Sus propias declaraciones denotaron el estado de nervios de PP y PSOE el día del referéndum escocés. Uno de los más expresivos fue el nuevo secretario de Organización del PSOE, César Luena, que confesó que «vamos casi a rezar» por una victoria del No. «Como casi todo el mundo», añadió en una entrevista a Onda Cero.

En el mismo tono, lamentó que este referéndum «claro que va a tener repercusión», dado que «anima a la movida», algo que tacha de «negativo».

Por contra, el portavoz de su partido en el Congreso, Antonio Hernando, si bien defendió también el No dijo ver positiva la iniciativa porque Londres ha gestionado el proceso «sin inmovilismo».

«Nosotros respetamos el proceso de referéndum, pero no compartimos la secesión de un territorio dentro de un país de la UE ni el establecimiento de nuevas fronteras», indicó Antonio Hernando en los pasillos del Congreso antes de elogiar la posición adoptada por los mandatarios políticos del Reino Unido, citando expresamente tanto a los conservadores como a los laboristas.

En las filas del PP, Mariano Rajoy eludió hablar del que era tema principal del día a nivel mundial. Pero el portavoz del partido en el Congreso, Alfonso Alonso, apeló sin tapujos a «la sensatez» de los escoceses para que rechacen la independencia. Y al igual que otros dirigentes del PP como Jesús Posadas, presidente del Congreso, admitió que «España se juega mucho». Pese a la insistencia del PP en desligar el proceso escocés del catalán o el vasco, la alarma resultaba muy evidente.

Pons apuesta por represalias

A preguntas de los periodistas, Alonso no confirmó si el Estado español pediría el veto en la UE a una eventual Escocia independiente, pero su compañero Esteban González Pons aseguró no tener ninguna duda de ello, en un tono mucho más contundente. «Desde luego, soy partidario de que no volviera a entrar en la Unión», afirmó a modo casi de represalia si vence el «Yes».

Pons aseguró en una entrevista a RNE que serían «muchos» los países que vetarían la entrada de Escocia a la UE, lo que tildó de «drama». Además, incidió en que «si Escocia se separa, Escocia se va, con todas las consecuencias, fuera de la UE y de la OTAN, sería un país tercero».

Mientras tanto, en el Congreso formaciones vascas, catalanas y gallegas hicieron un encendido elogio del proceso escocés y posaron con su bandera en una comparecencia conjunta que puso el contrapunto a las angustias de PP y PSOE.

Comparecencia conjunta

Allí estuvieron representantes de Amaiur, PNV, Geroa Bai, CiU, ERC, BNG y otros. Xabier Mikel Errekondo, diputado de Amaiur, emplazó a Rajoy a «tomar nota» y respetar el derecho a decidir de catalanes y vascos. Para Aitor Esteban, del PNV, es hora de que «el derecho constitucional del siglo XXI» llegue también al Estado español.

Estas comparecencias conjuntas resultan bastante habituales ya entre estos grupos diversos, unidos por la demanda del derecho a decidir. El ejemplo más reciente antes de este de Escocia fue el evento de apoyo a la manifestación de la Diada que tuvo lugar en la Cámara Baja hace justo una semana.

Todos los grupos tomaron la palabra en esta rueda de prensa conjunta. Uno de los más expresivos fue el portavoz de ERC, Alfred Bosch, que no dudó en reconocer «tremendos celos» de lo que ocurre en Escocia.

Incidió igualmente en la influencia de esta votación sobre el proceso catalán: «Las gaitas de la Historia van a llegar a las puertas de La Moncloa y su inquilino tendrá que decidir si responde tratando a Cataluña como si fuera Escocia o como si fuera el Sáhara», aseguró Alfred Bosch.

Participaron en esta demostración conjunta de apoyo a Escocia en el Congreso de los Diputados parlamentarios del PNV, Amaiur, ERC, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Nueva Canarias, Compromís-Equo y Geroa Bai.