Aritz INTXUSTA IRUÑEA
Pelea por el poder en UPN

Catalán aparece «in extremis» como el líder que apagaría el fuego en UPN

El último día de presentación de candidatos a liderar la lista de UPN resultó explosivo. La amenaza del líder de las juventudes de impugnar el proceso de elección ante la justicia ordinaria generó un enredo político mayúsculo. Amelia Salanueva se presentó por sorpresa, insistiendo en primarias. Juan Ramón Rábade oficializó su candidatura mientras se inhibía de su cargo. Y, cuando faltaba una hora para que sonara la campana, surgió un cuarto aspirante: Alberto Catalán.

Lo que se preveía un camino de rosas hasta la proclamación de José Javier Esparza como candidato a la Presidencia de UPN este mismo sábado acabó ayer desatando uno de los capítulos más memorables de las guerras cainitas por el poder en UPN. Zeus Pérez, presidente de las Juventudes, reventó el proceso recurriendo la elección ante el organismo interno y con la amenaza de llevarlo a los tribunales. La decisión de atender este recurso le competía a Juan Ramón Rábade, el otro candidato, que anunció que se inhibiría. En medio del caos apareció Amelia Salanueva, que decidió presentarse por sorpresa y con más argumentos para pedir primarias. Y una hora antes de que terminara el plazo, cuando todo parecía irresoluble, se notificó que había aparecido un cuarto candidato, Alberto Catalán.

Yolanda Barcina ha diseñado un sistema para controlar que el candidato fuera de su gusto pero revistiéndolo con una votación controlada para encubrir el «dedazo». Los estatutos de UPN marcan que el Comité de Listas designa a ese candidato y el Consejo Político lo refrenda con una votación. Barcina modificó un poco esta idea, haciendo que el Comité de Listas designe a varios candidatos con la intención de que el Consejo Político (232 miembros) elija en una dirección u otra. Barcina estaba cómoda porque sabe que en el Consejo tiene mayoría.

Este sistema se aprobó en el Comité de Listas el día 14, pero salió adelante con la abstención de dos de sus miembros: Alberto Catalán y Zeus Pérez. Posteriormente, Pérez decidió impugnar esta decisión ante el órgano competente del partido, el que vela por el cumplimiento íntegro de los Estatutos y que está dirigido por Juan Ramón Rábade, que también aspira a suceder a Barcina.

La noticia de que se había impugnado el procedimiento se hizo pública ayer, pero se desconoce exactamente en qué fecha Pérez lo registró (si antes o después de que Rábade anunciara su candidatura). Además, se tuvo noticia de que el líder de las Juventudes podría acudir ante la justicia ordinaria en caso de que no se atendiera su súplica.

En cuanto se descubrió esta situación de desconcierto, hubo una reaparición estelar de Amelia Salanueva, cabeza visible del sector crítico que lidera Miguel Sanz. Salanueva convocó a los medios delante de la sede del partido y anunció que también se presentaba. Eso sí, lo condicionó todo a que el sistema de elección se modificara y se volviera a la idea de unas primarias. La senadora tampoco dibujó muy claramente cómo se deben plantear las primarias; si restringidas al conjunto del partido o abriéndolas a otros sectores sociales, como hizo el PSN.

Poco antes del anuncio de Salanueva, había oficializado su candidatura Rábade. El director del Hospital de Tutera también era favorable a las primarias. «Veo con buenos ojos un proceso participativo más amplio. Me gustaría estar en primarias», comentó junto a la puerta. Rábade se presentó como un candidato «de unidad e integración».

Barcina opta por un enroque

Por casualidades de agenda, Barcina también tenía un acto por la mañana. Asaltada por periodistas que acababan de tener noticia de que Salanueva y Rábade pedían primarias, la presidenta insistió en que el proceso se hará tal y como ella lo ha diseñado. Barcina se agarra a que el tema de las primarias ya se despachó el 8 de junio en una asamblea del partido y que allí se rechazó casi por unanimidad. «La asamblea de UPN se ha pronunciado en el mes de junio con un 96% de los votos sobre cuál es el procedimiento y lo que tiene que hacer esta presidenta es cumplir el mandato de los afiliados», aseguró.

