El documental del tolosarra Iñigo Asensio podría ser tomado como un viaje iniciático que persigue la ruta del euskera a lo largo y ancho de nuestro planeta y su premisa tan elemental como interesante, acercarnos a los vascófonos repartidos, por las más diversas circunstancias, en diferentes lugares del mundo. Los testimonios de estas personas, sus reflexiones y relatos, conforman la estructura humana sobre la que se sustenta un documental en el que Asensio nos descubrirá la relación que estas personas mantienen con el euskera a pesar de estar alejados de Euskal Herria.

El documental, que como explica Asensio mira «al poder del idioma para explicar la idiosincrasia de cada persona o pueblo», se estrenará el 3 de diciembre, Día Internacional del Euskera, en ETB1 y en relación a cuáles son los elementos que incluye esta producción, su autor revela que su base es el propio idioma, el euskera y su presencia y fuerza en todo el mundo «las fronteras del país del euskera son muy lejanas, están muy apartadas de nuestra tierra, y, por ello, este trabajo recoge testimonios de hablantes de euskera que viven en el extranjero».

«Euskara munduan» tampoco elude su faceta de viaje emocional a través de la nostalgia y, según Asensio, «demuestra el poder que tiene la lengua para explicar la idiosincrasia de un pueblo o la personalidad de alguien». Para llevar a cabo este viaje, sus responsables no han seguido un patrón concreto pero, sobre todo, han eludido en todo momento de tópicos y no volver a contar las mismas historias de siempre. En relación a las personas que aportan su testimonio, el realizador de «Euskara munduan» revela que «podemos encontrar hablantes de euskera en casi cualquier lugar, pero no puedo negar que no todos los sitios nos despertaban el mismo interés. Hemos buscado contrastes económicos, sociales, culturales... Además, hemos puesto el foco en diferentes razones para emigrar como son la fe, la crisis, el amor, el trabajo...

Hemos llegado hasta cinco continentes, África, Asia, Europa, América y Oceanía, de la mano de vascoparlantes de diferentes edades y de las historias de un montón de personas».