La parlamentaria de EH Bildu Maribi Ugarteburu, acompañada de otras parlamentarias y junteros de Bizkaia, se preguntó ayer al inicio de la manifestación de los trabajadores de Bizkaibus «¿a qué está esperando la Diputación de Bizkaia para evitar que se destruyan cerca de 300 empleos?».

Ayer se cumplió la séptima jornada de paro. Hoy harán descanso, aunque la Diputación ha llamado a los sindicatos para mantener una reunión. Todas las centrales exigen a la Administración foral que cumpla lo acordado en octubre pasado y rectifique en la distribución de las líneas de autobuses y en el recorte de servicios para evitar que entre 200 y 300 trabajadores se queden sin empleo en cuanto comience a funcionar el nuevo servicio de líneas, es decir, desde noviembre.

Ugarteburu trasladó a la plantilla de Bizkaibus su «total y absoluto apoyo en su legítima reivindicación» y recordó que EH Bildu lleva desde el comienzo del conflicto del lado de los trabajadores y de los usuarios. «No solamente es su reivindicación laboral, sino de todos los usuarios del transporte público en Bizkaia», manifestó.

A su juicio, la pregunta que el PNV debe responder es simple «¿a qué esta esperando la Diputación vizcaina para cumplir el acuerdo de otoño pasado y para garantizar un servicio de transporte público de calidad?» y añadió «¿a qué esta esperando para evitar que se destruyan cerca de 300 empleos?».

A juicio de la parlamentaria de EH Bildu, «una vez más, es cuestión de voluntad política». Para ello, puso el ejemplo de Gipuzkoa en el que ante un panorama parecido, la Diputación, atendiendo a las sugerencias ciudadanas, va a proceder al aumento de líneas de transporte público el año que viene y un aumento de puestos de trabajo, 57 en concreto». Por lo que dijo que, ante la reunión que se celebrará hoy, «si se quiere, se puede. En Bizkaia ¿por qué no?. Esa es nuestra pregunta y también nuestra reclamación».

Los sindicatos manifestaron ayer que la Diputación de Bizkaia está dejando pasar el tiempo para encontrar un problema «que ha creado ella misma, después de haber alcanzado un acuerdo para no destruir empleo hace un año». Por lo tanto, las centrales indicaron que la institución «tiene en su mano poner fin al conflicto, pero con las garantías del empleo».