Ramón SOLA
EH Bildu y EH Bai lanzan un proceso constituyente

Una propuesta abierta, en la que decidir es el fin y el inicio

«La hora de la voluntad popular-Herri borondatearen garaia» es más que un título, porque marca la clave de la propuesta. Decidir es el final, pero también el principio. Este artículo recopila otros elementos reseñables o novedosos del planteamiento trasladado a la ciudadanía vasca por las fuerzas de la izquierda soberanista.«No tenemos miedo a la voluntad popular», se subrayó en el acto. Y es que la propuesta se presenta como una iniciativa de «democratización» beneficiosa para toda la ciudadanía y en la que encajarían todas las identidades

PROCESO CONSTITUYENTE PARA LOGRAR UN ESTADO VASCO

Lo que EH Bildu y EH Bai proponen se define como proceso constituyente, porque de lo que se trata es de conseguir un Estado Vasco. Consideran que «ha dejado de ser hoy día una ensoñación inalcanzable y difícil de concretar» y emerge como «un objetivo realizable». «El Estado Vasco no es un capricho -añade el documento-. Es el modo más efectivo para garantizar la razón y el ser de Euskal Herria». Para ello hay que construir «estructuras de Estado propias», labor lanzada ya en Catalunya.

SOBERANÍA PARA MODIFICAR EL MODELO SOCIAL INJUSTO

La apuesta por un Estado propio se refuerza por el hecho de que los estados español y francés se basan en «el privilegio de unos pocos» y están «carcomidos por la corrupción». Frente a ello, «contar con soberanía supone el modo más eficaz para poder modificar el modelo» y lograr otro basado en la justicia social. «Nos ofrece la oportunidad para garantizar condiciones de vida y trabajo dignas, trabajar por la igualidad y acercarnos a un modelo económico basado en el respeto al medio ambiente».

BLINDAJE POR CONTRATO PARA DERECHOS ATACADOS HOY

Objetivo paralelo es lograr un «modelo jurídico propio que garantice los derechos fundamentales de toda la ciudadanía vasca». Se recuerda que los estados mantienen «en permanente peligro», incluso con «legislaciones de excepción», derechos sociales y políticos: libertad de expresión, de prensa, derecho a reunión, a manifestación, a votar y ser votado, a no padecer maltrato... Y ello no es puntual, sino estructural. Así las cosas, se propone «acordar un nuevo contrato político y social que recoja todos los derechos civiles y políticos, sin condicionamiento alguno, para el conjunto de la ciudadanía vasca». Un contrato que vincularía a los firmantes con compromisos concretos.

LA VOLUNTAD POPULAR, LA NUEVA BASE PARA TODO

«No le tenemos miedo a la voluntad popular, no puede ser de otro modo», declaró tajante Maiorga Ramírez en el acto. Frente a la cerrazón estatal, la Vía Vasca garantiza que la voluntad popular será la nueva base para todo, y por eso «hay que depositar el poder de decisión en sus manos». Así que se plantea como «un camino de democratización» que se considera que «beneficiará a todos y todas las ciudadanas vascas, no solo a abertzales».

IDENTIDADES DIFERENTES, PERO DEMOCRACIA PARA TODOS

Al hilo de ello, la propuesta recoge la evidencia de que «en Euskal Herria existen sentimientos e identificaciones nacionales diversas», pero añade que «ello no debiera provocar problema alguno. Es una realidad que asumimos plenamente. Solo exige que sea gestionada democráticamente, nada más, y eso es lo que precisamente quiere aportar la Vía Vasca».

UNILATERALIDAD, APUESTA CON BENEFICIOS AÑADIDOS

La Vía Vasca se basa en la unilateralidad. Es una apuesta consciente, que si bien por un lado se deriva de que «hoy día resulta impensable» que los estados acepten el derecho a decidir, también tiene efectos añadidos positivos, como el de «ofrecer la oportunidad de elegir el ritmo, la fórmula, los recursos y los ámbitos de la disputa. Pensar y caminar sin pedir permiso supone, en sí mismo, alcanzar soberanía progresivamente».

OFERTA DE POSICIÓN UNITARIA ANTE EL ESTADO ESPAÑOL

La propuesta se hace eco de la opción de una reforma constitucional en el Estado español, si bien sin apuntar mayores expectativas y dejando claro que esa norma «nos resulta ajena». En cualquier caso, admitiendo que hay que tener en cuenta también factores externos, como ha hecho la izquierda abertzale en otras etapas históricas se propone a los agentes políticos y sociales vascos «un pacto que nos permita efectuar de forma unitaria una misma reclamación al Estado».

PREPARAR DESDE YA LA CONFROTACIÓN DEMOCRÁTICA

En el momento de iniciar este camino, ya se vaticina que los avances llevarán a «toparse con la cerrazón de los estados» y que «a falta de acuerdo, se abrirá el tiempo de la confrontación democrática». Para ello se ve necesario fomentar la participación ciudadana, impulsar la iniciativa popular y acumular fuerzas, construyendo así «el músculo» necesario.

