Oihane LARRETXEA

Diputación recoge «abundantes pruebas e indicios» en 7.000 folios de querella

La portavoz del Gobierno foral de Gipuzkoa ofreció detalles sobre la querella presentada por la presunta malversación de 3,4 millones en unas obras en la AP-1. La tierra que debió moverse, y que no está donde debía, puede llenar el estadio de Anoeta y dos torres Iberdrola.

El grueso de la querella criminal que ha interpuesto la Diputación de Gipuzkoa por un delito de malversación de caudales públicos y otro de falsedad documental contra tres personas, por la presunta desviación de 3,4 millones de euros de dinero público en las obras en el tramo Eskoriatza Norte-Arrasate Norte de la AP-1 -que se inauguró en 2009-, refleja la cantidad de información investigada por responsables del Gobierno foral de EH Bildu: 7.000 folios con «abundante prueba documental», según declaró ayer la portavoz del Ejecutivo foral, Larraitz Ugarte, obran desde el pasado viernes en manos del juez, que deberá decidir si admite a trámite la denuncia. Insistió en que «la querella contiene firmes indicios y argumentos y base suficiente para que prospere».

La comparecencia sirvió para aclarar varios puntos. Entre ellos, tal y como publicó GARA el domingo, que la investigación que realizó el Tribunal de Cuentas estatal por sobrecostes en ese mismo tramo de la carretera ahora denunciado y el origen de la querella no tienen nada que ver. Es más, son dos procedimientos completamente diferentes. El primero investiga «ilícitos contables», mientras que un juzgado investiga delitos. Por lo tanto, Ugarte desmintió lo sostenido este fin de semana por Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa y responsable de Bidegi cuando ocurrieron las presuntas irregularidades detectadas.

Anoeta y dos torres Iberdrola

Sobre el fondo de la querella, relató que se percataron de que algo no encajaba a principios de este año, cuando se debía decidir qué hacer con las tierras sobrantes de las obras del puerto de Descarga. Los técnicos propusieron llevarlas a un depósito de sobrantes situado en Aretxabaleta denominado Basagoiti-2. Aunque este depósito debía estar llenó, «se suponía», la sorpresa fue mayúscula al descubrir, tras unas mediciones, que quedaba por llenar un volumen similar a la capacidad que tiene la estructura del estadio de fútbol de Anoeta. Es decir, se pagó por un vertido de tierras que en realidad nunca se llevó a cabo.

Además, la institución foral descubrió la existencia de algunas excavaciones con desprendimientos en las que se habían movido 600.000 metros cúbicos de tierra menos de los que se abonaron, un volumen similar al de dos veces la torre de Iberdrola de Bilbo.

Asimismo, la diputada entiende que también hay indicios de falsedad documental, «porque todo esto se basa en unas certificaciones firmadas por diferentes personas», cuyos nombres no quiso facilitar, si bien precisó que los querellados son «el responsable de la UTE que firmó los certificados, el responsable de la empresa que inspeccionaba las obras, y el director técnico de Bidegi».

Con la querella criminal en el Juzgado de Azpeitia, queda por ver también «qué diligencias va a solicitar la Fiscalía» una vez se admita a trámite. «El juez va a tener que hacer sus diligencias previas y ya veremos en cada momento cuáles son los pasos a dar», dijo, insistiendo en que «las pruebas documentales que hemos presentado son muy firmes, están periciadas y creemos que el debate es técnico».

Liquidación

Dos años después de la finalización de la obra, el 17 de junio de 2011 se pagaron 20 millones de euros de la liquidación de la obra de la AP-1 Eskoriatza Norte-Arrasate Norte. Ha sido precisamente en esa liquidación donde se han apreciado claros indicios de delito.

Técnicos

Los técnicos propusieron llevar las tierras sobrantes de las obras de Deskarga al depósito de Basagoiti porque sabían que no estaba lleno. Lo que desconocían, según Ugarte, es que los documentos afirmaban lo contrario.

Olano (PNV) no se ha vuelto a pronunciar tras su impulsiva reacción al anuncio del viernes

Cuando el viernes pasado anunció la tramitación de la querella, la Diputación de Gipuzkoa no citó a ningún partido y tampoco pidió responsabilidades políticas, remarcando que se trata de una denuncia presentada contra tres personas concretas. No obstante, el que fuera diputado general y responsable de Bidegi cuando presuntamente ocurrieron los hechos, el jeltzale Markel Olano, habló en seguida de «maniobras electorales» y achacó esta actuación a la división que, dijo, le consta que existe en la izquierda abertzale.

Preguntada sobre esta primera reacción -Olano no se ha vuelto a pronunciar al respecto, a pesar de quedar desmentidas sus afirmaciones sobre que el Tribunal de Cuentas ya había archivado lo denunciado en esta querella-, Larraitz Ugarte comentó que el candidato del PNV a diputado general habló «sin pensarlo bien».

La portavoz del Gobierno foral indicó que el objetivo es «saber la verdad» y «denunciar una actuación delictiva». «Lo que no haremos es mirar hacia otro lado al detectarlos», añadió. O.L.