EUSKAL HERRIA - CATALUNYA

Euskal Herria y Catalunya también se abrazaron en el marcador

El primer encuentro de las selecciones absolutas femeninas de Euskal Herria y Catalunya acabó en tablas. Ambos combinados cuajaron un gran partido, pese a que la intensísima lluvia que cayó sobre Lasesarre a lo largo de toda la tarde mediatizó el juego, sobre todo en la segunda parte. Las visitantes se adelantaron pronto, pero la selección neutralizó su desventaja de inmediato y buscó decididamente la remontada en un segundo tiempo que fue totalmente suyo.

EUSKAL HERRIA 1

CATALUNYA 1

Tarde de abrazos en Lasesarre. Las selecciones absolutas femeninas de Euskal Herria y Catalunya se enfrentaron por vez primera para cumplir con todas las expectativas, pese al hándicap que supuso la intensísima lluvia. Hubo compañerismo y revindicación compartida antes y después del partido, y juego e intensidad durante todo el choque, que también acabó con abrazo en el marcador.

Tal y como había advertido Natalia Arroyo, Catalunya salió a por el partido. Por planteamiento y por vocación, quiso y pudo hacerse con el balón para mirar de frente la portería de la debutante Jone Guarrotxena. También quiso hacerlo el combinado de José Álvarez, pero tuvo que esperar a verse por detrás en el marcador para que la rabia aumentara su octanaje.

No tardó demasiado porque, a los siete minutos de juego, las catalanas se adelantaban. Con una buena acción -jugada de Leila, asistencia de Carol y remate de Marta Corredera- y una pizquita de suerte, porque el balón tocó en Marta Unzue para despistar a Guarrotxena antes de convertirse en el 0-1.

No le gustó a la selección que la tarde se torciese y esta vez sí se empeñó en demostrar quién ejercía de local. Apenas un minuto después ponía a prueba a Mariajo Pons -sin demasiada exigencia para la guardameta del Valencia, que atrapó sin problemas el lanzamiento lejano de su compañera Naiara Beristain- y casi de inmediato Erika se iba por velocidad por la derecha, aunque su centro pasado no lo atrapaban ni Mariajo ni, en el palo opuesto, Eli Ibarra. Las llegadas al área catalana, ahora sí, se sucedían. Volvió a probar Beristain, bigoleadora en mayo frente a Eire, con un chut que se estrelló en el lateral de la red. Y Cirauqui tras una bonita combinación entre Erika y Arrate Orueta, que acabó desbaratando la guardameta visitante.

El gol se cocinaba y se acabó degustando cuando estaba a punto de cumplirse el minuto 20. Fue Eli Ibarra la que centró desde la izquierda. No llegó Erika en el punto de penalti, pero sí Cirauqui desde el lado contrario para empalmar el empate.

Esta vez fue el equipo de Natalia Arroyo el que se disgustó con el cambio de decorado, aunque su reacción no fue lo suficientemente contundente como para dañar a una anfitriona que se sentía mucho más cómoda que al principio. Catalunya intentó hacerse de nuevo con el balón, y lo consiguió por momentos, pero el control del choque no tenía ahora nombre propio y la recta final del primer tiempo se convirtió en un ida y vuelta. Aunque las ocasiones más claras fueron para las vascas porque, mientras el combinado visitante tuvo que conformarse con una buena contra de Olga García que se marchó por línea de fondo, en las inmediaciones de Mariajo se acumularon una falta cabeceada al larguero por Maite Lizaso -única futbolista que se ha enfundado la camiseta de la selección en seis ocasiones-, un centro-chut de Eli Ibarra al que Erika no llegó por poco, e incluso una zancadilla de Marta Torrejón a la delantera navarra dentro del área que el árbitro no vio.

Absoluto dominio local

Tras el descanso llegaron los cambios. Como es habitual en estos casos, ambos seleccionadores quisieron dar minutos a todas sus jugadoras, aunque las sustituciones se produjeron de forma escalonada, lo que permitió que el juego tuviese cierta continuidad. Al menos en lo que permitió la lluvia, intensísima durante toda la tarde, sobre todo en un segundo tiempo en el que condicionó claramente el juego, originando situaciones de peligro que no lo hubieran sido sin el agua. Por fortuna, las futbolistas de ambos bandos -sobre todo las locales, muy superiores en la reanudación-, supieron amoldarse a la exigencia del choque. Asumiendo incluso los riesgos que conllevaba la situación del césped que, por suerte, no se cobró víctimas, aunque Cristina Cornejo acabó el choque atentida por un golpe en la cara tras una internada de Débora en el área.

El segundo tiempo fue, casi sin interrupción, un monólgo de Euskal Herria desde los primeros compases, en los que el equipo de José Álvarez acumuló ocasiones en el área visitante. La entrada de Nekane dio mucho aire al ataque vasco, al que también se sumó, con frecuencia y con mucho peligro, Ane Bergara. Hubo que esperar prácticamente media hora para que Cristina Cornejo, que había saltado al campo en el descanso, viera el balón de cerca por vez primera, aunque todo el peligro de Catalunya en esa acción se redujo a la botadura de un córner.

Con el transcurso de los minutos, el esfuerzo extraordinario realizado por las futbolistas en un terreno de juego que acabó convertido en piscina olímpica se fue dejando notar. El dominio siguió en manos de las locales hasta el pitido final, pero sus acercamientos a Rafols, que tomó el relevo de Mariajo bajo palos en la segunda parte, fueron más intermitentes y, sobre todo, menos claros. La remontada que tanto buscó, y que durante muchos minutos mereció, no llegó, con lo que la selección añadió el primer empate a su historial, todavía corto, pero ya con una muesca más.

Satisfacción vasca por «saber jugar con inteligencia»

José Álvarez, seleccionador vasco, se fue muy satisfecho de Lasesarre a pesar del empate y de pensar que las suyas habían merecido más. Reconoció el técnico que enfrentaban con mucho respeto el choque, por el potencial de las catalanas, y asumiendo esos primeros diez minutos de dominio visitante, subrayó que a partir de ahí las vascas se hicieron con el partido. «Hay que saber jugar en todos los terrenos y mis jugadoras han sido muy inteligentes para adaptarse al terreno de juego. En mi opinión se merecen un diez, estoy superencantado con ellas», manifestó. Álvarez sí tenía claro que «nos hemos merecido algún gol más en la segunda parte», en la que el estado del terreno, reconoce, les favoreció, «el partido ha ido por derroteros diferentes», aunque tampoco quiso que su equipo se quedara con la definición de plantel eminentemente «físico».

Por su parte, la seleccionadora catalana Natalia Arroyo compareció cariacontecida porque su planteamiento era uno y el escenario en que se disputó el choque se lo echó por tierra, favoreciendo, dijo, a sus rivales. «Hemos pasado a jugar a otra cosa, seguramente los dos equipos. Poco fútbol y mucha pelea. No se ha podido plasmar lo que queríamos, pero hay que aplaudir a las chicas por la lucha». J.V.