Faltan cinco meses para que concluya la Liga y ni siquiera se ha consumido la primera vuelta, pero el Athletic disputa hoy su primera gran final. Que incluso puede ser la última si las rojiblancas no son capaces de reencontrarse con el triunfo.

No sería tan extrema la situación con cualquier otro rival, quedando tanta competición por delante pero, conocido cómo se las gasta el Barcelona, los seis puntos de ventaja que adquiriría en caso de derrotar a las rojiblancas -que serían nueve si también gana el partido aplazado contra el Rayo, que disputará el 20 de diciembre- serían prácticamente definitivos. No solo por una cuestión competitiva, que también, porque el Barcelona sigue mostrándose imbatible, por mucho que su propio técnico asegure percibir cierta falta de ilusión entre sus jugadoras tras haberlo ganado todo, lo que tiene sus consecuencias en el juego del equipo.

Lo que daría carácter definitivo al tropiezo sería la moral. Mucha necesitarían las rojiblancas para ser capaces de seguir en la brecha pese a verse a tanta distancia. Ya sucedió algo similar la temporada pasada cuando, como ahora, el Athletic cerró su Tourmalet liguero jugando, y cayendo, contra las culés. El golpe de verse tan lejos del liderato condicionó el resto de la temporada de las rojiblancas que, en lugar de recortar distancias, vieron cómo los tropiezos aumentaban en la segunda vuelta.

Lógicamente, Juan Luis Fuentes y sus pupilas viajan a Barcelona pensando en un panorama diametralmente opuesto. En el que se les abrirá si son capaces de reencontrarse con la victoria. El Barcelona seguirá teniendo la opción de sacarles tres puntos gracias a ese choque de menos que lleva, pero con la segunda vuelta por delante, seguirán dependiendo de sí mismas en la pelea por el título. A lo que hay que añadir, también en este caso, la moral que supondría para el equipo vizcaino acabar con el mal fario que le persigue frente al Barcelona.

El colista en Zubieta

Mañana llegará el turno de la Real que, tras caer in extremis precisamente ante el cuadro blaugrana la pasada jornada, dispone en teoría de una oportunidad mucho más propicia de reencontrarse con la victoria. Repite en Zubieta, esta vez ante el farolillo rojo. Un Sevilla que, de momento, no ha sido capaz de celebrar un solo triunfo.

Unai Gazpio confeccionará su convocatoria hoy tras el último entrenamiento, aunque ya sabe que no podrá contar con Cristina Pizarro, lesionada de gravedad, ni con Eguzkiñe Peña, que el jueves pasaba por el quirófano por una lesión meniscal.