Jon ORMAZABAL
Pelota Campeonato del Cuatro y Medio

El decorado no altera el guión

Martínez de Irujo vuelve a remontar el magnífico arranque de Bengoetxea VI y buscará su segundo triplete.

MARTíNEZ DE IRUJO 22

BENGOETXEA VI 16

Juan Martínez de Irujo jugará, aparentemente dentro de tres semanas, su séptima final del Cuatro y Medio, todas las de 2013 y 2014, tras imponerse ayer a Bengoetxea VI por 22-16 en una durísima semifinal de dos partes. Aparcado ya el pelotari que perdió la paciencia ante Xala y que quería que el campeonato terminara cuanto antes, el de Ibero supo sufrir ayer en Bilbo para mantener viva la llama de repetir el triplete de 2006.

Por contra, al margen de un monumental enfado con el material y el sebo -se quejó amargamente de que al retirarle el sebo a las pelotas antes del primer tanto, también le quitan toda la gracia y la posibilidad de darle esos efectos con los que tanto daño hace-, Oinatz Bengoetxea se fue a casa con la sensación de haber participado en la repetición de una misma película cuyo final no le gusta.

Y es que, aunque cambió el escenario o el decorado, el partido se disputó en Bilbo en lugar de en Eibar, el partido del Cuatro y Medio contra Martínez de Irujo siguió el idéntico guión de los cuatro anteriores.

Comenzó mandando el de Asegarce, con dos tantos espectaculares, disputadísimos -43 pelotazos en menos de dos minutos-, que obligaron a Irujo a pedir su primer descanso, incapaz de darle la vuelta al cuerpo.

Además, estuvo acertado el de Leitza para meter a su rival en su trampa de jugar corto y se adelantó con un 0-6, ante un Irujo que se precipitó en el infernal ritmo que le imprimió Bengoetxea VI al partido.

Un paso atrás

La velocidad a la que se jugaron estos primeros tantos, y los riesgos que tomaba Oinatz Bengoetxea hicieron que los errores se sucedieran en esta primera parte del partido, pero el de Asegarce se encontraba cómodo en este tipo de encuentro, ya que su rival seguía con el brazo encogido y especialmente empecinado en el txoko, sin terminar de confiar en su gancho de izquierda y sin dar con la forma de poner freno al de Leitza, que volvió a tener una renta se de seis tantos en el 3-9.

Sin embargo, entre que, como había pasado ya en sus enfrentamientos previos, el esfuerzo físico atacó más a Bengoetxea VI y que las pelotas se gastaron, lo que permitió al de Ibero dar un paso atrás, colocarse mejor a las pelotas y sacar provecho a su potencia, el partido tuvo una vuelta importante.

Lejos de descentrarle, el error de un juez al dar como válida una pelota de Oinatz que dio en la raya del cuatro y medio enchufó aún más a un Irujo que volvió a demostrar una defensa envidiable y que terminó pasando por encima de un rival que terminó jugándosela a la desesperada al ver pasar otra gran oportunidad ante sus ojos.