Raimundo Fitero
DE REOJO

Conciencia


El policía blanco norteamericano que le metió seis tiros a un joven negro desarmado asegura tener «la conciencia tranquila». ¿Tienen conciencia los policías cuando tienen una porra, una pistola, un rifle o una manguera en la mano? Los cascos de protección de los policías aprietan en un lugar del hipotálamo en donde se anula la conciencia. Por cierto, ¿a qué llamamos conciencia? ¿No será justamente la conciencia lo que se anula en la instrucción policial en donde se les enseña presuntamente a pegar, maltratar, detener y presuntamente aplicar presuntos métodos interrogatorios que algunos llaman presuntas torturas?

El Papa Francisco ha venido a descubrir una conciencia perdida en las oscuridades de las sacristías, los conventos y los gimnasios de los colegios confesionales. Conciencia religiosa, de clase, ética, humana. Infinita. Pero los que tienen la conciencia tranquila después de un fallo judicial realmente increíble como es absolver de todo tipo de responsabilidad al policía blanco Darren Wilson por el asesinato de manera metódica del joven afroamericano Michael Brown han desbordado la paciencia de muchos ciudadanos afroamericanos que no pueden descubrir los límites de esa conciencia tan beligerante y racista. Va un dato rotundo. Cada año hay mil muertes violentas causadas por actuaciones policiales en USA sin ninguna repercusión judicial ni condena. La conciencia acomodaticia.

En un lugar con un presidente afroamericano, para vergüenza de todas las personas que tenga una noción mínima de conciencia con un Premio Nobel de la Paz, sigue la violencia estructural, policial, judicial de los blancos contra la población afroamericana y emigrante. Las cárceles están llenas de afroamericanos condenados por decisiones de individuos la mayoría blancos con la conciencia tranquila. La ciudad de Ferguson amaneció con rescoldos de unas llamas de rebeldía. La conciencia de clase, de pertenencia crece y se están acabando las buenas palabras. Llegarán ejércitos de policías y militares armados hasta los dientes para acabar violentamente con las protestas antirracistas más que justificadas de la población. Y lo harán con la conciencia muy tranquila.