EL PROCESO SOBERANISTA CATALÁN

El bloque pro- independencia crecería en unos comicios que Junqueras y Mas siguen negociando

La encuesta de la Generalitat, que por primera vez augura la victoria del No en un hipotético referéndum, predice un empate técnico entre CiU y ERC, cuyos líderes se volvieron a reunir ayer para negociar el futuro del proceso.

Una de cal y otra de arena para el independentismo. El Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat publicó ayer los resultados de una encuesta realizada en los días posteriores al 9N, y por primera vez desde que en 2012 empezó a preguntar sobre la independencia de Catalunya, el No ganaría en un hipotético referéndum. Lo haría de forma agónica, con un 45,3% de los votos en contra de la secesión y un 44,5% a favor.

Cabe tener en cuenta, eso sí, que en octubre el Sí estaba en el 49,4% y el No en el 42,5%. Un toque de atención que apunta tareas pendientes al independentismo y muestra la movilización de los contrarios a la independencia.

Pero en contrapartida, los resultados de unas elecciones autonómicas producirían un Parlament más independentista que el actual, ya que los partidos con un programa estrictamente separatista (CiU, ERC y CUP) pasarían de los 74 diputados actuales a una horquilla entre los 75 y los 79.

Además de más independentista, el nuevo Parlament resultaría más atomizado todavía: CiU (34-36 escaños, ahora 50) y ERC (34-35, ahora 21) se impondrían con un empate técnico, seguidos a la distancia por Ciutadans, que pasaría a ser tercera fuerza con 14-16 diputados (ahora 9). PSC (de 20 en la actualidad a 13-14 diputados) y PP (de 19 a 11-12) protagonizarían las caídas más espectaculares en favor de Podemos, que irrumpiría con 9-11 diputados. Los de Pablo Iglesias crecerían también a costa de ICV-EUiA, que perdería casi la mitad de sus 13 diputados y se quedaría con 7-8, empatando de esta manera con la CUP, que doblaría sobradamente los tres escaños que ocupa actualmente.

Aunque hoy sea inimaginable una coalición de todos los partidos de izquierda y centro-izquierda, cabe destacar que, al margen del vector nacional, el Parlament giraría hacia ahí. Eso sí, las fuerzas progresistas seguirían necesitando al PSC para superar la barrera de los 68 diputados de la mayoría absoluta.

Nueva reunión

Pero para confirmar los números de las encuestas, que como se vio en Catalunya en 2012 pueden equivocarse estrepitosamente, sería necesario un adelanto electoral que a día de hoy sigue pendiente de la negociación entre el president, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras. Ambos, igual que todo el independentismo, coinciden en la necesidad de dichos comicios para realizar el referéndum que el Estado no permite celebrar y así obtener un nuevo mandato democrático para seguir adelante con el proceso independentista. Siguen sin ponerse de acuerdo en la fórmula.

Mas insiste en que la única manera de hacer el plebiscito es concurriendo a las elecciones con una lista unitaria de partidos y entidades soberanistas, algo que Junqueras rechaza de plano, defendiendo candidaturas independentistas separadas bajo un paraguas común. Y mientras, parte de la división se traslada a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), donde afloran las diferencias, fruto a menudo del propio nerviosismo.

El calendario, sin embargo, todavía deja un amplio margen para la negociación, y más allá de las declaraciones cruzadas, CiU y ERC siguen haciendo piña en el Parlament -esta semana a cuenta de los presupuestos-.

Las negociaciones seguirán por lo tanto en estos próximos días. De hecho, ayer mismo, como ya habían anunciado, Mas y Junqueras aprovecharon la última jornada del último pleno del año para reunirse durante media hora en el Parlament. A la salida, Mas se limitó a señalar que «ha ido bien», mientras que Junqueras aprovechó para explayarse y reclamar la convocatoria inmediata de elecciones.

«De la misma manera en que hacemos gestos [en referencia a permitir la tramitación de los presupuestos], el president también debe hacer un gesto que le pide la mayoría del país», explicó Junqueras, quien añadió que confía en que «en los próximos días y semanas inmediatas llegue la convocatoria de elecciones para buscar este mandato que es imprescindible para decidir sobre la independencia».

El factor Podemos

Entre tanto, mañana desembarca por primera vez en Barcelona la cúpula de Podemos, todo un interrogante abierto en la política catalana. Además de la irrupción en el Parlament, la encuesta del CEO otorga a los de Pablo Iglesias una llamativa victoria en unas hipotéticas elecciones generales al Congreso, en las que obtendrían el 20,4% de los votos y entre 10 y 11 diputados. Superarían a CiU, que lograría el 18,8% de los votos, aunque el reparto territorial de escaños sería favorable a los nacionalistas, que obtendrían 11-12 diputados.

Con todo, el efecto más llamativo de la irrupción de Podemos en el panorama político catalán no se encuentra en los resultados electorales, sino en la percepción de la sociedad sobre la posibilidad de un cambio a nivel estatal. Un botón de muestra: en octubre el 22,2% de la sociedad creía que Catalunya debería ser «un Estado dentro de una España federal». Según la encuesta de ayer, ahora esta es la opción del 28,9% de los catalanes. En el mismo periodo y contestando a la misma pregunta, el «Estado independiente» pasó del 45,3% de los apoyos en octubre al 36,2% de ayer.

¿Quiere decir que el independentismo ha bajado 9 puntos en dos meses? Evidentemente, no. Varios politólogos destacaron ayer que la muestra es muy diferente ahora y que los perfiles escogidos facilitaban este resultado. Pero la encuesta muestra una tendencia que responde al fenómeno Podemos, por mucho que el PSC se empeñe en situarlo como un aval a su propuesta.

La CUP reclama a Podemos un compromiso con el referéndum

«¿Podemos se compromete a habilitar un referéndum de autodeterminación en Catalunya en caso de que gane las elecciones españolas?». Es una de las preguntas que las Candidatures d'Unitat Popular (CUP) dirigieron ayer al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que este fin de semana viaja a Barcelona, donde mañana tiene previsto ofrecer un mitin.

Lo hicieron a través de una carta abierta «de bienvenida y presentación, pero también de petición de palabras claras y compromisos transparentes». La CUP asegura que es «una alegría contar en España con partidos que se comprometen a respetar nuestra soberanía como pueblo», pero recuerda que «es una decepción constatar cómo la voluntad de entendernos y respetarnos democráticamente se desvanece de manera reiterada porque España tiene otras prioridades». Y reclama a Podemos que se comprometa «de manera clara y sin ambigüedades» con el referéndum y la defensa de la lengua y la cultura catalanas en los Països Catalans. B.Z.