La noticia de que Kutxabank ha presentado ante la Fiscalía una denuncia contra el expresidente de la entidad, Mario Fernández, por la presunta contratación irregular del dirigente del PSE y exdelegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces, provocó ayer la reacción de todos los partidos con representación parlamentaria, así como la del propio Fernández, que en una nota dijo desconocer «absolutamente» la existencia de una denuncia contra su persona y advirtió de que cualquier información o acción que dañe su honor tendrá una «adecuada respuesta», para lo que se reservaría el derecho a ejercer las acciones legales que estime oportunas.

Desde el ámbito político, PNV y PSE intentaron desvincularse de Fernández y Cabieces y de las presuntas irregularidades cometidas por ambos. De esta forma, la parlamentaria del PSE Miren Gallastegi sostuvo en una tertulia en Radio Euskadi que la relación de Cabieces con Kutxabank es «absolutamente privada», y ase- guró que su partido no sabía nada del asunto. «No conocemos nada más de esas relaciones privadas de arrendamiento de servicios», declaró, añadiendo que «por una cuestión de ejemplaridad este señor ha acordado su renuncia al cargo orgánico que tenía y a su militancia de manera provisional».

En el mismo programa radiofónico, la parlamentaria del PNV María Eugenia Arrizabalaga lamentó que este asunto «va a ser aprovechado por los de siempre para hacer las campañas de siempre. No tengo duda». El presidente de su partido, Andoni Ortuzar, opinó horas más tarde que «se están haciendo lecturas políticas e interpretaciones forzadas» sobre las presuntas irregularidades detectadas en Kutxabank y pidió respetar la presunción de inocencia para las personas implicadas. A través de las redes sociales, el presidente jeltzale, hizo referencia expresa a Mario Fernández, afirmando que sería «claramente injusto» que este asunto «empañara» su trayectoria al frente de la entidad y en responsabilidades institucionales anteriores. «Una trayectoria sujeta a críticas, como toda obra humana, pero digna de reconocimiento por mi parte», concluyó Ortuzar.

«Huele a corrupción»

Muy diferente fue la reacción de EH Bildu, que anunció que pondrá en marcha iniciativas institucionales para exigir explicaciones sobre las presuntas irregularidades cometidas en Kutxabank, que «huelen a corrup- ción». Joseba Permach y Ainhoa Beola se preguntaron quién tomó la decisión de pagar a ese despacho, y explicaron que se interesarán en saber si lo hizo directamente Fernández o la medida la adoptó el consejo de administración.

Asimismo, se preguntaron «dónde quedan las responsabilidades políticas» por este asunto, teniendo en cuenta que el consejo de administración de Kutxabank lo conforman actualmente representantes del PNV, el PSE, el PP y CCOO. Los representantes abertzales insistieron en la necesidad de revertir la privatización de Kutxabank y convertir a la entidad en una herramienta para un «sistema financiero público y social vasco, que atienda a las necesidades de este pueblo».