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HRW: «Las violaciones de derechos humanos también explican el EI»

El informe anual de la organización Human Rights Watch alerta de que los gobiernos crean el clima propicio para que surjan amenazas como el Estado Islámico, al considerar los derechos humanos un «lujo prescindible». Subraya que el origen del EI se encuentra la propia vulneración de los derechos humanos en Irak, con la represión de la comunidad suní y los abusos durante la ocupación de EEUU.

La emergencia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) es el desafío más «dramático» que ha surgido en el último año para los derechos humanos en Oriente Medio, según la organización Human Rights Watch (HRW), que, no obstante, recordó que esta organización «no ha surgido de la nada» en Siria e Irak, sino que su origen tiene que ver con la vulneración de derechos humanos.

El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, dijo, en la presentación en Beirut del informe anual de la organización, que un factor esencial para la aparición del EI en Irak fueron las políticas sectarias abusivas del ex primer ministro chií Nuri al Maliki, que provocaron la radicalización de los suníes.

Durante el mandato de Al Maliki (2006-2014), los suníes fueron perseguidos y excluidos de puestos gubernamentales. Esto, según Roth, hizo que muchas tribus que ayudaron en su día a las autoridades a derrotar a Al Qaeda, precursora del EI, «se sintieran más seguras luchando contra las fuerzas de seguridad» que contra los yihadistas.

El sucesor de Al Maliki, Haidar Abadi, en el poder desde setiembre pasado, habla de forma «más inclusiva», aunque todavía no ha resuelto el mayor problema que son «las milicias sectarias chiíes», dijo el responsable de HRW.

De hecho, estas milicias, que participan en la lucha contra el Estado Islámico junto al Ejército iraquí, aprovechan estas operaciones para continuar la «limpieza» de suníes. Precisamente, al Abadi ha ordenado investigar una matanza que se produjo el pasado lunes en la ciudad de Barwana, provincia de Diyala. Después de tres días de combates, el Ejército iraquí, apoyado por las milicias chiíes anunció haber expulsado al EI de Diyala, pero los milicianos entraron a Barwana, identificaron a los jóvenes, los alinearon y los ejecutaron, según testigos, que aseguraron que al menos mataron a 77 personas.

«Las milicias chiíes cometieron esta masacre con la complicidad de las fuerzas de seguridad», relató Nhada al Daini, parlamentaria de esta región.

Amnistía Internacional también acusa a las milicias chiíes de decenas de matanzas de suníes, a lo que los líderes de estos grupos replican que ellos han impedido que el país caiga en manos de los yihadistas.

«Un lujo» prescindible

En general, HRW acusa a los gobiernos de ver cada vez más los derechos humanos como un lujo que no siempre se pueden dar, y de esta forma, muchos países, como Estados Unidos, son de hecho responsables de alimentar el clima propicio para que florezcan grupos como el Estado Islámico o crisis como en Ucrania.

Ignorar los derechos humanos cuando existen riesgos de seguridad global impide «llegar a las causas fundamentales que dieron origen a muchas de estas amenazas», declaró Roth.

A pesar de que parece que «el mundo se está desmoronando», añadió, muchos gobiernos «parecen haber llegado a la conclusión de que las graves amenazas a la seguridad de hoy en día deben tener prioridad sobre los derechos humanos». «Parecen decir que los derechos humanos deben ponerse a un lado, un lujo para tiempos menos duros», explicó el director de HRW.

A su juicio, se equivocan porque los derechos humanos son «una brújula esencial» de la política y dejarlos de lado «no solo está mal, sino también es corto de vista y contraproducente».

Desde Siria a Irak, México, Nigeria y Ucrania, foco de desestabilizaciones en el último año, «proteger los derechos humanos y permitir que las personas tengan una voz sobre cómo sus gobiernos manejan las crisis será clave para su resolución», afirmó.

