GARA BILBO
ATHLETIC La dolorosa derrota en Borisov sigue coleando

Caras largas en la vuelta a casa

El equipo aterrizó en Loiu tras más de tres horas de viaje y se fue directo a Lezama, donde Valverde tuvo una charla con sus jugadores.

Caras largas y pocas palabras, como era de esperar, en la vuelta a casa de la expedición rojiblanca. Tras aterrizar en Loiu hacia las 13.00, después de un incómodo viaje de unas tres horas, el primer equipo se dirigió directamente a las instalaciones de Lezama, donde los jugadores se ejercitaron por grupos pensando ya, o al menos intentándolo, en la visita del domingo al Santiago Bernabéu.

Ernesto Valverde dedicó unos minutos a charlar con sus jugadores, se supone que para levantar el ánimo y aclarar ideas, antes de que se dividieran para realizar distintos ejercicios: los titulares del martes completaron una suave sesión de recuperación y se retiraron a vestuarios antes que sus compañeros, quienes continuaron entrenando sobre el verde un rato más.

La plantilla disfruta hoy de una jornada de descanso, que seguro vendrá bien para intentar desconectar de las duras críticas recibidas por la derrota del martes en Borisov, y volverá al trabajo mañana a las 10.30. El equipo volverá a entrenar el sábado a las 18.00, a puerta cerrada, y viajará el domingo por la mañana para jugar ese mismo día en Chamartín a las 21.00.

Todos coinciden: intensidad

Mientras tanto, al igual que los propios protagonistas, los aficionados rojiblancos siguen preguntándose qué le ocurre al conjunto bilbaino, por qué no acaba de dar el nivel de la pasada temporada o incluso el del comienzo de esta misma campaña. Y a diferencia de lo que sucedió tras el empate contra el Eibar, donde el debate se centró en los problemas del equipo para hilvanar jugadas y crear oportunidades de gol, parece que en esta ocasión casi todos coinciden en que el principal problema fue la falta de intensidad.

«Es fácil de explicar. Nos han superado en intensidad, en fortaleza en las disputas y en segundas jugadas», explicaba preocupado Ernesto Valverde tras el partido. «Sin intensidad no vamos a ir muy lejos», coincidía Mikel Balenziaga. «Lo que nos ha traído hasta aquí es la intensidad, correr más que los contrarios, y hoy no lo hemos hecho», se extendía Markel Susaeta. «Hemos estado francamente mal, nos han superado en todo», remataba Aritz Aduriz.

Una cosa no quita la otra. Valverde «sigue buscando» el jugador que haga olvidar a Ander Herrera en la media punta, donde en la segunda mitad del partido del martes probó a Óscar de Marcos, tal y como hizo anteriormente con Beñat, Rico, Unai López, Aketxe, Muniain y Viguera. Pero ahora mismo la prioridad debe ser hacer recobrar la confianza a los jugadores.

En la Champions hay razones para no caer en el pesimismo, porque el empate entre el Shakhtar y el Porto deja el grupo abierto y una victoria en Portugal, con la dificultad que entraña, volvería a meter a los rojiblancos en la pelea por el billete para octavos. Más peliaguda se presenta el corto plazo en Liga, con la visita al Real Madrid, pero después vendrá un parón que, como dijo Muniain, hay que aprovechar para «cargar las pilas y dar la vuelta a esto».