Joseba SALBADOR

Trabajadores de Candy acusan a la empresa de ocultar beneficios

Los trabajadores de Candy Hoover Electrodomésticos acusaron ayer a la empresa de estar «maquillando los datos y ocultando beneficios» para hacer creer que la planta de Bergara no es viable y justificar su traslado a China, lo que supondrá el despido de más de 150 trabajadores. Por ello, reiteraron que la dirección debe elaborar «un plan de viabilidad que contemple el mantenimiento de la producción y de los puestos de trabajo en Bergara».

Después de celebrarse el pasado viernes la segunda de las reuniones previstas en el periodo de consultas del ERE, los trabajadores comparecieron ayer para denunciar que, en ambos encuentros, la dirección ha alegado «causas económicas, productivas y organizativas, pero evita aportar datos muy importantes, como el de la evolución de las producciones y las ventas».

Jesús Markez (LAB) y Ramón Romero (ESK), que ejercieron como portavoces, explicaron que han solicitado a los responsables de la fábrica que presente «un plan de viabilidad que contemple el mantenimiento de la producción y de los puestos de trabajo en Bergara», ya que la plantilla «cree en el futuro de la planta y está convencida de su rentabilidad».

Añadieron que este convencimiento se vio ratificado el pasado miércoles cuando los representantes del Departamento de Industria del Gobierno de Gasteiz les trasladaron que «a su entender, también podía ser rentable la fabricación de lavadoras» en Bergara y que «teniendo voluntad», sería posible mantener la planta.

Sin embargo, denunciaron que desde la dirección de la empresa se les ha comunicado que «no van a presentar ningún plan de continuidad, que lo consideran inviable y que su deseo es el de cerrar y cesar la actividad productiva». Por ello, el comité ha solicitado diversa documentación «imprescindible» para aclarar las transacciones económicas que Candy Bergara mantenía con otras 28 sociedades del grupo, «un gran entramado de empresas alguna de las cuales tiene sede en paraísos fiscales como Luxemburgo».

Tras recordar que en los últimos dos años se ha reducido la plantilla a la mitad y se ha mejorado la productividad y la rentabilidad, Markez y Romero aseguraron que los trabajadores demostrarán que la planta de Bergara es viable, así como que la dirección «ha maquillado los datos y ocultado los beneficios».

Insistieron en que «detrás del cierre de Candy, hay una deslocalización China y una intención de especular con la planta y hacer negocio», por lo que solicitaron a todas las instituciones «que cierren esa posibilidad».

«Lo que está en juego es algo más que el futuro de 172 familias», advirtieron, al tiempo que aseguraban que «con la implicación de todos podemos hacer frente a las intenciones de una multinacional sin escrúpulos».

Movilizaciones

El comité informó de que los trabajadores están recibiendo multitud de adhesiones de colectivos como comités de empresa, asociaciones culturales, gastronómicas, agrupaciones políticas y comerciantes, a quienes agradecieron su apoyo.

Además, avanzaron el calendario de movilizaciones convocadas para esta semana, que incluye una manifestación mañana en Bergara a las 18.30 horas, en vísperas de la nueva reunión con la dirección prevista para el viernes.

Un autobús con 60 trabajadores de Arkema de Alonsotegi partió anoche desde Zaramillo con destino a la localidad de Colombes, cerca de París (a 1.126 kilómetros), donde está ubicada la sede central de la multinacional, para dialogar cara a cara con su presidente, Thierry Le Enauf, y hacerle ver «lo injusto» que supone el cierre de la empresa, según explicó Iñaki Sedano, representante de los trabajadores.

Recolocaciones

Los trabajadores desmienten las afirmaciones de la empresa en cuanto a recolocaciones. «Es mentira. Nos han hecho una exposición de cómo nos ayudarían a buscar empleo en caso de echarnos, pero nada más. Ni un puesto de trabajo».