Janina PEREZ TORONTO
Elkarrizketa
SUSANNE BIER
DIRECTORA Y GUIONISTA

«Quiero que la audiencia se permita sorprenderse»

Con «A Second Chance», la realizadora danesa se sumerge en las profundidades de los conflictos morales. Protagonizada por Nikolaj Coster-Waldau (de la serie de televisión «Juegos de Tronos»), este polémico filme llega a la competición oficial de Zinemaldia.

De una u otra forma Susanne Bier (Copenhagen, 1960) siempre se las arregla para estrujarle el corazón a la audiencia. En sus 15 largometrajes la realizadora danesa pone no un dedo, sino la mano entera en heridas y llagas muy difíciles de sanar.

Es una provocadora y ella lo admite, hasta lo celebra y lo recalca. Es que para la ganadora del Óscar por la mejor película de habla no inglesa en 2010 con «A Better World», lo de ver un filme debe causar una inquietud, una reflexión.

Esta vez la realizadora encontró en Nikolaj Coster-Waldau al actor ideal, «con su gran talento y mezcla de enigma y sensibilidad», para encarnar al detective de policía Andreas, «un buen tío en esencia, que un día hace algo que está muy pero muy mal», simplifica Bier lo que en realidad es un profundo drama con implicaciones morales.

La realizadora tiende a presentar personajes complejos, de muchas aristas y dimensiones, sumidos en profundos dramas y conflictos, y «A Second Chance», estrenada en el recién finalizado Festival Internacional de Cine de Toronto, donde hablamos con la directora, no está exenta de la controversia, ya que plantea un puñado de asuntos peliagudos.

¿Cómo llegó a la idea de esta película?

No teníamos una historia completa, sino que empezamos en un punto. Anders Thomas Jensen [el coguionista] tenía en la cabeza la imagen de alguien que le quitaba el bebé a una pareja de adictos a las drogas. Yo estaba trabajando en una historia muy diferente, y Anders me contó esa imagen, que me pareció interesante, ya que siempre me han obsesionado los casos de la gente que roba bebés. El proyecto partió de allí.

Teniendo la posibilidad de rodar en cualquier parte del mundo, ¿por qué volver a su país?

Sí que hubiéramos podido hacer la película en otro país, pero soy danesa y me gusta hacer filmes daneses al igual que producciones internacionales. También pienso que la escala de las películas danesas hace posible trabajar muy independientemente, y permite abordar temas polémicos en cierto modo. Es una suerte trabajar con esas condiciones.

¿Por qué es «A Second Chance» un filme polémico?

Es controvertido porque trata comportamientos al límite, extremos. La película plantea también la percepción que tenemos de otras personas, y no solamente del rol de padres y madres, sino más bien en general, sobre quiénes somos, y por qué nos permitimos juzgar. Pienso que todas las películas que he hecho están muy bien conectadas, y eso viene dado también por mi colaboración con Anders Thomas Jensen. Al leer sus historias te preguntas quién va a ver esa película, y esta sobre el papel no lucía nada fácil.

¿Esas historias tan perturbadoras hacen mejores personas a los espectadores?

Con una película le robas dos horas de tiempo a la gente, y esperas que preste atención, que se emocione, pero también quieres que se haga preguntas. No puedo decir que puede mejorar al espectador como persona, pero lo que sí creo es que se logra provocar a la audiencia a que piense sobre los aspectos que ve en esa película.

¿Cuál es su intención?

Quiero que la audiencia se permita sorprenderse. Eso ya es un gran objetivo, si se piensa que el público contemporáneo es muy listo haciendo suposiciones y atando cabos. Y para esta película de alguna manera es algo bueno. Quiero que la audiencia se tome un momento para reflexionar el dicho que reza «el objetivo justifica los medios». El protagonista hace algo que es completamente erróneo pero por otro hay que darse cuenta y aceptar que el mundo es así. Todos actuamos justificadamente, y son actos comprensibles.

Al igual que en otras de sus películas, su personaje principal es masculino. ¿De dónde le viene ese interés?

No ha sido así en todas las películas, pero tal vez sea debido a la colaboración con mi coguionista, que es hombre [reflexiona]. Desde niña siempre he tenido amistad con chicos, y de adulta sigue siendo así. Puedo decir que en cierto sentido he tenido una comprensión más fácil hacia los hombres que hacia las mujeres.

¿Es «A Second Chance» una película dura de ver especialmente para las mujeres?

No creo que sea necesariamente difícil para las mujeres. Es más, pienso que las mujeres son más fuertes que los hombres. Este filme lo que busca es que la audiencia tenga una experiencia realmente fuerte y provocadora. Porque en lugar de estar dos horas viendo algo que no te va a aportar nada, es mejor ver esta película, que sí tiene consecuencias y hace reflexionar.