O. LARRETXEA- A. MANTEROLA DONOSTIA
Denboralea Euskal Herrian

Las fuertes lluvias dejan un fallecido y núcleos urbanos anegados

Un hombre de unos 50 años falleció ayer en Arruatzu tras caer al cauce del Arakil y ser arrastrado por la fuerte corriente. Las intensas lluvias, que no dieron tregua, provocaron también muchos problemas en las localidades cercanas a los ríos. En Donostia, varios vecinos de Martutene, cuyas calles quedaron anegadas, fueron evacuados por precaución.

Fue una jornada muy complicada ayer en Euskal Herria, donde las persistentes precitaciones no dieron tregua. La noticia más amarga llegó desde el municipio navarro de Arruatzu, donde un hombre de unos 50 años falleció tras caer al cauce del río Arakil y ser arrastrado por la fuerte corriente de agua. El suceso ocurrió pasadas las 18.15, cuando la víctima paseaba junto a la orilla. Un vecino de la localidad consiguió rescatarle, si bien el equipo médico de guardia de Altsasu desplazado intentó reanimarle sin resultados, según informó el Gobierno de Nafarroa.

Los municipios cercanos a los ríos estuvieron sin quitarle ojo a los cauces, que finalmente desbordaron en muchos de ellos. En el caso del Urumea, los vecinos de Martutene y Txomin, en Donostia, volvieron a ver impotentes anegadas de agua primero sus huertas y sotos, y después las calles del barrio, que las hacían intransitables.

Decretada la alerta roja, diez vecinos de edad fueron evacuados hasta el hogar del jubilado de Loiola como medida de precaución. La mesa de crisis del Ayuntamiento de Donostia, reunida desde primera hora de ayer, también ordenó sacar los coches de los garajes hasta el centro comercial de Garbera, así como cortar la carretera que une el Polígono 27 con Martutene. Cabe recordar que Dbus ha puesto en marcha un servicio especial. A partir de las 6.00 y cada media hora llevará desde Martutene hasta Garbera a las personas que tengan que coger su vehículo.

Un retén de bomberos, Guardia Municipal y la DYA salvaguardaban la seguridad ciudadana, y para ofrecer información de primera mano, el alcalde, Juan Karlos Izagirre, acompañado por la edil Nora Galparsoro se acercaron hasta los barrios afectados.

No falló el pronóstico de un vecino nacido en Martutene, con varias inundaciones a sus espaldas. «Esto tiene una pinta muy mala», decía a media tarde. Mientras, entre varios familiares, despejaban el soto e intentaban impermeabilizar grandes objetos que por su peso eran imposibles de mover. Auguraban una «noche muy larga».

La pleamar, prevista para las 21.45, solo empeoraba el panorama. La situación era idéntica en Ergobia, y Aguas del Añarbe avisó sobre las 21.00 que si los caudales de entrada al embalse continuaban siendo tan elevados, estaría obligado a realizar algún desembalse por seguridad, ya que allí se recogieron más de 126 l/m2.

Ya por la mañana, las personas que viven en los campamentos rumanos en Hernani y Astigarraga también fueron evacuados por la DYA, y fueron trasladados al albergue de Santiagomendi y el colegio Gabriel Zelaia.

Las lluvias caídas desde días atrás, provocaron asimismo problemas en el centro de la capital guipuzcoana, después de que un desprendimiento de tierra sobre la terraza del edificio de la Casa de Baños, junto al cerro de San Bartolomé, provocara el corte al tráfico y el paso de peatones en la calle Easo .

La alerta roja del Urumea se decretó en el Oria, y su situación fue crítica a su paso por Alegia, Andoain y Lasarte-Oria. Urola y Deba, por su parte, mantuvieron la alerta amarilla y en cuanto al Bidasoa, el Ayuntamiento de Irun colocó compuertas anti-inundaciones en Behobia y desalojó los garajes próximos.

