El alcalde de Ziburu, Guy Poulou, amenazó con cortar la luz y el agua de la ikastola Kaskarotenea para forzar su desalojo y Laida Mujika, la presidenta del centro, aseguró ayer que el Ayuntamiento ha cumplido su amenaza y la ikastola ya no tiene energía eléctrica.

El corte ha tenido lugar en medio de las vacaciones de Todos los Santos, pero queda por ver qué pasará cuando los niños regresen a las aulas el lunes. De todas formas, si la situación no se soluciona pondrán en marcha un generador eléctrico para que puedan dar clase con relativa normalidad.

La semana pasada el alcalde amenazó con enviar a la Policía para que desalojara el edificio si los niños y niñas de entre 2 y 4 años y su profesora y su auxiliar no abandonan el centro por voluntad propia.

Días antes dieron a conocer que el secretario judicial había reclamado una multa de 4.300 euros contra la ikastola labortana; la ikastola ha pagado 100 euros por cada día y ahora pretenden subir esa multa a 400 por cada jornada.

Seaska insistió entonces en que todos los agentes sociales y políticos implicados, excepto el alcalde, están dispuestos a buscar una solución a este problema. Por ello presentaron diferentes propuestas que de momento han sido rechazadas.

Los responsables de la ikastola han realizado un llamamiento a participar en la movilización a favor del centro del 8 de noviembre, que saldrá a las 16.00 desde la Plaza Pilota de Ziburu. Representantes de diferentes organizaciones -el secretario general de Kontseilua, Paul Bilbao; Mertxe Mujika, de AEK; Iñaki Murua y Aritz Zerain, de Bertsozale Elkartea, entre otros- realizarán un acto hoy por la mañana para dar a conocer la adhesiones a la manifestación.