A medida que pasan las horas se van conociendo más detalles sobre la colaboración en el Gobierno entre la formación de izquierda Syriza, vencedora en las elecciones, y su compañero de coalición el partido conservador-nacionalista ANEL. Según publicó ayer el diario ``Kathimerini'' las únicas líneas rojas exigidas por los derechistas corresponden, en política exterior, al reconocimiento del nombre de la vecina república de Macedonia (que en Grecia se denomina Antigua República Yugoslava de Macedonia) y en materia social a que Syriza no plantee ninguna medida para la separación entre Iglesia y Estado en Grecia. A cambio, el líder de ANEL, Panos Kammenos, garantiza el apoyo de su grupo en todas las leyes de carácter económico.

Remodelación ministerial

Tsipras procedió a reducir los ministerios de 18 a 10, dotando a cuatro de ellos de nuevas competencias al concentrar departamentos que con anterioridad estaban dispersos. Así, el Ministerio de Interior incluirá a los anteriores de Reforma Administrativa, Gobierno Electrónico, Orden Público y Protección Ciudadana. El de Economía abarcará también las áreas de Fomento, Competitividad, Marina, Turismo, Infraestructuras, Trans- porte y Redes. El tercer gran Ministerio se denominará Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, y englobará Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático, por un lado, y Desarrollo Rural y Alimentación, por el otro. El último de ellos será el de Cultura y Deporte, Educación y Asuntos Religiosos.

El nombramiento del nuevo gabinete se realizó durante la tarde de ayer, causando cierta sorpresa el perfil de la mayoría de los designados. Salvo el Ministerio de Defensa, que quedó en manos de Kammenos, el resto correspondió a dirigentes muy destacados de Syriza. Sin embargo, el hecho de que no hubiera una sola mujer entre ellos causó cierto malestar en las redes sociales a lo largo de la tarde.

El Gobierno contará además con un viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, que tendrá a su cargo los asuntos económicos; un ministro de Estado, Nikos Papas; y un portavoz, Gabriel Sakelaridis. Cada uno de los cargos designados contará con la figura de un ministro adjunto y un viceministro, por lo que, incluyendo, a Tsipras el gabinete lo compondrán 40 personas.

Entre los nombramientos que más expectación despertaron se encontraba el profesor de economía de 53 años Yanis Varoufakis, calificado de «radical» por muchos medios y dirigentes europeos, como actual ministro de Finanzas. En una reciente entrevista concedida al diario italiano ``La Repubblica'', Varoufakis vinculó el pago de la deuda al crecimiento de la economía griega a partir de ciertos niveles, y además esbozó los principales pilares económicos del nuevo Gobierno. En referencia a las manidas reformas, el ahora ministro las vinculó al control de la oligarquía y la cleptocracia en el mundo del trabajo, pero sin destruir el tejido social ni vender las empresas nacionales. Por último consideró que la inversión necesaria para reactivar la economía griega debía ser cofinanciada por las instituciones financieras comunitarias.

Horas antes de que fuera nombrado oficialmente para el cargo, Varoufakis escribió a los lectores de su blog para comunicarles que seguiría en contacto con ellos durante su mandato como ministro, pese a que «normalmente se considera irresponsable y de mal gusto que un ministro de Finanzas utilice tal forma de comunicación». «Naturalmente -agregó-, mis entradas en el blog se harán menos frecuentes y más cortas. Pero espero compensarlo con opiniones, comentarios y puntos de vista más jugosos».

Primeras leyes

Pese a que hasta el próximo 5 de febrero no se constituirá el Parlamento, hoy se celebrará el primer Consejo de Ministros de la legislatura. Lo formal, como las corbatas, no parece que case con el nuevo gabinete, por lo que cabe esperar que de su primer encuentro emanen las primeras directivas de gobierno.

En todo caso el ministro de Trabajo, Panos Skourletis, ya anunció antes de prometer el cargo cuatro medidas de aplicación inmediata: la retirada de la actual norma sobre contratos, la derogación de la ley que permite los despidos colectivos, la restauración del salario mínimo en 751 euros y de los convenios colectivos.

También el viceministro de marina, Teodoros Dritsas, anunció que la privatización en marcha del puerto de El Pireo quedaba paralizada desde el mismo momento.

Otras medidas, avanzadas desde el seno de la coalición de Gobierno, serán lucha contra la «catástrofe humanitaria», destinando para ello 1.200 millones de euros y, entre otras, la aprobación de una ley que permita que unos 300.000 hogares que viven por debajo del umbral de la pobreza reciban electricidad gratuita. Igualmente se quiere poner fin a los procesos de evaluación de los funcionarios, lo que permitirá la readmisión de muchos empleados públicos cuyos puestos de trabajo habían sido eliminados.

También se prevé la reapertura de la Radio Televisión de Grecia (ERT), cuyo cierre tuvo lugar el 11 de junio de 2013 y fue ejecutado en pocas horas por el Gobierno de Samarás para recibir ayuda de los acreedores a cambio del despido fulminante de 2.600 trabajadores.

El periodista Babis Kokosis relató a GARA en nombre de sus compañeros (que a día de hoy continúan emitiendo programación de radio y televisión a través de internet) el plan previsto por el Gobierno para que la cadena vuelva a emitir, y que se desarrollará en 40 días.

Además, acordaron la creación de una comisión de investigación en el Parlamento para analizar las circunstancias que obligaron a Grecia a firmar su primer plan de rescate en 2010, y que llevó a un aumento exponencial de la deuda.

Hasta el otro lado del Atlántico

Los presidentes de Cuba, Venezuela, Bolivia y Brasil hicieron llegar en las últimas horas mensajes de felicitación al primer ministro griego por la victoria lograda el domingo en las urnas y subrayaron la importancia que un cambio en Grecia puede significar para el resto de los pueblos europeos.

«La importancia de su victoria supera la escena política griega y se hace eco en toda Europa», declaró la presidenta de Brasil, Dilma Roussef.

Mientras, el boliviano Evo Morales manifestó que «hay una luz de esperanza», al tiempo que anunció que realizará una visita oficial a Grecia en fechas próximas.