Beñat ZARRABEITIA
Selecciones deportivas vascas, ¿Y ahora qué?

Agenda continua, la primera etapa hacia la oficialidad

Dejados atrás los exitosos partidos entre las selecciones vascas y catalanas, la reivindicación de la oficialidad busca contar con protagonismo todo el año. La iniciativa Jauzia busca articular nuevos espacios y dinámicas que tengan la participación de los deportistas como uno de los ejes principales.

Antes del desfile que recorrió el domingo la Gran Vía bilbaina con presencia de representantes de diferentes modalidades, alrededor de 60 deportistas se reunieron en el Hotel Carlton de Bilbo para conversar en torno a la oficialidad. La cita contó con la asistencia de atletas de todos los herrialdes de Euskal Herria y la aportación a través de las nuevas tecnologías de otros que no pudieron acudir en persona. Se evidenció así la buena sintonía que Jauzia había detectado durante la campaña de presentación y captación de apoyo entre los deportistas.

En lo referido al fútbol, el elemento principal reside es la disponibilidad de los jugadores para disputar más partidos a lo largo del año, empleando incluso parte de sus vacaciones. Las declaraciones del director de Deportes del Gobierno de Lakua, Jon Redondo, sobre la intención de abrir una nueva etapa jugando encuentros en Fecha FIFA también iban en ese sentido, pero no se ha ofrecido mayor concreción por el momento.

En lo que a la selección femenina respecta, todo hace indicar que la selección vasca devolverá la visita a Irlanda tras el encuentro disputado el pasado mes de febrero en Azpeitia. Mientras, en Catalunya el presidente de la federación, Andreu Subies, ha anunciado que debido a petición de sus futbolistas se intentarán disputar dos partidos en 2015: uno fuera de las fronteras catalanas y el otro en el Camp Nou ante Euskal Herria durante el mes de diciembre.

Al margen del fútbol, muchos deportes se encuentran azotados por la crisis, lo que está suponiendo suspensión de campeonatos estatales, cancelación de partidos de las selecciones vascas en diferentes disciplinas o supresión de diferentes torneos. Esta fue una de las cuestiones más comentadas durante la conversación entre deportistas organizada por Jauzia. Junto a ello, el posicionamiento público en favor de la oficialidad aún puede conllevar la perdida de posibles patrocinadores en el ámbito de los deportes individuales y ahí está la sanción federativa de dos años que acarrea la negativa a acudir a una convocatoria de la selección española. Circunstancias a las que se podría dar respuesta desde el plano jurídico también.

En 2014 la selección vasca de sokatira ha logrado competir oficialmente en el Mundial disputado en Estados Unidos. No obstante, la situación aún está muy alejada de la catalana, donde cuentan con más de 20 combinados de carácter oficial. En ese sentido, el empuje social e institucional resulta determinante. La organización de torneos, partidos, campeonatos de Euskal Herria en todas las modalidades y eventos que generen ilusión en torno a la oficialidad de las selecciones vascas supondrían un aldabonazo, sostienen numerosos deportistas.

Fuga de talentos

Por otro lado, muchos atletas vascos que practican deportes de carácter más minoritarios se ven obligados a salir fuera de Euskal Herria para poder desarrollar su actividad. La incapacidad para poder compaginar los estudios con la práctica deportiva en instalaciones adecuadas provoca éxodo. Los deportes acuáticos y el baloncesto son algunos de los ejemplos más sangrantes.

Actualmente, en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés en Barcelona se encuentran la tenista tolosarra Lara Arruabarrena o la saltadora gipuzcoana Maitane Azpeitia. Otro de los puntos de referencia en el Estado español es la Residencia Joaquín Blume en Madrid, donde entrena el nadador eibartarra Markel Alberdi en su camino hacia el Mundial de 2015 de la ciudad rusa de Kazán. Este tipo de cuestiones generan desarraigo, lejanía, pérdida de contacto con familia y entorno afectivo o asunción de referencias externas. La fuga de talentos supone un elemento de preocupación de primer orden en el deporte vasco.

Algo similar ocurre en el baloncesto, tal y como se comentó durante la reunión de deportistas organizada por Jauzia. Un total de siete jugadores vascos han hecho las maletas para irse a jugar a la liga universitaria de EEUU. Es el caso de Jorge Bilbao en Texas-Arlington; el pívot de 2,16 Ander Pérez enSouthern Oklahoma State; Imanol Artiñano, en Alderson Broaddus University; Alex Ramon, en Colgate; el navarro Javier Lacunza, en Florida Atlantic; y Aitor Zubizarreta, en Portland. El indautxuarra Aitor López se encuentra en el instituto de Talahassee a la espera de su próximo paso a la Universidad de Morehead de State.

No son los únicos, ya que en el mismo deporte los vizcainos Jon Peña, Xabi Lopez Arostegi, Borja Fernández, Unai Mendikote o Xabi Arriaga han fichado por Canarias Academy, Joventut, Barcelona, CAI Zaragoza o Estudiantes. En fútbol, Garazi Murua compagina sus estudios con el deporte en East Tennessee State University, y la gipuzcoana Eli Sarasola, en los Charleston Cougars.