A mediodía la tensión crecía porque por la tarde había convocada una reunión de la Ejecutiva y, además, trascendió que estaba previsto que el Comité de Garantías tratara igualmente el recurso del presidente de las Juventudes. Y en ese momento surgió la gran noticia del día: que Catalán también había decidido presentarse. A diferencia de Salanueva, el actual presidente del Parlamento no condiciona la candidatura a la celebración de primarias. La noticia del cuarto aspirante se diferenció de las otras dos en que no hubo llamada a la prensa, sino una filtración. La candidatura se presentó por email. Catalán no atendió a los medios hasta tiempo después, cuando señaló que aceptará unas primeras o el sistema de elección que sea.

Cabe recordar que Catalán peleó por el control del partido frente a Barcina en marzo de 2013. Entonces, la número dos de la lista de Catalán era la propia Salanueva (que, por cierto, mejoró en votos al propio Catalán ya que las listas que se presentaron al IX Congreso del partido eran abiertas).

El primer aspirante a suceder a Barcina, Esparza, no realizó ayer ningún movimiento. El miércoles pasado los consejeros Juan Luis Sánchez de Munián y Lourdes Goicoechea se mostraran favorables a la candidatura de su compañero en el Gobierno, abundando en su idea del favorito. No obstante, ha trascendido que no fue su primera opción, ya que se tanteó antes a Enrique Maya.

El fin del «clan Barcina»

El complejo escenario que ha abierto la pugna por la sucesión de Yolanda Barcina parece haberse cobrado ya la primera víctima: el círculo más cercano a la presidenta. Las élites de UPN en Iruñea siempre han apostado por Barcina y esta les gratificó incluso llevándose a algunos de ellos del Ayuntamiento de la capital navarra al Gobierno, como es el caso de José Iribas y Juan Luis Sánchez de Muniáin. Según desvelo la página Elinformador.org, este clan cercano a Barcina intentó jugar por su cuenta en la pelea sucesoria. Con el beneplácito de la presidenta, «tocaron» al alcalde de Iruñea, Enrique Maya, para que se presentara a la pelea por la sucesión. También se llegó a barajar el nombre de Ana Elizalde, actual teniente de alcalde de la capital. Estos movimientos llegaron hasta José Javier Esparza, el gran favorito. Esparza, que ofreció su apoyo incondicional a Barcina en el congreso de 2013, no pertenece a este grupo. El consejero tiene su propia estructura clientelar dentro del partido y no le gustó nada que se tanteara a otra gente a sus espaldas. Por eso decidió dar el paso el primer día que había para inscribirse y sin beneplácito final. A Barcina le pareció precipitado. Finalmente, vistos los candidatos, ese sector de Iruñea es quien se ha quedado sin aspirante a fin y, además, ha enfadado al más cercano. A.I.

Cronología

29 agosto

Barcina anuncia en una cena de partido en Cadreita que será la candidata de UPN.

10 noviembre

Barcina renuncia a ser la candidata alegando motivos personales.

11 noviembre

Salanueva cuestiona el sistema de elección y pide primarias.

12 noviembre

El portavoz del Gobierno, Sánchez de Muniáin, descarta las primarias.

14 noviembre

El Comité de Listas fija el procedimiento de elección sin primarias. Catalán y Zeus Pérez se abstienen.

17 noviembre

Se abre el plazo de candidaturas. Esparza (el favorito) anuncia la suya sin esperar.

18 noviembre

Rábade (presidente del Comité de Garantías) revela que piensa presentarse.

21 noviembre

El «Navarrómetro» vaticina la caída de UPN de 19 a 8 escaños.

24 noviembre

Fin de la presentación de candidaturas. Se revela que Zeus Pérez ha impugnado el formato de elección. Salanueva se presenta por sorpresa, pero solo con primarias. Justo al límite del plazo, se anuncia que también lo ha hecho Catalán.

29 noviembre

Fecha fijada para la elección del candidato por el Consejo Político.