqueda de un consenso en la «política de Estado para la paz», con propuestas para el desarme de ETA, el programa Hitzeman e iniciativas para favorecer la aplicación de la legislación penitenciaria ordinaria, y el Memorial de víctimas del terrorismo, que depende de Madrid.

«Resistencia» al pesimismo

El Gobierno reconoce que no ha habido avance alguno en ninguna de las materias y que el lehendakari esperaba «una respuesta más profunda y clara» de Rajoy a unos temas que están perfectamente identificados.

Pero Lakua no quiere perder la esperanza. Preguntado sobre que pasaría si la respuesta prometida por la Moncloa fuera negativa, por ejemplo en las transferencias pendientes, Erkoreka respondió que «no vamos a adelantar hipótesis que no tienen por qué producirse». A pesar de la inexistencia de avances en cuatro reuniones y que la negativa a completar el Estatuto «sería grave», afirmó que «se resiste el Gobierno en este momento en el que todavía está esperando a la respuesta a dar por supuesta la hipótesis de que no será satisfactoria».