ATHLETIC | OTRO MOMENTO DE LUCIDEZ DE VIGUERA SALVA LA ELIMINATORIA

Más moral que...

Los rojiblancos terminaron escuchando algún silbido por su mala segunda parte.

ATHLETIC 1

ALCOYANO 0

Mediada la segunda mitad, Ernesto Valverde tuvo que tirar de Mikel Rico y Muniain, y poco después de Aduriz, reservados para el domingo ante el Atlético, porque no lo veía nada claro. Y menos mal que los suyos iban un gol arriba, gracias a una genialidad de Viguera. Y no es que el Alcoyano metiera el miedo en el cuerpo ante un inédito Iago Herrerín, que casi sesteó, sino que los rojiblancos eran incapaces de acertar alguna más de las ocasiones que tuvieron, que dicho sea de paso, si en el primer tiempo al menos hubo ritmo e intensidad, en el segundo más de un espectador corrió peligro de dormirse dada la hora que era. Al final, el solitario tanto valió para sortear una eliminatoria sin pena ni gloria, en la que los bilbainos cumplieron el expediente y tuvieron que escuchar más de un silbido sobre todo después de un remate visitante que se fue fuera por poco. Era el 85 y aquello pudo haber llevado a la prórroga.

Como estaba previsto Ernesto Valverde salió con casi todo, aunque tuvo que esperar al filo del descanso para conseguir perforar la meta alicantina y poner en el marcador una ventaja que debía ser cuestión de tiempo, pero que se hizo de rogar. Tardó en llegar el primer gol porque el Athletic quería pero no sabía cómo, y porque Guillermo, que ocupó la vanguardia del equipo, no supo acertar en un uno contra uno, algo que sabe y mucho su compañero Viguera. El riojano la tuvo y no falló, rubricando como un auténtico depredador del área una asistencia primorosa de Susaeta entre la defensa visitante.

Fue de lo mejor de una primera mitad en la que el elevado ritmo de ambos contendientes provocaba numerosas pérdidas de balón, aunque las verdaderamante peligrosas eran las que cometían los jugadores del Alcoyano al tratar de jugar la pelota desde atrás y con los leones mordiéndoles a cada metro.

Fue una primera mitad un tanto atropellada, en la que al Athletic le costó un rato hacerse dueño del partido, de la pelota, aunque fuera a trompicones. Tiró en exceso de los balones en largo, casi siempre a ninguna parte, y es que la línea de tres centrales de los rivales, más dos carrileros, y ayudados por los hombres del centro del campo, taponaban la vía central.

Un par de disparos de un Ibai que alternó aciertos con fallos y un cabezazo de Guillermo fuera precedieron con cuentagotas la doble ocasión del `21', primero, que no supo zafarse del guardameta navarro y del segundo en su chut posterior que un defensor sacó bajo palos. Fue el preludio del tanto del ex del Alavés que permitió a los leones irse a vestuarios con ventaja, frente a un Alcoyano que dio una buena imagen, salió a la contra con peligro siempre que pudo -incurrió en tres fueras de juego por milímetros-, pero se vio superado por la presión, que no buen juego, de los rojiblancos.

Eliminatoria en franquicia pero no resuelta. Hacía falta otro gol a la vuelta de vestuarios y si al descanso se habían ido los leones con diez remates a gol en su casillero, la primera oportunidad clara no llegaría ahora hasta el minuto 74, cuando un muy desafortunado Guillermo anoche no atinó en el área en un balón franco. El joven cachorro, aplaudido por San Mamés al abandonar el verde, dejó su sitio a Aduriz a falta de quince minutos, que entró lo mismo que Rico y Muniain a ver si enderezaban algo el desastre de esa segunda mitad en la que el Alcoyano equilibró el dominio del encuentro y el Athletic se salió del partido. Al final, bastó la lucidez de Viguera -en la vuelta y en la ida- entre tanta oscuridad y el Celta ya espera en octavos el 6 de enero en Balaídos.