Pablo RUIZ DE ARETXABALETA
OFENSIVA YIHADISTA EN KURDISTÁN

La esperanza del coraje y organización kurdos

Una brigada de Komite Internazionalistak constató el mes pasado en Kurdistán la capacidad de movilización del pueblo kurdo ante el ataque yihadista y para construir un modelo de organización propio.

Alos pocos días de la llegada de la brigada de Komité Internazionalistak a Kurdistán -en el territorio bajo administración turca-, comenzó la ofensiva del Estado Islámico (EI) contra la ciudad de Kobane en Rojava, donde en medio de la guerra civil siria, hace dos años que su población ha levantado un modelo organizativo «no solo de los kurdos, sino de árabes, armenios, alevíes...», señala Igor Olabarrieta, responsable de la brigada. Un modelo en peligro. Y menciona también las guerrillas, «mixtas las YPG, y las YPJ de mujeres YPJ. Son el pueblo armado para la defensa del pueblo. Son los que hacen frente al ataque», señala.

Aunque no pudieron pasar a Rojava por el estallido de los combates, llegaron a la frontera sirio-turca tomada por fuerzas policiales y militares. «Pero la gente estaba en la calle», recuerda. Allí vieron una multitud que intentaba pasar a Turquía «con ovejas, gallinas,... lo poco que tenían».

A la vez, siguiendo el llamamiento de organizaciones kurdas «miles de personas intentaban pasar a Kobane para ayudar en su defensa. Turquía bloqueó la frontera y todos los días había incidentes. Echaron abajo la alambrada y muchos pasaron, a pesar de que era terreno minado». «La gente estaba bajo el sol, sin nada que comer ni beber», explica Olabarrieta, aunque desde los pueblos de alrededor les llevaban agua y apoyo. Uno de ellos albergaba a veinte personas en su casa. «'Son mis hermaos' decía». «Cuando llegó más gente en autobuses y coches, el Ejército se puso nervioso y empezó a reprimir». Sobre la ofensiva del EI, Olabarrieta denuncia la «implicación directa» de Turquía, y asegura que apoya al EI, tanto militarmente como con financiación y dejando pasar armas por la frontera. «No puede ver en su frontera un estado autónomo construido por los kurdos y otras minorías».

«Los kurdos dicen que están solos. están defendiendo su tierra con AK-47 pero enfrente tienen tanques y armamento pesado. Es difícil». Sostiene que Ankara, en lugar de intervenir, debe dejar de ayudar al EI, admitir oficialmente el funcionamiento autónomo de Rojava y sacar al PKK de la lista de organizaciones `terroristas'», aceptándolo como interlocutor de los kurdos.

Respecto a una eventual intervención turca, asegura que significaría la ocupación de Rojava. La postura de Turquía hace creer al brigadista que la situación no aguanta más y el proceso de paz se romperá, pero observa que, a la vez, los kurdos necesitan la paz y tomar las armas supone dividir sus fuerzas en dos frentes.

«Ideas y fuerza para organizarse tienen de sobra, así como capacidad para de hacer frente a la represión y continuar», afirma. Destaca la gran movilización desde que comenzó al ofensiva, sobre todo de jóvenes y mujeres. Cuando acudían a algunas reuniones los interlocutores ya no estaban. «Están en la frontera» o «ya han pasado» les decían. «Me he quedado sorprendido con eso», subraya, destacando al capacidad de seguir adelante tras «la represión que están sufriendo en Turquía, 6.000 presos políticos 17.000 desaparecidos, la Policía y el Ejército encima...La gran esperanza es el coraje de la gente. Lo que han hecho hasta ahora sin ayuda es impresionante».

Sobre todo en el modelo que han empezado a construir y están aplicando en Rojava. «No quieren construir un Estado para reprimir a una minoría. Tienen claro que tienen que hacerlo entre todos. Están construyendo un movimiento asambleario dejando claro que cada etnia, religión y cultura estén representados. Y eso en todos los sitios. Ellos dicen que no es un modelo solo para los kurdos, sino para toda la zona», explica.

Más crítico se muestra con el Gobierno kurdo del sur, en Irak. «Uno de los cantones de Rojava está pegado al Kurdistán iraquí y no pasan ni alimentos ni medicinas». Asegura que los kurdos del norte se siente dolidos y critican a «ese gobierno que tiene relaciones con EEUU, con Israel, sobre todo en el negocio del petróleo y con Turquía relación económica muy fuerte. Pero dicen: `ahí viven nuestros hermanos también. Tenemos que hablar con ellos y acordar una salida para todo Kurdistán. Y tenemos que construir algo entre todos'».

Como ejemplo, pone el de los yezidíes que huyeron del ataque del EI y «todos cuentan cómo los peshmergas les dejaron solos: 'Gracias a la guerrilla del PKK que bajó de las montañas de Kandil e hizo frente al EI y abrió un corredor para que saliéramos. Si no hubiéramos muerto todos'».