GARA KIEV

Decenas de muertos en el inicio de la ofensiva de los rebeldes prorrusos

Al menos 30 civiles murieron ayer en bombardeos con lanzacohetes múltiples Grad en la ciudad de Mariupol, puerto estratégico y última ciudad importante del este de Ucrania controlada por el Gobierno de Kiev, durante una ofensiva lanzada supuestamente por los rebeldes. Portavoces de los sublevados negaron su responsabilidad en lo ocurrido en Mariupol y denunciaron lo que calificaron como una «provocación» de las fuerzas leales al Gobierno de Kiev.

«La ofensiva sobre Mariupol ha comenzado hoy», declaró ayer el dirigente de los rebeldes prorrusos de Donetsk, Alexandre Zajarchenko. La conquista de dicha ciudad industrial de medio millón de habitantes ubicada al borde del mar de Azov les permitiría a los rebeldes crear un puente terrestre hacia Crimea, península ucraniana anexionada por Moscú en marzo.

Zajarchenko no quiso pronunciarse sobre los bombardeos que alcanzaron un barrio muy poblado de la ciudad el sábado por la mañana. Otros responsables rebeldes negaron su responsabilidad en lo ocurrido y denunciaron una «provocación» de las fuerzas de Kiev.

Este trágico ataque se produce pocos días después de que el Ejército abandonara el aeropuerto de Donetsk que controlaba desde hace meses, lo que supuso un giro sicológico en un conflicto que ya ha dejado más de 5.000 muertos en nueve meses.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afirmó en un comunicado que su país luchará «hasta la victoria total» contra los rebeldes prorrusos.

La representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, avisó de que esa escalada de violencia va «a provocar inevitablemente un grave deterioro de las relaciones entre la UE y Rusia», que ya se enfrenta a duras sanciones económicas europeas y norteamericanas y que sigue negando su implicación en el conflicto.

En Kiev, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, exigió convocar una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y llamó a la comunidad internacional a «detener al agresor ruso que amenaza Ucrania, Europa y la seguridad mundial».

«Temerario, ciego y vergonzoso»

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) condenó, por su parte, el bombardeo «temerario, ciego y vergonzoso».

«Necesitamos un alto el fuego inmediato», añadió el jefe de la misión de observación de la OSCE en Ucrania, Ertugrul Apakan, en un comunicado facilitado a los medios.

El balance de víctimas de los bombardeos sobre Mariupol alcanzó los 30 muertos, según el Ayuntamiento, que no descartó nuevas bajas. Hasta ahora la ciudad había quedado relativamente al margen de los combates en el este ucraniano, que se libraban en sus alrededores.

Los bombardeos destrozaron tres casas del barrio y la onda expansiva rompió los cristales de tres edificios de nueve pisos, según comprobó un periodista de la agencia AFP. El asfalto estaba cubierto de cristales y escombros y, cinco horas después del ataque, los bomberos seguían apagando los incendios. Militares y policías patrullaban las calles casi vacías.

Reunión de emergencia de Rusia, la OSCE y Ucrania

Representantes del grupo de contacto tripartito para Ucrania -Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)- mantuvieron ayer una reunión de emergencia dado el bombardeo efectuado, supuestamente por rebeldes prorrusos, contra la ciudad ucraniana de Mariupol. El grupo de contacto «pide el cese de las hostilidades en el este de Ucrania» y que «todos los firmantes de los acuerdos de paz de Minsk se reúnan lo antes posible, como muy pronto a principio de la semana próxima».

«Nuestras unidades no tienen allí artillería que pueda alcanzar el lugar» de la tragedia, dijo anteriormente el portavoz rebelde Denis Pushilin. GARA