Es el blanco de muchas críticas, no solo periodísticas, sino de la afición. Iker Muniain lleva algunos partidos con una aportación casi intrascendente, como ante la Real el domingo, y lo peor, una trayectoria irregular los últimos tiempos. Alterna buenos momentos con malos, como todo futbolista, es cierto, pero lo mucho que se esperaba de él hace que se le perdone menos el no haber dado todo eso, sea lo que fuere o lo que cada cual, incluido el propio club, espere de él. Y en esas anda Muniain, que, por mor de las rachas, ha dejado de ser el simpático `Bart', y dado que el resto de sus compañeros con protagonismo parece enderezar rumbo -caso de Iturraspe, antes, o Susaeta, ahora- el navarro es casi el único blanco de los reproches generalizados, con permiso, claro, del `gallo' -y no por francés- de Laporte y sus pecados de juventud.

En medio de ese murmullo, el de la Txantrea compareció ayer en sala de prensa, algo poco habitual, para dejar claro, al menos cara a la galería, que «no hay ningún problema» porque se le exija más, que lo ve «lógico y normal», porque «siempre creo que puedo dar más de lo que doy». Muniain no tuvo reparo en reconocer que «estoy un poco por debajo de mi nivel», y es que, argumentó, «la temporada está siendo dura, muchos partidos, y todos los jugadores tenemos altibajos», aunque, dejó claro, «no estoy excesivamente preocupado».

La verdad es que las respuestas del jugador más parecían a beneficio de inventario que un análisis medianamente profundo sobre el nivel actual y futuro del navarro. Obviedades como que «ojalá pueda seguir ayudando al equipo», «sé que puedo dar más de mí», «estoy satisfecho de mi aportación» en la asunción de responsabilidades en el equipo, con «Mikel (Balenziaga) me entiendo de maravilla» en la banda... Incluso su deseo de «ser más decisivo para el equipo» cara a portería recordó que «lo he dicho siempre» o que las últimas charlas individualizadas de Ernesto Valverde «no son nada fuera de lo normal, me dice lo que hay que corregir, lo que hay que mejorar y yo encantado de poder escucharle y aprender».

La profundidad de las palabras de Muniain era tanta como la que tiene el Athletic en muchos de sus partidos. Por eso, quizá lo más novedoso y donde realmente denotó intranquilidad fue al referirse a los latosos problemas de espalda que arrastra ya desde la temporada pasada. «Un poco fastidiado -asintió-, con molestias que me impiden ciertos movimientos y me lastran al jugar. Me tienen un poco preocupado, pero aunque sea con algo de dolor, ahí seguiré. Es un problema por rachas, con picos más altos u otros en que estoy mejor». El viernes cumple 22 años y se sigue esperando mucho de él. Él también.