Jon GARMENDIA BIARRITZ
Elkarrizketa
CRISTIAN JIMENEZ
Director de «la Voz en off»

«Una película es siempre una historia, pero también es una especie de escultura»

Cristián Jiménez es un joven valor chileno, director de cine y guionista, además de un buen escritor de cuentos y creador de series para la televisión. Con su anterior película, «Bonsái» (2011), consiguió competir en la Sección Oficial de Cannes, y ahora defiende su última creación, «La voz en off» (2014), película con la que compitió en Zinemaldia y ahora hace lo propio en el Festival de cine Latinoamericano de Biarritz.

¿Qué es lo que espera recibir del Festival de Biarritz?

Para nosotros es muy importante estar aquí, la relación que tenemos con este festival viene de lejos, y ha sido muy productivo para nosotros, siempre hemos encontrado un público caluroso, interesado en todo aquello que se hace en América Latina, y además numeroso. Recientemente hemos presentado la película en el Festival de cine de Donostia, así que venimos de cerquita, pero desde Biarritz llegamos al público francés, ya que la película es una coproducción chilena y francesa. La estrenamos aquí, y digamos que es el primer paso en el camino para presentarla después al público francés.

«La voz en off» se sitúa en Valdivia, la ciudad en la que usted nació, ¿es un homenaje a su origen?

En ningún caso es un homenaje, yo diría que es una mirada sobre la vida cotidiana, donde existe el elemento periférico, provinciano, por el hecho de vivir lejos de la capital, Santiago de Chile, que a su vez está lejos de las demás capitales; y a la hora de plasmar la contradicción que existe entre algo moderno y algo provinciano, eso Valdivia lo ofrece con una buena intensidad.

¿Pretende mostrar una vida tranquila, la vida de una familia normal, que a su vez está llena de problemas, y más aún cuando esos problemas están en boca de todos?

Claro. La película habla de una familia en calma, a la que aparentemente le van bien las cosas, pero vive en una pequeña ciudad, en una pequeña comunidad, en la que todo y todos se conocen, y la vida de esa comunidad está dentro del campo de mirada de cada uno. No creo que el qué dirán sea tan central en la película, el asunto tiene que ver con cómo se habla de ciertas cosas, y de cómo no se habla de otras, de todo lo que ocurre en la historia de una familia cuando se hace necesario hablar de algo importante.

Podríamos decir que rompe el molde cinematográfico chileno de los últimos años, que el suyo es más bien un estilo propio, diferente, moderno, muy Indie...

Sí, es verdad que es diferente. Yo no diría que es cine Indie, no me siento identificado con él, por el hecho de que el cine Indie alude o está conectado a esas cuestiones de modas, con una sensibilidad contemporánea, lo que en Chile llamamos «lo ondero», y yo siento que mi película camina por unos senderos que son incluso clásicos. Una película es siempre una historia, pero es un objeto, una forma de filmar, una manera de conseguir una estructura, como una especie de escultura, donde hay que pensar en múltiples dimensiones, y todas esas dimensiones juntas tienen que hablar. No es simplemente un vehículo para transmitir un mensaje, no es solo eso. A mí me gusta que una película se emancipe de mí, que tenga su propia voz.

Pero, ¿se identifica con el cine chileno?

Me identifico con ciertos directores chilenos, o por lo menos los admiro, como por ejemplo Raúl Ruiz, que es una gran referencia para mí, y para tanta gente... También Ignacio Agüero, que es un director de documentales con una obra pequeña pero muy contundente, y resulta una inequívoca influencia para los directores de ficción, además hace un breve cameo en mi película, por la que le estoy agradecido. No me puedo olvidar de Alicia Scherson, con la que voy a codirigir una película ahora, y cuando uno hace este tipo de alianzas evidentemente es por que hay admiración y mucho respeto; hay deseos de colaborar y compartir cosas hoy en día entre las personas que trabajamos en el cine chileno.

¿Y cuál es la salud actual de ese cine?

Es un momento donde hay mucha vitalidad, hay una producción amplia y muy diversa, nunca había habido una producción tan voluminosa desde que existe el cine chileno, y yo creo que eso es bueno; que es bueno que el cine chileno no se encasille en ninguna parte, sino que haya búsquedas tan diversas, que haya cine de género, apuestas industriales, propuestas minimalistas, experimentales, que tratan de subvertir los géneros desde distintas maneras, gentes de diferentes edades, de distintas regiones... y que todo eso sea llevado a una pantalla es muy valioso. Quizá hay un punto de inflexión, una encrucijada, porque hay que elegir el camino a donde llevar todo eso, dar un paso importante para consolidar el cine chileno, y llevarlo a zonas de mayor importancia.

Jaialdi jendetsua Biarritzen

Besarkadak banatzen dituzte Biarritzen Latinoamerikako Zinema Jaialdiaren karietara, eta aurten 23. urtea dute. Baina besarkadak ez dira soilik Amerikatik heldu diren zinema zuzendari eta aktore ezagunei ongi etorria emateko, sari nagusia «Abrazo» izeneko eskultura baita, besarkada, eta film labur, luze eta dokumental ataletan garaikur hori eramaten dute etxera lan onenek. Aurtengo edizioa astelehenean zabaldu zuen Damian Szifron argentinarraren «Relatos Salvajes» pelikulak eta zuzendariak irekiera ekitaldirako prestatutako hitzak besarkadari buruz izan ziren: «Bi pertsona elkarri helduta, komunikatzen, hori egiten dugu pelikula batekin, besarkatu. Pelikula bat zuzendariaren eta aktoreen arteko besarkada da, ekipo guztiaren artekoa, eta baita publikoari emandakoa ere, zinemaren ariketa azaltzeko egokia». Orain arteko egunak jendetsuak izan dira, aretoak bete-bete, eta asteburuan hurbilduko den jendea non sartu baino ez da kezka nagusia. Ikusmin berezia sortu duten filmak anitz dira, agian Laurent Canteten «Retour à Ithaque» horren guztiaren gailen. Jaialdi handi eta ederra, aldarrikapenik ere falta ez dena, «La voz en off»-eko aktore nagusia den Ingrid Isenseerena bezala: «Txileko telebistan programa onenak desordutan jartzen dituzte, aitzakia gisa, jarri dutela esateko, baina ordu garrantzitsuetan interesik gabeko gauzak jartzen dituzte ikusgai, eta horren aurka jende asko ari da borrokan». Guk ere, gure aldarrikapena eginen dugu, kulturen elkartze eta besarkada den jaialdiak ezin du bazterrera utzi bere adierazpen ofizialetatik euskal lurreko ikur garrantzitsuena: euskara. J.G.