Las fuerzas kurdas peshmergas y los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) lanzaron ayer una ofensiva conjunta en tres frentes del norte de Irak para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) del territorio que ocuparon el pasado agosto.

El portavoz peshmerga, Helgurd Hikmet, explicó que las tropas kurdas lograron avances en la zona de Rabia, en la frontera con Siria, donde han recuperado el control de varias aldeas.

«Es el punto de paso más importante estratégicamente hablando. Una vez que esté tomado va a cortar la ruta de suministros y facilitar la operación para llegar hasta Sinjar», afirmó un líder kurdo, en referencia a una montaña más al sur donde los miembros de la minoría yazidí se han visto atrapados por los milicianos de EI.

También tomaron la iniciativa con ataques a la población de Zumar, a las afueras de Mosul, y al municipio de Daquq, al sur de la ciudad petrolera de Kirkuk.

En total, los peshmergas se hicieron con el control de una treintena de puntos que antes estaban en manos de los yihadistas, señaló Hikmet.

El portavoz agregó que sus fuerzas cuentan con cobertura aérea de la coalición internacional liderada por EEUU, en la que ayer, por primera vez, participaron aviones británicos. Pero en Siria, el Estado Islámico consolida su avance y ha conseguido el control de al menos 325 pueblos, situados en la periferia de la ciudad de Kobani, desde que iniciara la ofensiva hace dos semanas en esta zona, donde más de 200.000 personas se han visto obligadas a huir en los últimos días.

Aunque los bombardeos de EEUU han causado más de 230 muertos -entre ellos civiles- en una semana, apenas han frenado el avance yihadista, que ayer se aproximó a menos de tres kilómetros de Kobani. «Los choques más intensos se registraron al este de Kobani, pero también hay combates al sur y al oeste», indicó el presidente de la región autónoma kurda de Kobani, Anuar Muslem

Muslem destacó que el EI emplea armas pesadas y tanques en su ofensiva, frente al armamento menos potente de los combatientes kurdos.

Desde el pasado día 16 el progreso sobre el terreno de los yihadistas ha sido imparable, pese a la resistencia kurda.

Temor a una masacre

El líder del Partido Unión Democrática Kurda (PYD), Saleh Muslim, pidió a los países occidentales que suministren armas a sus fuerzas, advirtiendo de que sus combatientes están superados y podría haber una masacre si no llega ayuda pronto.

«Estamos pidiendo a todo el mundo que pueda ayudarnos que suministre armas a la gente que está combatiendo contra los tanques y artillería, pero nadie está haciendo nada. Hay muchos que se están convirtiendo en mártires», señaló a Reuters durante una misión diplomática a Europa. «Turquía y otros países están impidiéndolo porque no quieren que los kurdos sean capaces de defenderse a sí mismos», denunció

«Si el EI consigue llegar a la ciudad, destruirán todo y masacrarán a la gente. En unos días todo estará resuelto de un modo u otro», alertó.