Maitane ALDANONDO Basauri

Irrintzi: formación y adaptación que pone a los discapacitados al volante

La empresa familiar Autoescuela Irrintzi es pionera en la formación de personas con discapacidad física severa. Además de la enseñanza mediante joystick también tienen un taller de soluciones donde adaptan los vehículos a las necesidades de cada conductor.

La autoescuela Irrintzi SL lleva más de medio siglo enseñando a conducir en Basauri. Esta empresa familiar creada por José Mari Andrés en 1962 es pionera en la formación de discapacitados físicos. Hace ya más de tres décadas, los responsables de esta sociedad limitada decidieron dar servicio a este nicho de mercado. Apostando por la inserción de las personas discapacitadas y convencidos de que ellos debían tener las mismas posibilidades. En 2008 fueron un paso más allá y homologaron la conducción mediante joystick. Iratxe de Andrés, directora comercial e hija de los fundadores de Irrintzi recuerda el porqué de esa decisión. «Teníamos varios alumnos que con las adaptaciones mecánicas que había en España no podían conducir. Descubrimos que en Alemania tenían el sistema Space Drive. Fuimos, vimos que era muy seguro ,y empezó la aventura». Este viaje les ha llevado a recibir el premio Telefónica Ability Award.

Compraron un Ford Mondeo, lo adaptaron en Alemania y lo trajeron aquí. Les costó más de un año y varios quebraderos de cabeza homologarlo. «El Ministerio de Industria no sabía ni de qué estábamos hablando. Todo eran pegas y problemas por el desconocimiento», apunta Andrés. Tuvieron que meter al coordinador de examinadores con un alumno en su vehículo de conducción con joystick para que se convenciera de que era seguro. «Así sacamos el primer carnet y el Chrysler Gran Voyager de Juantxu tiene 80.000 kilómetros. Ha hecho un montón de viajes, va con el Athletic todas las semanas...».

A partir de entonces han seguido buscando soluciones a medida para cada caso que se les ha presentado. Se enfrentan a obstáculos burocráticos con cada tipología de problema, pero, ahora mismo, pueden responder a las necesidades de personas con discapacidades severas de hasta el 98%. Son la única autoescuela que enseña a conducir con joystick en el Estado y una de las pocas que hay en Europa. Por ello, alumnos de Madrid, Málaga, las islas o, incluso, de Portugal vienen a Basauri para lograr el permiso de circulación. En 2011 uno de sus alumnos fue el primer europeo en lograr la licencia para conducir solo con los pies. Otro de sus factores diferenciadores es que ofrecen un servicio integral.

Además de la formación, también se encargan de las modificaciones de los vehículos. Junto con el primer coche adaptado, trajeron también el sistema alemán de adaptación. «Es totalmente personalizado, lo que también nos diferencia de todos los demás, incluso los talleres de adaptación de vehículos». Por eso, tienen su propio taller para adaptar los coches, Irrintzi Soluciones Adaptadas. «Es un taller creado este año, pero realmente empezamos en 2008. Los primeros los hacíamos en Alemania, los traíamos aquí, subcontratábamos un taller para poder hacer los ajustes y demás. Viendo que el dinero se nos iba subcontratando, enseñando, hemos puesto el taller en el polígono Artunduaga». Andrés admite que la adecuación de los vehículos supone un gasto considerable en el caso de las discapacidades severas. Pequeñas modificaciones pueden rondar los 150 euros, pero el abanico es amplio. La directora comercial menciona el caso de un mallorquín cuyo presupuesto se disparaba hasta los 70.000 euros.

Mantenerse en la vanguardia y poner a disposición de sus alumnos todas las adaptaciones existentes supone una fuerte inversión también para Irrintzi. «Estamos hablando de un Ford Mondeo de 120.000 euros o un Kia Carnival de 140.00. Tienen todas las adaptaciones posibles. Cuantas más soluciones más caro es el vehículo». En opinión de Andrés ser una empresa familiar es clave para seguir siendo pioneros. «O es familiar, con una involucración brutal, o no sería posible. Cada proyecto es como si fuera parte de ti. Si no se lucha, no se saca. Pero es muy satisfactorio y gratificante. Además es una diferencia brutal de la competencia».

Este compromiso ha sido reconocido hace dos semanas con el premio Telefónica Ability Award a la mejor pyme. En la edición anterior fueron finalistas y este año volvieron a intentarlo, animados por la invitación de los organizadores. «Para nosotros es el día a día, sudarlo. Cada cliente es un proyecto. Supone muchísimo. Nos hace mucha más ilusión que a otras empresas más grandes», concluye Iratxe Andrés.

El carnet de conducir una ventaja para la inserción

La capacidad de conducción es un factor de inserción en el colectivo de personas discapacitadas. El Gobierno Vasco destinó 1,3 millones de euros a fomentar el empleo de estas personas en el mercado ordinario de trabajo. Estas ayudas se dirigen a la inserción de este colectivo, a la facilitación de su contratación o a la adaptación de los puestos de trabajo eliminando obstáculos y dificultades.

De acuerdo con los datos del Informe Olivenza 2014 del Observatorio Estatal de la Discapacidad, en 2012, casi 150.000 personas tenían reconocida administrativamente su discapacidad en Hego Euskal Herria. Disponer de carnet de conducir y vehículo propio puede marcar la diferencia a la hora de encontrar trabajo. Capacidad aún más decisiva en el caso de los discapacitados físicos. La Directora Comercial de Autoescuela Irrintzi Iratxe Andrés cree que poder conducir «les da una gran independencia y libertad. En muchos casos, gracias a esa autonomía, encuentran trabajo». M.A.