Así, explica que el surgimiento del EI también estuvo alimentado por la invasión estadounidense a Irak en 2003, que condujo a un vacío de seguridad en la región, así como a los conocidos abusos en la prisión de Abu Graib y en el centro de detención estadounidense de Guantánamo. Luego, EEUU y Gran Bretaña «en gran parte cerraron sus ojos» ante las políticas sectarias de Al Maliki, su persecución de minorías suníes, incluyendo detenciones arbitrarias y ejecuciones extraoficiales, mientras seguían proveyendo de armas a su gobierno.

En Siria, EEUU armó una coalición de 60 países para combatir al Estado Islámico, pero nadie ha presionado al presidente sirio, Bashar Al Assad, para «detener la masacre de civiles».

Roth añadió que «esa preocupación selectiva ha sido un regalo para los reclutadores de EI, que se ven a sí mismos como los únicos dispuestos y capaces para enfrentarse a las atrocidades de Assad». Por este motivo, para Roth, «va a requerir un esfuerzo extraordinario convencer a los sirios para que luchen contra el EI si no se combaten las atrocidades de Al Assad».

Egipto, apoyo a la represión

De manera similar, en Egipto la respuesta global a la represión sin precedentes del presidente Abdel Fattah Al Sissi, ha sido «vergonzosamente inadecuada». Washington se negó a denunciar como un golpe de Estado el derrocamiento del presidente electo, Mohamed Morsi y apoyó a Sissi, enviando un «horrendo mensaje para la región», según HRW.

«Desde el golpe de Estado, las fuerzas de seguridad de Al Sissi han apresado a decenas de miles de sospechosos de pertenecer a los Hermanos Musulmanes, sin cargos o juicio alguno, así como a muchos activistas no religiosos», destacó Roth. Además, las autoridades egipcias han puesto restricciones a los pocos espacios que quedan para la libertad de expresión y de reunión y las fuerzas del orden disponen de impunidad para llevar a cabo matanzas en masa y arrestar a centenares de manifestantes. «El EI puede decir con credibilidad que la violencia es el único camino al poder para los islamistas porque cuando buscaron el poder a través de elecciones justas y ganaron, fueron depuestos con poca protesta internacional», dijo Roth.

Europa, lugar de exclusión

HRW también crítica la actitud «decepcionante» de la Unión Europea (UE), cuyos líderes, durante 2014 «estuvieron dispuestos, con mucha frecuencia, a dejar de lado los derechos humanos en sus países cuando les parecía conveniente».

«Europa sigue siendo un lugar de exclusión, discriminación y sufrimiento de muchas personas», dijo el subdirector para Europa y Asia Central de HRW, Benjamin Ward. Y tras los ataques de París «se han acentuado las medidas antiterroristas que restringen la libertad de movimiento, asociación y expresión».

Igualmente, las violaciones de derechos humanos en Rusia y la que considera «relativamente limitada reacción» de Occidente también «pudo haber agravado la crisis en Ucrania», según HRW. Pero los países occidentales han caído en una «mentalidad de bueno versus malo» y, en su deseo de mostrar a Ucrania como víctima de la agresión rusa, han sido «renuentes en mencionar los abusos ucranianos».

Además, denuncia los casos de vigilancia gubernamental masiva en internet, liderada por EEUU y Gran Bretaña «descartando toda noción de proporcionalidad», alertando de que, «podría desarrollarse un verdadero escenario orwelliano».

El informe también critica, entre otros casos, que EEUU y países europeos traten de evitar que Palestina se una a la Corte Penal Internacional; la falta de avances en derechos humanos en Marruecos, que aplica aún mayor restricción de libertades en Sahara Occidental, o el enfoque militar adoptado para luchar contra el narcotráfico en México, mientras EEUU ha «preferido callar» ante «los terribles abusos» de las fuerzas de seguridad.

