Joseba ITURRIA
REAL El empate deja el futuro de Arrasate en el banquillo en una situación complicada

Un gol ilegal impide la victoria

Xisco logró con la mano en el minuto 87 un gol que hizo justicia porque Iñigo Martínez marcó en la única ocasión de los blanquiazules

CÓRDOBA 1

REAL SOCIEDAD 1

Un gol logrado con la mano por Xisco en el minuto 87 impidió a la Real sumar la victoria que se marcó como objetivo para que fuera el punto de inflexión que necesita un equipo que lleva siete partidos sin ganar, una racha que deja a Jagoba Arrasate en una situación comprometida.

Si llega a perder la Real ayer la destitución sería segura, pero la forma en la que llegó el empate de manera ilegal abre una interrogante sobre el futuro del técnico. La Real jugó muy mal en ataque, marcó en la única ocasión en una falta rematada por Iñigo Martínez tras fallo de la defensa del Córdoba, pero tuvo el partido casi siempre controlado y perdió dos puntos por un error arbitral. Pero también es verdad que el equipo blanquiazul no mereció ganar por juego y ocasiones.

Jagoba Arrasate reconoció que la Real no jugó bien y que se quedó fastidiado por la forma en la que se encajó el gol. No quiso hablar de su futuro personal, se limitó a señalar que piensa en preparar el entrenamiento del lunes y el próximo partido del sábado contra el Málaga.

El técnico de Berriatua comentó que se reunió con Jokin Aperribay y Loren, que no quisieron hacer declaraciones tras el partido, pero que «no hemos hablado» de su futuro: «Estamos fastidiados, tanto yo como el presidente y el director deportivo porque teníamos opciones de lograr tres puntos, hemos estado bien plantados, pero ese gol nos deja tocados y estamos fastidiados por el resultado más que por otra cosa. No pienso en lo mío, solo en animar a los jugadores, en el entrenamiento del lunes y en preparar el partido contra el Málaga».

Tampoco es fácil la situación del Consejo porque tampoco es coherente mantener a un entrenador por ganar y destituirlo porque el rival mete un gol con la mano de rebote cuando menos peligro crea. Fue una jugada de Fede, al que llegó tarde a defender Xabi Prieto, que remató sin ángulo al poste con la mala fortuna de que el despeje golpeó en la mano de Xisco y entró en la meta de Zubikarai.

Plena efectividad

El problema es que la Real jugó mal en ataque, sin crear una sola ocasión en jugada en todo el partido y si la Real había pecado hasta ahora de falta de eficacia en los dos áreas ayer se adelantó por vez primera esta temporada en el primer tiempo al aprovechar la única oportunidad que fueron capaces de crear en todo el partido. Una falta mal botada por Canales fue dejada pasar por los defensores del Córdoba e Iñigo Martínez no desaprovechó el regalo para marcar.

La presencia de Pardo en el centro del campo no bastó para cumplir el propósito de Arrasate de que su equipo recuperara la alegría en su juego. La situación era crítica y en esas condiciones es difícil jugar bien a fútbol. Lo único que se puede esperar es que el equipo esté a la altura de la responsabilidad que exige de la situación y que demuestren con su actitud el apoyo a su técnico que trasmiten con sus palabras.

La Real estuvo concentrada y trabajó bien sin balón y eso es lo que lo hizo la Real ayer, muy junta y con una buena predisposición colectiva ante un Córdoba al que tampoco le sobra calidad para jugar en Primera.

A los blanquiazules les bastó con juntar la línea defensiva y la del centro del campo y con esa seriedad consiguió dejar en evidencia que el Córdoba es en este momento el equipo más flojo de Primera. De hecho fue el último en lograr el ascenso y para eso necesitó de una gamberrada de los aficionados del Las Palmas para marcar al final como lo hizo ayer ante la Real.

Así Zubikarai vivió su primer tiempo más tranquilo de toda la temporada, pero tampoco Juan Carlos tuvo más trabajo que sacar de su portería el balón rematado por Iñigo Martínez. Fue un primer tiempo muy malo con dos equipos marcados por su difícil situación, que provoca que los jugadores estén atenazados y no sean capaces de crear no ya ocasiones, tampoco jugadas de mérito. Los dos equipos apenas enlazaron series de pases y la Real priorizó el trabajo defensivo, hasta el punto de que el Córdoba tuvo más posesión.

Riesgos del Córdoba

Hubo que esperar a los primeros segundos del segundo tiempo para ver la primera oportunidad del Córdoba en un error de Iñigo Martínez al habilitar a Ghilas, al que tapó muy bien Eñaut Zubikarai. Djukic vio que no tenía ya nada que perder y decidió jugar con un segundo delantero con la entrada de Xisco para jugar con Ghilas.

A partir de ahí el encuentro volvió al guión del primer tiempo hasta que pasada la hora de partido Xisco falló de manera incomprensible a medio metro de la portería de Zubikarai para empujar un balón centrado por Fidel tras jugada de Rafa Cartabia, el mejor jugador local.

Hubo una jugada similar en la que Markel estuvo providencial para interceptar un centro de Ghilas y Arrasate reforzó la faceta defensiva con la entrada de David Zurutuza y Esteban Granero y agradeció además la presencia de Xabi Prieto para tener más control del balón y dormir la parte final del encuentro con la colaboración de la impotencia de los jugadores del Córdoba, que cometían faltas que ayudaban a la Real.

Pero los blanquiazules no aprovecharon los riesgos del Córdoba ni su impotencia y en una jugada aislada desafortunada e ilegal, el propio Xisco reconoció ante las cámaras de la televisión que marcó con la mano, llegó un mazazo más. El comienzo de la Real no ha sido nada bueno, pero tampoco los árbitros le han ayudado en momentos claves como en el penalti que le eliminó en Krasnodar y en el tanto de ayer.

Nada acompaña y por eso la Real queda en una situación crítica a la espera de que el Consejo decida si mantiene en su puesto a Arrasate o entiende que ante los próximos partidos en Anoeta debe presentar un nuevo entrenador en el banquillo. No es una decisión fácil porque tampoco es bueno quemar el cartucho de cambiar de entrenador tan pronto porque como no llegue rápido la reacción la situación se va a complicar. Porque focalizarlo todo en un entrenador tras perder cinco puntos en cinco días en dos partidos que ganaba la Real en el minuto 87 y 90 es muy fácil.