Mikel INSAUSTI
CRíTICA: «Blackhat»

A la conquista del mercado asiático a través de las redes

Cuando a mediados de los 80 Michael Mann creó la serie televisiva «Miami Vice» supo aprovechar el momento oportuno para conectar con la coyuntura del narcotráfico, y ahora, treinta años después, ha querido hacer lo mismo con respecto al crecimiento del mercado asiático gracias a la globalización impuesta con la existencia de Internet. Por eso «Blackhat» habla de las tensión existente entre Oriente y Occidente, entre China y los EEUU como sus respectivos máximos representantes. Dentro del difícil equilibrio de fuerzas hay una dura competencia comercial, aunque no impide la colaboración para deshacerse de enemigos comunes, sobre todo ahora que proliferan los ataques informáticos indiscriminados.

El discurso de «Blackhat» apunta a que para la primera potencia mundial el comunismo ya no es su gran antagonista, máxime desde que se abriera un nuevo frente con los atentados del 11-S. Los nuevos sabotajes al sistema capitalista empiezan a llegar a través de la red, y uno de los objetivos principales es su conglomerado financiero. De ahí que la película presente a un pirata informático que pretende acabar con la estabilidad bursátil, provocando una crisis mundial mediante el control sobre los precios y la cotización en bolsa del estaño. Debido a que la mayor concentración de minas del preciado metal se encuentra en Malasia, la acción se trasladará a esa parte del planeta.

El regreso al cine del veterano Michael Mann no puede ser calificado más que de decepcionante, porque no acierta a ponerse al día con un thriller cibernético que falla tanto en lo narrativo como en la parte técnica, algo impensable en el artífice de «Heat». La acción no tiene la fuerza de antaño y se limita a un par de escenas, con una estampida final en medio de un populoso festival folklórico en Yakarta, que no supera al número uno de la especialidad Álex de la Iglesia. El reparto tampoco ayuda, porque es imposible creerse al superheroico Chris Hemsworth como el hacker más peligroso y perseguido internacionalmente.