El Gobierno asumió públicamente el compromiso de que esta vez no pondría en bandeja de plata al Gobierno español la posibilidad de impugnar la segunda convocatoria del 9-N (...). Según los datos anunciados ayer por la vicepresidenta del gobierno, Joana Ortega, ya se puede asegurar que el 99,04 por ciento de los municipios catalanes han ofrecido sus locales para que se pueda celebrar la consulta, lo que se traduce en la respetable cifra de 6.403 mesas o puntos de participación que estarán a disposición de la ciudadanía. Todo ello garantiza que toda la población que quiera participar -un universo potencial de 5,4 millones de personas- lo podrá hacer sin necesidad de desplazarse de su municipio. Uno de los datos más espectaculares es la de los voluntarios que han respondido a la llamada institucional para hacer posible la jornada de votaciones: 30.231 personas en total. (...)

Lo más importante ahora es que, polémicas políticas al margen, el Gobierno se centre en lo más importante de todo: abrir camino para una celebración pacífica y técnicamente impecable del 9-N, a la vez que bloquear las ganas que tiene el gobierno español de impedirlo. En este sentido, la reunión de ayer entre el presidente Artur Mas y el líder de ERC, Oriol Junqueras, sirvió para afianzar la implicación de los republicanos en la consulta y para confirmar también que la unidad política, si bien no es imprescindible, sí es del todo recomendable.