Tomás Urzainqui Mina
Historiador
GAURKOA

Las confusiones entre fueros y fuerismos

El autor hace una lectura sobre los fueros y los fuerismos existentes en Nafarroa para defender que es preciso distinguir varios conceptos. Así, aclara que mientras los primeros son una realidad «objetiva», es decir, que hacen de Nafarroa «una sociedad independiente con sus leyes, los derechos propios o fueros», los fuerismo son «subjetivos» y hacen que a menudo los fueros resulten «desfigurados» en un marco de «consquista continuada» de Nafarroa.

Las diversas tendencias ideológicas en Navarra a lo largo de los últimos doscientos años se han posicionado todas ellas con relación a la misma realidad objetiva, «los fueros», realidad que con la conquista continuada y sus efectos sobre los fueros queda todavía más confirmada como núcleo sustancial jurídico-político de esta sociedad.

No se debe hablar de las ideas subjetivas de los «ismos», «fuerismo», «nacionalismo», sin tener presente a la vez los conceptos objetivos, «fueros» e «independencia». La necesidad de poner en relación lo objetivo y lo subjetivo viene dada no solo por el imperativo general del ser humano que influye con su propensión fabuladora, que le inclina, podemos decir que casi genéticamente, a convertir las situaciones objetivas y reales en relatos más o menos interesados, cuando no fantasiosos, a menudo contrapuestos a la realidad, confirmando aquello de quedarnos en las ramas sin ver el bosque, sino que, como consecuencia del negacionismo inducido por la conquista continuada que padece la sociedad navarra, se oculta la realidad objetiva de los fueros de la libertad y la independencia.

La realidad objetiva es la existencia de una sociedad independiente con sus leyes, los derechos propios o fueros, la conquista de Navarra, y además en una realidad actual y presente, por tratarse de una conquista continua o continuada. Pero por otro lado, la conquista es hoy ocultada y manipulada, también por diversos motivos.

El patriotismo navarro se manifiesta transversal, con mayor o menor intensidad, en todo el abanico ideológico. Ciñéndonos a la época contemporánea se pueden agrupar las diferentes visiones, que se generan alrededor del hecho central de la conquista continua y su efecto sobre los Fueros, en las siguientes tendencias:

1. Fuerismo ilustrado: Asentado en el tercer estado de las Cortes de Navarra, algunos de cuyos miembros eran de la Real Sociedad Vascongada. (Vidarte). 2. Fuerismo aristocrático (Guendulain, Elío, Ezpeleta). 3. Fuerismo liberal (Vidarte, Sagaseta, Xavier Mina, Ochoa, Ozcariz). 4. Fuerismo dinástico-absolutista (carlista). 5. Fuerismo dinástico-liberal: conservador. 6. Fuerismo republicano y federal (Olave, Landa). 7. Fuerismo euskaro: napartarra (Aranzadi, Campion, Oloriz). 8. Fuerismo y nacionalismo vasco (antepone una idea de la nación, étnica y lingüística a sus derechos y libertades negadas). 9. Fuerismo y unionismo (el dictador Primo de Rivera fundó su partido único llamado Unión Patriótica española, los miembros y sucesores del mismo constituyeron sucesivamente Unión Navarra y UPN). 10. Fuerismo y socialismo: republicanos (Salinas, García Larrache). 11. Fuerismo de juristas patriotas (Sagaseta, Morales, Oroz, Santamaría Ansa, Salinas Quijada).

Por ello, no hay que confundir el objeto jurídico-político, los Fueros, con las diversas tendencias ideológicas sobre los mismos. Conceptos o realidades objetivas: fueros, independencia. Conceptos subjetivos: «ismos», fuerismo y nacionalismo.

En estos momentos en que el régimen político imperante se tambalea, y no solo por la crisis económica global, surge el interés entre la vapuleada ciudadanía por saber qué son y qué no son los Fueros. Ante todo los Fueros son la legalidad legítima y propia, fruto de la libertad, soberanía e independencia de la sociedad navarra, sus leyes públicas y privadas, políticas, constitucionales, administrativas y civiles, mientras que no son Fueros, como sostienen algunos, los falsamente llamados pactos, imposibles por desiguales. Por otro lado, el hecho de que todas las tendencias ideológicas se prediquen fueristas, muchas veces de forma exclusiva y excluyente, hace que los perfiles de los fueros resulten a menudo desfigurados.

La realidad objetiva del Estado navarro y de la nación navarra independiente: Navarra, sujeto político, nacional e internacional, tiene legitimidad, legalidad, unidad, territorialidad, jurisdicción, sociedad y soberanía.

Asamblea Nacional, ideada en el tercer estado de las Cortes de Navarra en 1795, sistema jurídico navarro, Estado navarro, España veta en 1830 su reconocimiento. En el Tratado internacional en 1856, figuran las dos Navarras.

Además esa apariencia de universalidad que sostienen algunos, a la vez con tintes muy folclóricos, sólo busca ocultar la conquista continuada de Nafarroa Osoa, así como la negación del Estado y Nación propios. Es la tácita afirmación de que la ciudadanía de Nafarroa Osoa no sería universal, por lo que necesitan un seudouniversalismo apátrida y folclorista, así sólo quedarían con la condición de universales de verdad los ciudadanos de España y Francia. Se trataría de, en resumen, levantar una dicotomía: «Folclore sí, Derecho no», profundizando en la trivialización de todo lo referente a esta nación conquistada, que para ello tiene que ser sutilmente minorizada, vulgar, banal, superficial, marginal, torpe, hosca, primitiva y simple.

A mi entender, no se puede afirmar científicamente que Euskal Herria haya creado a Navarra. Ambas no existían como tales en el siglo VII, era el tiempo de la Vasconia. La unidad política y estatal de la Nafarroa Osoa hizo posible la unidad lingüística posterior de Euskal Herria y no al revés. El tema de los supuestos orígenes lo están utilizando los adversarios de la realidad de la Nafarroa Osoa, alegando que Euskal Herria ya existía antes, para algunos de ellos desde hace miles de años. No es un asunto baladí, tiene además calado político actual. Nafarroa surge como consecuencia de las duras vicisitudes políticas que estaba teniendo Vasconia en la antigüedad tardía, durísimamente violentada por las invasiones sucesivas de musulmanes y francos. Es el triunfo político de Nafarroa, primero como reino de Pamplona, frente a francos, normandos, leoneses y musulmanes, lo que hace posible el nacimiento de Nafar Herria, la tierra donde habitan los que se gobiernan por sus propias leyes independientes de los poderes extranjeros y que hablan la lengua de los navarros, o euskaldunes, antes de la dialectización sobrevenida con las conquistas continuadas de la Navarra Entera que llegan hasta el presente.