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Canadá reafirma su posición contra el EI tras los dos «ataques terroristas»

Ottawa intentaba ayer recuperar la normalidad perdida después de que las autoridades canadienses confirmaran el carácter «terrorista» de los dos ataques producidos en el país en tres días, el último contra el Parlamento. Stephen Harper reiteró el compromiso de Canadá con sus aliados en la lucha contra el Estado Islámico tras ser golpeado por primera vez en su territorio por el extremismo islamista, al que se atribuyen los atentados.

El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, afirmó que su país «no será intimidado» por los últimos ataques en su territorio y aseguró que redoblará sus esfuerzos para combatir el «terrorismo», varias horas después del tiroteo en el Monumento a la Guerra y el Parlamento, en Ottawa, en el que murieron un soldado y el atacante, y dos días después de que otro militar falle- ciera al ser atropellado deliberadamente por un joven «radicalizado» que fue abatido. Harper indicó que la muerte del lunes fue causada por un «terrorista inspirado en el Estado Islámico».

Las dos personas identificadas como los autores de los ataques del lunes, Martin Couture-Rouleau, y del miércoles, Michael Zehaf-Bibeau, son dos ciudadanos canadienses convertidos recientemente al islam, según fuentes de los servicios de seguridad, aunque ayer descartaron cualquier conexión entre ellos.

La Policía canadiense informó ayer de que los ataques en Ottawa fueron cometidos por una sola persona y desmintió que se hubiera producido un tercer incidente en un centro comercial.

El jefe del Gobierno subrayó que ambos ataques son un recordatorio de que «Canadá no es inmune a los ataques terroristas que hemos visto en otras partes del mundo», pero insistió en que «no seremos intimidados».

«Esto solo reforzará nuestra decisión y redoblará nuestros esfuerzos para tomar todas las medidas necesarias para identificar y enfrentarnos a las amenazas y mantener Canadá segura», dijo.

Además, incidió en que estos ataques reforzarán la cooperación de Canadá con sus aliados para «luchar contra las organizaciones terroristas que brutalizan a otros en el extranjero con la esperanza de traer su salvajismo».

Estos incidentes ocurrieron pocas semanas después de que el Parlamento de Canadá autorizara participar en las operaciones de combate de la coalición que lidera EEUU contra el EI en Irak y Siria. El martes, seis aviones de combate CF-18 Hornet partieron de su base en Canadá con destino al golfo Pérsico, una decisión que la oposición criticó y Harper justificó al afirmar que los yihadistas representan una amenaza para la seguridad de Canadá.

Al pie de la letra

Matar por sorpresa a un soldado de guardia ante un monumento, atropellar a militares en una carretera: los dos canadienses autores de los ataques realizados en los últimos días en Canadá aplicaron al pie de la letra las consignas de Al Qaeda y del EI.

Desde hace unos años, Al Qaeda exhorta a sus partidarios, en artículos de revistas y vídeos en Internet, a actuar sin esperar, sin órdenes precisas y sin organización que los entrene o apoye, glorificando de antemano a esos «héroes de la yihad individual». Antes de que se abriera el frente sirio, era difícil y peligroso llegar a una «tierra de yihad» y acoger a voluntarios venidos de todo el mundo. Pero desde 2010 no han cesado los llamamientos a los «musulmanes de Occidente» a la «yihad individual» y las revistas yihadistas en internet han publicado fórmulas para fabricar bombas artesanales y listas de blancos encabezadas por militares de las potencias occidentales, políticos que «hacen campaña contra el islam» y los lugares que simbolizan el poder en EEUU y en sus países aliados. Y preconizan que todos los medios son buenos para atacarlos: dispararles con armas de guerra o de caza, apuñalarlos, poner bombas artesanales, expandir veneno, utilizar como arma un automóvil o un camión... «El enemigo está en todas partes», advierten.

Hace unas semanas, el EI, que no obedece a Al Qaeda, instó también a matar ciudadanos de los países miembros de la coalición que combate al grupo yihadista, en particular estadounidenses y franceses.

Los expertos alertan hace tiempo sobre el peligro que representan esos individuos aislados que, aunque no están en condiciones de organizar ataques de envergadura, son imposibles de detectar cuando se muestran discretos.

Medio millar de muertos en un mes de bombardeos en Siria

Más de medio millar de personas han muerto en el primer mes de la ofensiva de la coalición internacional liderada por EEUU contra el Estado Islámico (EI) en Siria. Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 464 de los 553 muertos en esos ataques son combatientes del EI (la mayoría extranjeros) y 32 son civiles (entre ellos seis niños y cinco mujeres).

La cifra de muertos en el EI podría ser mayor debido al hermetismo que guarda sobre sus bajas y la dificultad para llegar a algunos lugares, según el OSDH.

Los objetivos de la alianza que lidera EEUU se han centrado principalmente en grupos de yihadistas, cuarteles y plantas petrolíferas en las provincias de Homs, Hama, Deir al Zur, Alepo, Al-Hassaka y Al-Raqqa, considerada el principal feudo de los yihadistas, que en las últimas semanas también han sufrido intensos bombardeos y combatido contra fuerzas kurdas en Kobane. Ayer el EI tomó el control de un monte en el oeste de esta ciudad kurda, enclave que tiene sitiado desde hace más de un mes.

El Movimiento de la Sociedad Democrática, que integra al PYD, y el Consejo Nacional Kurdo -principales partidos kurdos en Siria- acordaron ayer formar un organismo conjunto para administrar las zonas de mayoría kurda, hablar con la comunidad internacional y hacer frente al «peligro que los yihadistas suponen para Kobane».

Entre el PYD y el Consejo han existido fricciones, ya que se acusaban de querer acaparar el poder. Además, el Consejo se adhirió a la opositora Coalición Nacional Siria, en un gesto que el PYD rechazó seguir al considerar que la Coalición no tenía un plan claro sobre un Estado federal en el caso hipotético de que Bashar al-Assad fuera derrocado. GARA