Aitor AGIRREZABAL

La propuesta de devolución que prometió Londres no satisface a Escocia

La Comisión Smith, encargada de concretar los nuevos poderes que Gran Bretaña prometió devolver a Escocia para impedir la victoria del «sí» en el referéndum, recomienda que el Parlamento de Edimburgo asuma la competencia sobre el impuesto de la renta. Sin embargo, la partida de gasto público seguirá dependiendo de Westminster, al igual que las concesiones de licencias de petróleo y gas en alta mar. La propuesta no satisface al independentismo escocés.

La comisión Smith presentó las propuestas como un preacuerdo que forma la base del proyecto de ley que debe publicar el Gobierno británico el próximo 25 de enero. La principal novedad reside en que el impuesto sobe la renta pasará a depender del Parlamento de Edimburgo. Pese a ello, menos del 30% de los impuestos podrán ser gestionados desde Escocia. El informe, asimismo, afirma en su punto 18 que ninguno de los puntos establecidos evita que Escocia se convierta, en un futuro, en un Estado independiente si los escoceses así lo deciden.

La decisiín de Londres, en el marco general de devolución de los poderes retirados a Escocia en la Union Act de 1707, queda lejos de la devolución completa que demandaba el independentismo. De esta forma, el petróleo, uno de los ejes del debate, seguirá dependiendo de instituciones londinenses. La concesión de licencias para toda la extracción de petróleo y gas en alta mar seguirá dependiendo de Westminster, mientras que Edimburgo podría determinar la extracción en tierra firme.

Después del referéndum del pasado 18 de setiembre el premier británico, David Cameron, anunció la creación de una comisión encabezada por Lord Smith of Kelvin, que negociaría la entrega de poderes prometida por los partidos unionistas en la recta final de campaña y de la que formarían parte el SNP, el Partido Laborista, el Partido Conservador, los Verdes y el Partido Liberal-Demócrata.

En un acto celebrado en el Museo Nacional de Escocia, en la capital del país, el presidente de la comisión confirmó la descentralización del control sobre los impuestos. Ligado a ello, Holyrood tendrá una ampliación del poder de endeudamiento. Sin embargo, este siempre tendrá que ser acordado con Londres. Tampoco varía la Fórmula Barnett, mecanismo utilizado para fijar el gasto público de Escocia, norte de Irlanda y Gales, que mantendrán vigente.

Por otra parte, hasta la fecha, Westminster contaba con el derecho a suprimir el Parlamento escocés. La comisión ha propuesto que la Cámara de Holyrood sea permanente en la legislación de Gran Bretaña , retirando la opción de suspenderlo. Así, define tanto al Parlamento escocés como a su Gobierno como «instituciones permanentes». Igualmente, Holyrood contaría con todos los poderes en relación a la ley electoral en elecciones locales y al Parlamento escocés.

Poder para las islas

El SNP conseguiría, de este modo, varias de sus propuestas, pese a quedarse lejos de los poderes que reclamaba para el pueblo escocés. Así, el grupo de trabajo respaldó la devolución de las tasas aeroportuarias y el voto en elecciones escocesas se extenderá hasta los 16 años, algo puesto en marcha en el referéndum y que supuso un amplio número de votos para el bloque independentista.

Por otro lado, la descentralización producirá una reacción en cadena. Las islas del norte y oeste de Escocia, desde hace años, reclaman mayor autonomía y poderes. Escocia asumirá la responsabilidad en suelo marino y tierra de los derechos de pesca y extracción mineral, respectivamente. Todo ello podría derivar en una descentralización completa en las islas de Orkney y Shetland.

En otra línea, fueron los votantes de mayor edad los que posibilitaron que el unionismo se impusiese en el referéndum de independencia, pese a que el debate de las pensiones ocupó portadas durante la recta final del debate. La comisión ha acordado que la gestión de las mismas quede reservada al Gobierno de Londres.

Parlamento inglés, sin decidir

El informe presentado por los principales partidos de la isla no especificó nada en torno a la creación, o no, de un Parlamento inglés o el proceso llamado «votos ingleses para asuntos ingleses». Pero Lord Smith anunció que antes de Navidad habrá novedades en este aspecto. Podrían ir ligadas a los presupuestos, ya que se podría limitar la participación de los parlamentarios escoceses en ciertas decisiones presupuestarias.

Escocia conseguirá la «mayor devolución de poderes» desde la creación del parlamento en 1999. Sin embargo, la oferta ha sido calificada de «pobre» por sectores independentistas, que a su vez, han visto crecer sus filas desde el referéndum y entienden que el no cumplimiento de las promesas, puede provocar un nuevo aumento del voto soberanista. John Swinney, viceprimer ministro y miembro de la comisión, aseguró que pese «a dar la bienvenida a los nuevos poderes, estos no sacian ni reflejan los deseos de la gente de Escocia».