La UE aumentará los controles fronterizos

Los Veintiocho decidieron ayer reforzar las fronteras exteriores del espacio Schengen con controles sistemáticos a determinadas «categorías de personas» tras los atentados de París y la redada en Bélgica. «Se necesita una propuesta dirigida a enmendar el código de fronteras Schengen para reforzar las fronteras exteriores, haciendo posible realizar controles sistemáticos a individuos que disfrutan del derecho de libre movimiento», explicaron los ministros de Interior de la UE en una declaración conjunta acordada en su reunión informal de Riga. Los ministros precisaron que estos controles se realizarían solo a determinadas «categorías de personas» teniendo en cuenta las bases de datos pertinentes en «la lucha contra el terrorismo» y a raíz de «indicadores de riesgo comunes». La Comisión Europea, por su parte, adelantó que esos indicadores estarán listos en unas dos semanas. Entre estas medidas, el coordinador «antiterrorista» de la UE, Gilles de Kerchove, mencionó el control electrónico de los documentos de viaje y la comprobación de los nombres de las personas en las bases de datos policiales. Los Veintiocho intentarán además desbloquear con el Parlamento Europeo «tan pronto como sea posible» la creación de un registro de datos de pasajeros europeos (PNR). Quieren también aumentar el control sobre internet con el refuerzo de la unidad de supervisión de la red dentro de Europol, aunque aún no han decidido si hacerlo a través de medidas impulsadas por la Comisión o utilizar a los grandes operadores de internet. GARA

Ataque en Kabul

Tres estadounidenses que trabajaban para las fuerzas desplegadas en Afganistán y un afgano murieron en un ataque perpetrado por un hombre con uniforme del Ejército afgano en Kabul. Además, al menos 16 personas murieron y otras 39 resultaron heridas en un atentado suicida contra un funeral en el este de Afganistán.

Niño interrogado

El interrogatorio de un niño de ocho años por parte de la Policía francesa sospechoso de «apología del terrorismo» suscitó ayer la polémica en el Estado francés. Grupos musulmanes denunciaron la «histeria colectiva».

El ultimátum del EI expira mientras Jordania pide una prueba de vida

El ultimátum lanzado por el Estado Islámico (EI), que amenaza con matar a un piloto jordano si no se libera a una prisionera iraquí a cambio de un rehén japonés, expiró ayer mientras Amán pedía una prueba de vida de su soldado antes de liberar a la presa. En un nuevo vídeo, el EI amenazó de nuevo con ejecutar la piloto jordano Maaz al-Kassasbeh, al ponerse el sol en Mosul, Irak, si la yihadista Sayida al-Rishawi no era liberada. «Desde el principio, nuestra posición era garantizar la seguridad y la liberación de nuestro piloto para poder liberar a Sayida al Rishawi», explicó un portavoz del Gobierno jordano. «Hemos pedido una prueba de que nuestro piloto estaba aún con vida pero no hemos recibido nada hasta ahora», añadió, poco antes de que expirara el ultimátum. El padre del piloto, Safi al-Kassasbeh, lamentó que «el Gobierno no nos ha dicho nada sobre las negociaciones y creo que no se lo toman en serio. No hay nada que podamos hacer salvo esperar». El miércoles Jordania aceptó liberar a la prisionera, condenada a muerte por su participación en atentados en Amán en 2005, pero exigió la liberación del piloto, que el EI no ha ofrecido.

Para Mohamed Abou Remman, del Centro de Estudios Estratégicos en la universidad jordana, la liberación de Rishawi constituiría una victoria moral para el EI, sobre todo ante las tribus suníes de Irak que le ofrecen un terreno fértil para asentarse. A la vez, Japón presiona para la liberación de su ciudadano secuestrado, después de haber asistido a la ejecución de otro rehén el 24 de enero. Jordania se debate entre las demandas de su aliado nipón, las de su también aliado EEUU -que rechaza ceder ante los yihadistas- y su opinión pública, que quiere la liberación del piloto. GARA