PARTICIPACIÓN PARA DETALLAR UNA RUTA MUY ABIERTA

EH Bildu y EH Bai dejan muy claro que «no entendemos la Vía Vasca como un proyecto particular ni es nuestra intención apropiarnos del protagonismo de la sociedad», por lo que la propuesta queda abierta al máximo. A partir de ahí, lógicamente hacen falta «participación» y «autoorganización» para llenarla de contenido, «acordando pasos concretos para conformar una agenda».

DECIDIR DESDE HOY Y DECIDIR SOBRE TODAS LAS COSAS

Arraiz admitió en Ficoba que hasta hace bien poco tenían la creencia de que había que desatar el nudo de la territorialidad antes de decidir. Ahora, sin embargo, el derecho a decidir aparece «como la herramienta para construir ese sujeto», lo que fija un proceso de autodeterminación externo (frente a los estados) e interno a la vez. Superada esa premisa, se plantea decidir ya y sobre todo, sin esperar a «un día mágico en que en toda Euskal Herria toda la ciudadanía vote conjuntamente».

UNA «CADENA DE DECISIONES» DINÁMICA Y GRADUAL

Ello da a la Vía Vasca un carácter de proceso «dinámico y gradual», consistente en realidad en «una cadena de decisiones». Sin necesidad de esperar al reconocimiento del derecho de autodeterminación, criterio predominante hasta ahora, lo que se impone es «decidir para poder alcanzar el derecho a hacerlo. La capacidad de decisión llegará tomando y ejecutando decisiones».

TRES PROCESOS EN UNO, CON SUS RITMOS Y PASOS PROPIOS

En coherencia con lo anterior, el proceso que se marca se subsume en realidad en tres que avanzarían en una dirección unificadora: el de la CAV, el de Nafarroa y el de los territorios del norte, aún sin reconocimiento institucional conjunto. «Tres puntos de partida diferentes, tres ritmos y velocidades particulares, etapas y procedimientos propios, consultas y preguntas adaptadas, pero un solo objetivo: que toda la ciudadanía vasca sea dueña del futuro político de Euskal Herria». En el camino toca levantar y afianzar puentes, fortalecer actuaciones conjuntas, crear instituciones compartidas y fortalecer Udalbiltza...

RETOS PRÓXIMOS PARA FAVORECEN O COMPLICARLO TODO

El documento no oculta que hay retos inmediatos que pueden facilitar o complicar el proceso de autoorganización. En Nafarroa se apuesta por la superación del régimen y lograr la libre decisión de la ciudadanía navarra. En el norte, por participar en el debate abierto por el Estado para buscar una estructura específica que reúna y reconozca a las tres provincias. Y en la CAV, por un nuevo estatus que no reconozca ningún techo competencial que no asuma la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

PONER LAS INSTITUCIONES AL SERVICIO DE ESTE PROCESO

Como adelantó ayer GARA, la lectura de las instituciones se actualiza. Se apuesta por que pasen de su actual carácter de «instrumentos de subordinación» a «promotoras de la autoorganización» e impulsen el derecho a decidir. «Un reto de grandes dimensiones», asume. Al respecto, Arraiz remarcó desde el estrado que «frente al Imperio de la Ley [excusa para el actual sometimiento a los estados] está la legitimación democrática de la voluntad popular».

EAJ, oraindik egungo Konstituzioari so

Ficobako proposamena aurkeztu bezperetan, Konstituzio espainolaren barruan oraindik aukerak ikusten dituela esan zuen Madrilen Iñigo Urkullu lehendakariak. Areago, akordio politiko berri baterako Konstituzio hori ez lukete aldatu beharko, bere iritziz. Horretaz galdetuta, uste horrekin konforme agertu zen atzo Joseba Egibar GBBko burua.

Radio Euskadin egindako adierazpenetan, nahi izanez gero egungo Konstituzioak autogobernuan sakontzeko «pertxa» eskaintzen duela nabarmendu zuen Egibarrek, «eskubide historikoak» direlakoen bitartez. «Borondate politikoa izango balitz, nahiko balu, akordio baterako pertxa egon badago bertan».

EH Bilduk eta EH Baik aurkeztu zuten proposamenaz galdetuta, «euskal» abizena izan ala ez, marrazten den bidea «serioa» izango ote den galdetu zion bere buruari Egibarrek. Bi koalizioen aurkezpenaren gaineko baloraziorik ez dute egin agintari jeltzaleek, eta itxaron egin beharko da, beraz, iritzi hori jasotzeko.

PPk, aldiz, azkar erantzun zion Hasier Arraizek adierazitakoari. Nerea Llanos idazkari nagusiaren hitzetan, «ez dakar berririk» eta EH Bilduren «propaganda ekintza berri gisa» hartuko dute.

Llanosek dioenez, garrantzitsuena ez da esparru horrek zer planteatzen duen, «Euskadin gainerako alderdiek zein jarrera hartzen duten baizik». Eta, zehatzago, EAJk: «Jakin behar da ea, hauteskunde interesak tarteko, EH Bilduri zeharka begira segitzen duen ala bide hori guztiz baztertzen duen. Herritarrei hori esan behar die». GARA