R.S. DONOSTIA
Iniciativa argentina contra la impunidad del ffranquismo

Servini quiere interrogar a Martín Villa en Madrid, como hizo en Chile

Tras constatar que las autoridades españolas «no ayudan mucho» a esclarecer el franquismo, la jueza argentina María Servini confirmó ayer su intención de actuar como ya hizo en Chile contra la impunidad pinochetista, con resultados prácticos evidentes. Confirmó que está dispuesta a interrogar en Madrid a dirigentes como el exministro Rodolfo Martín Villa vía exhorto, dado que el Estado no tiene intención alguna de detenerlo y extraditarlo a Argentina.

Pese al escepticismo inicial sobre la viabilidad práctica de la querella argentina para investigar el franquismo, lo cierto es que a cada maniobra obstruccionista estatal le sucede un nuevo paso de la jueza María Servini de Cubría. Ayer, en una visita a la capital española -donde recogió el premio Abogados de Atocha, en recuerdo a los cinco laboralistas muertos por la ultraderecha en 1977-, la magistrada confirmó estar dispuesta a interrogar a exresponsables franquistas como Rodolfo Martín Villa en Madrid, salvando así la negativa estatal a extraditar a Argentina a los imputados.

Esta vía de acción ya fue puesta en práctica por Servini en Chile, en una situación análoga a la actual, según recordó GARA en un reportaje en abril del pasado año (``Servini baraja actuar como en Chile ante la cobertura de la AN a Muñecas''). Investigaba entonces el atentado mortal contra el general Carlos Prats -excomandante en jefe del Ejército chileno y que fue vicepresidente con Salvador Allende-, ocurrido en 1974. Como quiera que sus demandas de extradición para implicados y testigos no tenían respuesta positiva, en 2001 Servini cogió un avión y se plantó en Santiago de Chile en medio de una gran polémica.

Aquella decidida iniciativa resultó decisiva para que los tribunales chilenos se implicaran al fin en la investigación del caso. En 2002 accedieron por primera vez a indagar aquella acción de guerra sucia de la que habían transcurrido casi tres décadas. En 2010 se dictarían siete condenas y las hermanas Prats fueron a dar las gracias a la Embajada argentina nada más conocerse el fallo.

Servini afirmó ayer que «va a llegar un momento en que España va a investigar, como pasó en Chile con el tema de Pinochet». Preguntada sobre si un eventual cambio político en el Estado español ayudaría a agilizar la causa, indicó que «hay más de un juez que quiere hacerlo». Y se mostró entre comprensiva y diplomática al apuntar que «no creo que tengan miedo, sino que no se ha dado tal vez el momento propicio para poder abrir una investigación de este tipo».

La última iniciativa relevante de la jueza Servini sobre esta querella fue ordenar el pasado 30 de octubre la detención de veinte acusados de crímenes cometidos en la dictadura, entre ellos acciones de gran impacto en Euskal Herria como la matanza de cinco obreros en Gasteiz el 3 de marzo de 1976. Por ellas se imputa a exministros como Martín Villa o José Utrera Molina.

Martín Villa, que hace vida perfectamente pública e incluso pertenece actualmente al Consejo de Administración de Sareb (el llamado «banco malo»), dice estar dispuesto a declarar ante Servini, pero parece obvio que los aparatos judiciales del Estado español nunca aceptarán ni detenerlo ni extraditarlo a Argentina. Esto fue lo que ocurrió con la primera tanda de imputados, en la que figuraban acusados de torturas como el capitán Jesús Muñecas y el comisario ``Billy el Niño''. Y es en este contexto en el que Servini remarcó ayer su disposición a mojarse aún más: «Si el Gobierno y la Justicia argentina me autorizan a viajar, tomaré declaración acá con un exhorto». Aludía a Martín Villa, por el que fue preguntada, pero extendió la opción «a otras personas».

En una valoración general, esta magistrada, que tuvo un papel clave en su país para investigar las desapariciones de la dictadura argentina, afirmó tener «mucha esperanza» en una causa en la que «trabajo todos los días». Y destacó de ella «los impresionantes testimonios» trasladados por las víctimas.

«No ayudan mucho»

Respecto a la posición de las autoridades españolas, Servini dijo lacónicamente que «no ayudan mucho», pero evitó ir más allá, eludiendo por ejemplo responder si vería conveniente derogar la Ley de Amnistía.

«Mucha gracia no les hace», dejó caer Servini, en el mismo tono. «Pero lo poco que nos brindan es bastante, a la larga van entregando cosas», añadió. Efectivamente, las primeras iniciativas de esta querella presentada en 2011 fueron abiertamente despreciadas e incluso saboteadas por Madrid, que impidió por ejemplo recoger testimonios de víctimas por videoconferencia.

Otro tanto ocurrió cuando se dictaron las primeras imputaciones y órdenes de detención, pero Muñecas y ``Billy el Niño'' terminaron sentados en un banquillo de la Audiencia Nacional para afrontar la demanda de extradición, si bien la sentencia les amparó argumentando que los delitos no pueden considerarse como «genocidio» y que por tanto ya han prescrito. Tampoco esto ha llevado a un callejón sin salida la querella argentina. El PP ya estará valorando los costes que tendría impedir a Servini actuar en Madrid. En su día, Chile prefirió no hacerlo.