El caso real de Asha Miró inspira la película «Rastros de sándalo», sobre las adopciones en la India

De la relación personal y profesional entre la editora Anna Soler-Pont y la escritora Asha Miró surgió la novela homónima, inspirada en el caso real de la segunda, la cual tardó en conocer a su hermana biológica.

Asha Miró ha volcado su experiencia personal en sus libros «La hija del Ganges» y «Las dos caras de la luna», en los cuales relata su caso como hija adoptada por una familia de Barcelona que tardó en descubrir a su hermana biológica en la India. De su relación personal y profesional con la editora Anna Soler-Pont surgió la novela conjunta «Rastros de sándalo», ya que la ahora guionista y productora de la adaptación cinematográfica se interesó por el tema cuando estaba a punto de convertirse en madre adoptiva.

Anna Soler-Pont ha formado para la película un equipo técnico y artístico femenino, confiando la dirección a Maria Ripoll, que ya tiene experiencia de abordar otras culturas en sus películas, desde que realizara su segundo largometraje «Lluvia en los zapatos» en Inglanterra, probando luego suerte en Hollywood con «Tortilla Soup», versión latina de la película china «Comer, beber y amar».

Oriente y Occidente

Para el papel de la hermana india se ha escogido a una conocida actriz de Bollywood, nada menos que Nandita Das, muy estimada en Occidente por su participación en las películas de Deepa Mehta «Fuego» y «Tierra». El cine de Bollywood, de hecho, tiene su importancia en el desarrollo argumental de la versión cinematográfica de «Rastros de sándalo», al jugar con el cine dentro del cine. Una vez enterada la hermana catalana de la existencia de la india, que es una famosa actriz en aquel país, empieza a interesarse por su carrera artística. Para lo que alquila alguna de sus películas en un videoclub de inmigrantes del Raval, donde conocerá a su dependiente indio, sintiéndose atraida por él.

El problema para el reencuentro entre las dos hermanas distanciadas en el tiempo y en el espacio, tras treinta años sin saber la una de la existencia de la otra, es que los padres adoptivos, siguiendo una práctica por desgracia muy extendida, han borrado todas las huellas sobre el origen cultural de la niña adoptada en la India.

Son dos mujeres adultas que, además de aprender a conocerse, deberán superar las barreras existentes entre Oriente y Occidente. Motivo por el que Maria Ripoll ha querido, mediante la fotografía de Raquel Fernández Núñez, reflejar los contrastes entre el bullicio colorista de Bombay y la cara más fríamente moderna de Barcelona. Así la imagen de Aina Clotet es la de alguien que ha perdido sus rasgos étnicos.