En Nafarroa, en diversos puntos del Arga, Irati, Ega y Ebro se estableció también la alerta máxima, y municipios como Burlata, Ultzama y Lesaka sufrieron las consecuencias de las crecidas en los ríos.

En Bizkaia, un hombre fue trasladado al hospital de Usansolo-Galdakao tras caer al agua en el puerto de Bermeo. Por lo demás, el temporal de lluvia y viento provocó diversos desprendimientos que causaron el corte de varias carreteras en la red secundaria y pequeños desbordamientos de los ríos Kadagua y Asua.

En Araba, el Ayuntamiento de Gasteiz activó el plan de emergencia municipal por inundaciones por la crecida del Zadorra. Según informó el Consistorio en una nota, el desembalse del pantano de Ullibarri-Ganboa se rebajó a 45 metros cúbicos por segundo para tratar de estabilizar el caudal, que en algunos puntos de la capital, como en el barrio de Abetxuko, se salió de su cauce, afectando al nudo viario de la A-1 y la N-622.

Automovilista rescatado

La jornada también estuvo repleta de incidentes en Ipar Euskal Herria. La lluvia persistente ocasionó numerosas balsas de agua en carreteras secundarias a lo que se añadió la inundación de las zonas cercanas a los cauces de los ríos.

Especialmente vigilados estuvieron el Aturri y el Errobi en localidades como Bidarrai, Donibane Garazi o Kanbo. En esta última, los responsables de las Termas lo hicieron con gran desasosiego ya que recordaban los destrozos que ocasionó la riada de julio pasado que les obligó a cerrar el establecimiento. Precisamente, lo han vuelto a abrir hace tan solo unas jornadas después de importantes obras de reparación de las instalaciones, sobre todo en jardines y maquinaria técnica que sufrieron graves desperfectos.

En Uztaritze también se desbordó el río que llegó a inundar el estadio, lo que obligó al equipo de rugby a abandonar el entrenamiento. Además, en esta localidad un septuagenario tuvo que ser rescatado por los bomberos cuando el vehículo donde viajaba se vió atrapado por el agua en el barrio de Xopolo hacia las 16.00. Las carreteras que van a Milafranga y Jatsu tuvieron que ser cortadas.

Lo mismo ocurrió en Ahurti, en Senpere donde la nueva circunvalación quedó anegada. En Azkaine, el Urdazuri se salió de su cauce. También en Nafarroa Beherea, numerosos tramos de carretera entre Bidarrai y Donibane Garazi o en Bidaxune quedaron impracticables lo mismo que en localidades zuberotarras como Barkoxe, Muntori, Ospitalepia y Eskiula.

Durante toda la jornada, en particular por la tarde, las autoridades no cesaron de alertar del riesgo de avalanchas a lo que se añadía la previsión de precicipitaciones de nieve de más de 30 centímetros en alturas de 1.800 metros. De hecho, el nivel de alerta pasó a 5, el máximo de riesgo de avalanchas y numerosas estaciones de esquí (La Pierre Saint Martin, Gourette...) cerraron el acceso por la tarde.

La Prefectura confirmó la persistencia de la alerta naranja y recordó las pautas de comportamiento apelando al civismo de los conductores y advirtiendo de que ha dado instrucciones a los agentes de la Gendarmería para actuar con el máximo rigor en caso de infracciones o no respeto de las consignas o señales de seguridad.

El tiempo, hoy

Según Euskalmet, hoy seguirá lloviendo, aunque «con algunos parones», especialmente a primeras horas de la tarde. La lluvia será localmente abundante todavía hoy, especialmente en la vertiente cantábrica.

Lluvia y viento

Se registraron precipitaciones importantes en Otxandio (77,7 l/m2), Berastegi (76,6 l/m2) y Alegia (72,3 l/m2), y el viento alcanzó los 110 km/h en Matxitxako.

Máximo rigor

El prefecto ha ordenado a la Gendarmería actuar con el máximo rigor en el caso de que los automovilistas no respeten las medidas y consignas de seguridad. El riesgo de avalanchas está al máximo.