Otro de los aspectos más destacados resulta la necesidad de que deportistas de todos los herrialdes formen parte de la selección vasca cuando cuentan con nivel deportivo para ello. Fomentar el conocimiento mutuo entre los atletas, compartir uso de instalaciones y ampliar el eco mediático de los éxitos supondría otro espaldarazo.

De todo el país

En ese sentido, la prácticamente nula presencia de deportistas de Ipar Euskal Herria en los combinados vascos genera desazón, especialmente en modalidades como el rugby. Lo mismo sucede en el fútbol, donde desde que Pantxi Sirieix formó parte de la selección ante Venezuela ningún otro jugador del norte ha vuelto a ser convocado. Además del centrocampista del Touluse, el portero Stephane Ruffier es una de las figuras de la Ligue 1 en el Saint-Etienne. En cuanto a las jóvenes promesas, Fred Gotte es el guardameta del filial del Mónaco y ha sido convocado por la sub 21 finesa debido a sus raíces en el país nórdico, mientras que Kevin Rodrigues -internacional sub 20 con Francia- milita en el Dijon de Segunda.

Aparte de las estrellas del mundo del rugby como el histórico Imanol Harinordoki y el emergente Charles Ollivon, la nadadora Ophelie Aspord, el ciclista Romain Sicard, la surfista Pauline Ado y el atleta Pierre Urruty, el triatleta Benoit Kuentz o las remeras de banco móvil Perle Bouge y Jessica Berra son otros de los nombres más significativos del deporte en Ipar Euskal Herria.

Ha sido comentado también que en la selección vasca de fútbol-sala que se midió a Catalunya el pasado 27 de diciembre únicamente hubiera jugadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Algo verdaderamente chocante cuando en los partidos masculino y femenino de fútbol once no ocurrió así. Y más aún cuando los dos únicos conjuntos vascos que juegan en la máxima categoría del Estado español son navarros: el Magna Navarra de Irurtzun y el Aspil Vidal Ribera de Tutera. Juan Zardoya, portero del equipo ribero, había mostrado su ilusión en las redes sociales por la disputa del partido de la selección vasca y posteriormente su decepción al conocer que en la lista solamente había jugadores de la CAV.

Otra peculiaridad afecta a dos de los deportes con mayor arraigo en nuestra sociedad: el remo y la pelota. En el ámbito del frontón, los pelotaris profesionales se agrupan en empresas privadas y desarrollan su trayectoria en las mismas. Las selecciones quedan para los de categoría amateur. Sin embargo, la federación vasca dejó claro en los encuentros de mano y pala que están disputando estos días las selecciones vasca y mexicana en Hernani, Amurrio, Bera y Zaldibar que su principal objetivo pasa por alcanzar la oficialidad. Por cierto, el próximo campeonato mundial de pelota vasca, con un total de 14 títulos en juego, será en Barcelona, en 2018.

Algo similar ocurre con el remo, al menos con la modalidad de banco fijo, que tanta afición suscita en Euskal Herria. Se compite por clubes y no existen pruebas para selecciones. No obstante, el remo en banco móvil sí es un deporte olímpico con 14 pruebas distintas disputadas en aguas tranquilas.

Numerosos deportistas vascos ansían alcanzar la oficialidad y, conscientes de la dificultad existente en la coyuntura actual, abogan por explorar nuevas vías jurídicas, institucionales, y también a través de la competición. Para ello, situar el tema del reconocimiento internacional de las selecciones vascas en la agenda, más allá del hasta ahora tradicional partido navideño, es uno de los grandes retos para 2015. Una lectura compartida de todos los agentes implicados, aportaciones de deportistas, federativos, juristas o periodistas del ámbito deportivo puede ser un primer paso. El segundo, partiendo de la elaboración de un libro blanco de la oficialidad, aspiraría a la articulación práctica de la demanda.

Con motivo del recordado Mundial de rugby de Sudáfrica en 1995, Mandela inspiró el lema «One country, one team» -«Un país, un equipo»-, en pro de la unidad. El mismo que Jauzia sacó el domingo a las calles de Bilbo. Ahora, parafraseando de nuevo al líder sudafricano, la ilusión radica en que «todo parece imposible, hasta que se hace».

Una exposición recopila en Leioa un siglo de selección vasca de fútbol

El Palacio Mendibile de Leioa acoge hasta el día 9 una exposición con motivo del centenario del primer partido de la selección vasca de fútbol. Con Joseba Gotzon como comisario, la muestra permite ver objetos históricos como la primera camiseta empleada en 1915, balones usados en 1915, 1930 1950, 1960, 1970, 1990, 2000 y el actual esférico, botas de cuero con tacos de madera de 1920, listones de madera de 1960, calzado actual, guantes de porteros, banderines de córner y de jueces de línea, maquetas de San Mamés, una colección de silbatos, fotos... Fue inaugurada el viernes con la presencia de uno de los seleccionadores actuales, José Mari Amorrortu. En la imagen, algunos de los enseres recopilados en este centenario.