La Diputación de Gipuzkoa, cuyos responsables del Departamento de Innovación se reunieron en la mañana de ayer con trabajadores de la fábrica de lavadoras Candy de Bergara, aseguró que no se encuentra «en absoluto de acuerdo» con el procedimiento seguido para cerrar esta empresa.

El diputado general, Martín Garitano (Bildu), manifestó que el cierre de Candy, una empresa «histórica» de Bergara -localidad de la que precisamente él es natural- constituye «una muy mala noticia».

A su juicio, «se podía haber trabajado mejor si hubiera habido voluntad por parte de la multinacional para negociar con los trabajadores, con el Gobierno Vasco, el competente en materia de empleo, y también con la Diputación».

«Nosotros -añadió- cuando tenemos noticia de situaciones delicadas en las empresas de Gipuzkoa nos acercamos y tratamos de buscar la mejor de las soluciones, pero en este caso ha sido sorpresivo», se lamentó Garitano.

Entretanto, el Gobierno de Gasteiz calificó de «intolerable» las formas utilizadas por las empresas General Cable y Candy para anunciar su cierre, según denunció la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, que se encuentra en México en el viaje comercial encabezado por el lehendakari Iñigo Urkullu.

La consejera, que desveló que en las últimas horas ha habido contactos con estas empresas, aunque no dio detalles, denunció que General Cable «en Cataluña lo ha hecho de otra forma y si allí es posible ¿por qué en Euskadi no?».

Señaló que su Ejecutivo no admite esta decisión. «No podemos admitir el `cierro y me voy' de las multinacionales en las empresas General Cable y Candy. Deben buscar otras fórmulas», señaló la consejera, quien proclamó que los responsables de ambas compañías deben mostrar a sus trabajadores su «voluntad de analizar otras salidas» como aplicar ajustes.

En el caso de que apuesten «por una vía apropiada -añadió-, contarán con la ayuda y la implicación del Gobierno Vasco. Si no, nos tendrán enfrente», aseguró.

Críticas a Lakua

EH Bildu, sin embargo, criticó que el Gobierno de Urkullu, «más allá de meras palabras, sigue sin propuestas concretas para mantener y crear empleo de calidad». Según señaló la parlamentaria Belén Arrondo, «es vergonzosa la lectura que hace de la situación el Gobierno Vasco. Se empeña en vender que las cosas van mejor y que incluso se está creando empleo, pero la situación empeora día tras día».

Arrondo mostró su preocupación de forma especial por el deterioro que está sufriendo el tejido industrial, «sector fundamental para el desarrollo de la economía vasca. El Gobierno Vasco no tiene iniciativas efectivas para hacerle frente al problema», denunció.

También el PSE censuró el «autocomplaciente y anestésico discurso del Gobierno Vasco» ante «los graves problemas estructurales que todavía azotan al tejido empresarial», y subrayó que «Euskadi no puede permitirse el cierre o deslocalización de una sola empresa más».

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, criticó también la postura «tremendamente estéril» del Gobierno de Gasteiz ante estos cierres y reclamó la necesidad de hacer las cosas de otra manera. «Arantza Tapia -dijo- se ha enfadado porque no han avisado previamente, pero una y otra vez hemos visto que, aún habiendo avisado, el papel, la intervención y la postura del Gobierno Vasco ha sido tremendamente estéril».

Lamentó que muchas empresas han tenido que cerrar por falta de financiación, ante lo que, en su opinión, «se podría hacer mucho más», al tiempo que añadía que muchas otras lo han hecho «porque se han decidido deslocalizaciones, y ante eso se pueden poner límites y activar políticas activas y eficaces».