Iraia OIARZABAL

Zestoa acogerá el depósito de residuos inertes de Gipuzkoa

La cantera Osinbeltz de Zestoa, actualmente en desuso, es la ubicación elegida por la Diputación de Gipuzkoa para establecer el depósito de residuos inertes, aquellos que no se pueden recuperar para reciclaje o compostaje y que tras ser inertizados en la planta de tratamiento mecánico-biológico de Zubieta no generarán olores ni contaminación.

La Diputación de Gipuzkoa ha concretado su próximo paso en el marco del plan de gestión de residuos con la implantación para finales de 2015 del depósito de residuos inertes en la cantera Osinbeltz de Zestoa. Según fuentes forales, tras estudiar diferentes opciones, dos han sido las razones principales para decidirse por este emplazamiento. La primera, que se trata de la mayor cantera de Gipuzkoa que está en desuso. La segunda, que conlleva un proyecto de recuperación paisajística de la zona a través de trabajo de relleno.

Así, la institución foral cierra el calendario de objetivos dentro de su estrategia de gestión sostenible, que busca generar la menor cantidad de residuos posible y maximizar el porcentaje de reciclaje. En esta línea, una vez descartada la incineradora de Zubieta, plantea la creación de una planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB) y un depósito de los residuos inertizados que provengan de ella.

El funcionamiento es el siguiente: una parte de los materiales que lleguen a la planta TMB se recuperarán para su posterior compostaje o reciclaje y otra parte se inertizarán. Es decir, se les retirará el gas, el oxígeno y el líquido que contengan de manera que no generarán ni olor ni contaminación. En total, tendrá capacidad para recibir 170.000 toneladas anuales de fracción resto que tras inertizarse se trasladarán al depósito de Zestoa.

Está previsto que dicho depósito pueda contener el material durante un periodo de 15 años, aunque dicho plazo podría alargarse en caso de continuar en la senda de aumento del porcentaje de reciclaje y, por tanto, de reducción de la fracción resto.

Actualmente, Gipuzkoa supera el 40% de la tasa de reciclaje. Con esa cifra sobre la mesa, la Diputación calcula que la planta de Zestoa acoja unas 70.000 toneladas de residuos inertes al año. Como comparativa, hasta hace poco eran 270.000 toneladas al año las que se depositaban en los tres vertederos del territorio.

Según fuentes forales, este material será tratado con las leyes más rigurosas existentes en esta materia. En concreto, se basarán en la normativa alemana para medir el nivel de oxígeno existente en los residuos y garantizar que tras ser tratado no sea perjudicial para el medio ambiente.

Compostaje

A la apertura del depósito de Osinbeltz le precederán otras medidas, como el cierre de vertederos y la puesta en marcha de plantas de compostaje. El primero de los vertederos en clausurarse será el de Urteta (Zarautz) a finales de este año. Le seguirá el de Lapatx (Azpeitia) en abril de 2015 y, finalmente, el de Sasieta (Beasain) a finales de ese mismo año.

De este modo, los residuos pasarán a gestionarse en las plantas de compostaje de Lapatx que actualmente está en marcha, de Epele (Bergara) -ya en construcción- y de Zubieta, que entrará en funcionamiento a finales de 2015.

Con todo ello, se pretende impulsar hábitos más respetuosos con el medio ambiente tanto entre los ciudadanos, promoviendo el reciclaje, como a través del tratamiento sostenible de los residuos. Es por ello que el plan de Gipuzkoa rechaza tanto la utilización de vertederos como la implantación de la incineradora de Zubieta.

En el caso de esta última, además de su enorme coste económico, que hace imposible la viabilidad de la infraestructura, cabe destacar que también sería necesario un vertedero para las cenizas provenientes de la misma. Un residuo altamente contaminante que contraviene con el principio de sostenibilidad.