Joseba SALBADOR
DONOSTIA

El petróleo se abarata un 30% desde el verano, pero la gasolina solo un 8%

La espiral bajista en los precios del crudo ha provocado un abaratamiento del 30% del barril de petróleo desde inicios del verano. La escasa demanda por la crisis económica y la falta de acuerdo para reducir la producción están detrás de esos mínimos históricos que, sin embargo, no se han trasladado a los precios de las gasolinas. Solo acumulan descensos de entre el 6 y el 8%, en el mejor de los casos.

Los precios que marcaron el pasado viernes los barriles de crudo Brent y Texas no se veían desde hace cuatro años. El Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar a 77,30 dólares y el Texas a 74,72 dólares, lo que supone una caída del 30% desde inicios del verano, cuando superaban los 115 dólares.

Las razones que se esconden detrás de este desplome son diversas, aunque pueden resumirse en la escasa demanda por la crisis económica y, por otra parte, la falta de acuerdo entre los países productores para ajustar la producción y apuntalar los precios, como han hecho en el pasado.

Así, a la debilidad del crecimiento en Europa se une la desaceleración de la economía china, lo que ha forzado a revisar las previsiones de demanda a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que ahora espera 29,2 millones de barriles diarios, un millón menos que su producción anual. En este sentido, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el bajón de precios continúe en la primera mitad de 2015, a menos que se produzca algún problema en los países productores, como una interrupción de la extracción de crudo en Libia por el conflicto civil.

En segundo lugar, hay que citar la falta de acuerdo entre los países productores para ajustar la producción. Arabia Saudí está dispuesta a inundar el mercado de petróleo, a pesar de ver reducidos sus márgenes, con el fin de mantener su posición de liderazgo y su cuota de mercado, lo que ha llevado a que se hable ya de «guerra de precios», una situación que deberá ser analizada en la reunión que celebrará la OPEP el próximo 27 de noviembre.

Rentabilidad del fracking

Detrás de las reticencias de los países de la OPEP a rebajar su producción -lo que elevaría los precios- aflora también la intención de frenar el auge del petróleo no convencional mediante la fractura hidráulica (fracking) en Estados Unidos, donde necesitan un barril entre los 90 y los 100 dólares para que sea rentable. De esta forma, un desplome en el precio del crudo amenazaría seriamente la rentabilidad del petróleo no convencional, con lo que los productores de EEUU se verían obligados a abandonar este tipo de explotación.

El propio presidente de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri, reconocía recientemente que la caída del precio del petróleo es una estrategia para dejar fuera del mercado al «oro negro» producido en EEUU a través del fracking.

Sin embargo, otros países como Venezuela o Ecuador no están dispuestos a seguir manteniendo el petróleo barato por mucho tiempo y apuestan por un recorte en la producción, ya que sus presupuestos y recaudación están directamente ligados a la producción de petróleo.

Sea como fuere, lo cierto es que esta caída del 30% en los precios del crudo no se está trasladando a los precios de los carburantes, que solo han bajado un 8% en el caso de las gasolinas y un 6% en el caso del gasóleo.

Según los datos del pasado jueves recogidos en el Boletín Petrolero de la UE, el litro de gasolina se sitúa en una media de 1,33 euros (frente a 1,45 de julio), mientras que el del gasóleo ha sido de 1,26 euros, frente a 1,34 de hace cuatro meses.

Las compañías petroleras, sin embargo, defienden que los carburantes sí han bajado con la caída del crudo, aunque matizan que sus precios «no tienen una relación directa con la cotización del barril de petróleo», ya que dependen de las cotizaciones de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor que, a su vez, están influidos también por el tipo de cambio entre el euro y el dólar.

Piden a Lakua que liquide la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi

La plataforma vasca por un nuevo modelo energético «Gure energia» reclamó ayer al Gobierno de Gasteiz que se deshaga de su participación en la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi S.A. (Shesa) y dedique ese dinero a fines sociales o a la transición hacia las energías renovables

En un acto celebrado ante la sede de dicha sociedad en Bilbo, afirmó que es la única empresa participada con dinero público que promueve el uso del fracking. GARA