GARA

Trabajadores de empresas amenazadas reclaman una política industrial «real»

Gasteiz acogió ayer una nutrida manifestación en la que los protagonistas fueron los trabajadores y trabajadoras de las empresas en peligro de cierre y donde se pidió una política industrial de verdad.

Trabajadoras y trabajadores de empresas vascas amenazadas de cierre exigieron ayer al Gobierno de Lakua una política industrial «real» que permita transformar el tejido productivo y detener la desindustrialización. La manifestación, convocada por ELA, LAB y ESK y que reunió a varios cientos de personas en Gasteiz , tuvo como objetivo instar al Ejecutivo autonómico a que ejerza «su poder» en las empresas que han anunciado expedientes de regulación de empleo para que finalmente no se cierren.

Los protagonistas de la movilización fueron los trabajadores y trabajadoras de alrededor de una docena de empresas que están en conflicto, la última de ellas la planta de Arcelor Mittal en Agurain, a cuya plantilla la dirección les comunicó el viernes su intención de cerrar la factoría. También han participado en la marcha empleados de otras empresas que ven peligrar su futuro laboral como los de Candy, Ecn Cable (antigua Cablenor), Arkema, Fundiciones Wec, Laminaciones Arregui, Tepsa, TS Fundiciones, Corrugados Azpeitia, Alestis y Condesa.

En declaraciones recogidas por la agencia Efe, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz denunció que el Gobierno de Lakua carece de una política industrial aunque, apostilló, hace «mucha propaganda» para aparentar que la tiene. «Pero en su día a día -insistió el máximo responsbale de ELA- apoya a la patronal en su defensa de la caída salarial» cuando «bajar salarios es un modelo tercermundista». «Así no se apoya la política industrial», criticó.

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaid,e por su parte advirtió de que en los últimos 6 años en Araba se ha destruido el 30% del empleo en el sector de la industria y actualmente hay once empresas que están a punto de cerrar, lo que supone más de 2.000 puestos de trabajo en peligro. Frente a este negro panorama, criticó que sin embargo, las instituciones vascas y alavesas «no están haciendo nada y dan la espalda» a una destrucción de empleo «dramática» porque «lo que prima es el beneficio a corto plazo».

Pronunciamiento del TS

Peguntados sobre el pronunciamiento del Tribunal Supremo a favor de la denominada ultraactividad de los convenios, Muñoz lo valoró pero de forma parcial, porque recordó que la vigencia de los convenios sólo afecta a los trabajadores que tenían un contrato antes de que entrara en vigor la reforma laboral. Al respecto, Además, llamó a la movilización social «para evitar que el Gobierno le vuelva a dar a la patronal una nueva reforma laboral» porque «no han hecho las reformas que han hecho para que se encuentren obstáculos judiciales».

Etxaide por su parte dijo a este respecto que todavía no ha analizado en profundidad la resolución del Supremo ni sus consecuencias, pero sí opinó que no ha puesto en cuestión la clave de la reforma laboral, es decir, que «el derecho a la negociación colectiva está neutralizado y que la gente que entra en el mercado laboral ahora no tiene ningún tipo de protección».