Mikel INSAUSTI
CRíTICA: «Niko 2: Hermano pequeño, problema grande»

Animación didáctica sobre otros modelos familiares

La animación nórdica no se conforma con ser un mero entretenimiento para los niños y niñas, sino que suele perseguir una función didáctica. Hace seis años se estrenó el largometraje animado finlandés «Nico: El reno que quería volar», donde a través de la historia de uno de los renos que tiraban del carro de Santa Claus y de las aventuras vividas junto a su hijo, se ilustraba el papel que juega la profesión del padre como modelo dentro de las relaciones paternofiliales. Cuatro años después llegaba la secuela titulada «Nico 2: Hermano pequeño, problema grande», que da un paso más al abordar la existencia de diferentes tipos de familia y la forma en que esta institución ha evolucionado.

Pienso que si Hollywood planteara en una película infantil la temática del divorcio tal como lo hace esta producción finlandesa, supondría un trauma similar al que en su día provocó en el público familiar de Disney la muerte de la madre de Bambi. La menor difusión de «Niko 2» hace que, salvo para algún medio confesional católico español, su propuesta pase bastante desapercibida. En cambio, en los países del norte de Europa la película les habrá venido muy bien a los padres divorciados para explicar a sus hijos pequeños lo que supone una separación, como si se tratara de un cuento de los que se leen antes de dormir.

Con total naturalidad y en un estilo de animación muy básico, se relata el proceso de aprendizaje que sigue el reno Niko para comprender las razones por las que su madre ha formado una nueva familia, y que tienen que ver con la dedicación absoluta del padre biológico al servicio de Santa Claus, pasándose largas temporadas lejos del hogar, ya que cuando no viaja para llevar los regalos navideños está practicando con el trineo volador.

El título en castellano ya se encarga de avanzar que la clave para la adaptación por parte del protagonista a la cambiante situación, reside en la aceptación del hijo del reno viudo que se ha unido a su madre como su hermano pequeño. Instintivamente le protegerá de los peligros que acechan en el bosque, representados por un lobo blanco y las águilas que le sirven.