Ion SALGADO

La Comisión para la Racionalización de Horarios propone una jornada flexible

El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, Ignacio Buqueras y Bach, defendió ayer una jornada laboral «libre y flexible». A su parecer, es un «error» aumentar las horas de trabajo y reducir los salarios, tal como proponen las patronales.

El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios, Ignacio Buqueras y Bach, defendió ayer una jornada laboral «libre y flexible» y rechazó la formula anticrisis de la patronal, que insiste en incrementar la jornada laboral y recudir los salarios. «Es un error», destacó ante los presentes en el Palacio Villa Suso de Gasteiz, donde el Foro Álava de Responsabilidad Social Empresarial (Foarse) celebró un congreso titulado «La racionalización de horarios: flexibilidad y productividad».

Según explicó, las empresas que aplican horarios racionales han logrado aumentar su productividad entre un 10 y un 15%, y han reducido los gastos, ya que al cerrar antes evitan costes asociados al consumo de energía. Además, el capital humano de esas sociedades mercantiles ha mejorado porque tienen más tiempo para disfrutar. «Pueden pasar más tiempo con sus familias, pueden aprender inglés... son libres para hacer lo que quieran», manifestó Buqueras y Bach, que recordó que las personas no viven para trabajar, sino que trabajan para vivir.

También hizo hincapié en la necesidad de implantar cierta flexibilidad en los horarios de entrada y salida del trabajo, y afirmó que la elección de jornada continua o partida está ligada al sector de la empresa y al tamaño de las ciudades, entre otros factores. Al fin y al cabo, tal como señaló, no es lo mismo vivir en una ciudad de 500.000 habitantes, donde una persona puede perder media hora yendo a trabajar, o en una de 100.000, donde los trabajadores pueden volver a casa para comer.

A su parecer, lo idóneo es comenzar a trabajar entre las 7.30 y las 9.00 y finalizar la jornada entre las 16.30 y las 18.00, parando 45 o 60 minutos para almorzar. «Aunque lo ideal sería salir de trabajar a las 17.00, que es lo que pasa en la mayoría de países europeos», matizó, tras insistir en que las empresas deberían fijar la hora a la que finalizan las reuniones.

Sus palabras fueron refrendadas por el director de Urkide, Aitor Pérez de San Román, el director de Icaza, José Ángel Icaza, y la gerente de Recursos Humanos de Loramendi, Almudena Molina, que se mostraron partidarios de adoptar medidas destinadas a mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar.

Critica el «prime time» de las televisiones estatales

El presidente de la Comisión nacional para la racionalización de horarios criticó que el prime time de las televisiones estatales finalice a las 24.00, cuando en la mayoría de países europeos las series, las películas y los debates acaban entre las 22.00 y las 22.30. A modo de ejemplo, cabe destacar la última entrevista al portavoz del Gobierno de Gasteiz, Josu Erkoreka, que fue emitida por ETB el pasado lunes a las 23.30.

«Lo de los partidos de fútbol a las 22.00 y a las 23.00 no pasa en ningún otro país», destacó Ignacio Buqueras y Bach, que interpeló a los políticos y a la ciudadanía para lograr un horario acorde al resto de países de la Unión Europea. No obstante, denunció que algunas personas con cargos importantes en grandes empresas, partidos e instituciones públicas «hacen todo lo que pueden» para que los horarios de televisión permanezcan igual.

Buqueras y Bach señaló que un cambio en la programación repercutiría en el descanso de las personas, ya que muchas se van tarde a la cama para ver un determinado programa en la televisión. Según explicó, dormir más horas es un buen remedio para luchar contra el estrés, reducir la siniestralidad laboral y acabar con el fracaso escolar. Ion SALGADO